Venecia fue fundada el 25 de marzo, día de San Marcos, del año 421. Su historia comienza por tanto en el siglo V, cuando se quiso aprovechar la singularidad de este lugar en el noreste de Italia formado por más de un centenar de islas en la laguna de Venecia para crear un asentamiento que pudiera ser bien defendido de los ataques que venían de los germanos. Las invasiones de Atila al Véneto provocaron un mayor asentamiento en esta ciudad que poco a poco fue convirtiéndose en un importante enclave en el Mar Adriático. Constituida como ciudad-estado, floreció gracias a la navegación y a la expansión del comercio con China e India. Hasta 1797 fue capital de la República de Venecia y era llamada la Serenissima República. Su independencia terminó cuando Napoleón cedió Venecia a Austria en compensación por Lombardía. Napoleón volvió a dominarla, pero ante su caída volvió al dominio de los Habsburgo, si bien solo sería parte del Imperio Austrohúngaro hasta que en 1866 la Italia unificada bajo el reinado de Vittorio Emanuele II de Saboya se anexionó Venecia. La ciudad de los canales permaneció desde entonces en Italia, afrontando no solo los vaivenes de la historia, sino los problemas de las inundaciones que amenazan con su desaparición bajo el Adriático al margen del fenómeno de la acqua alta que se da en primavera y otoño. Para ello, en 2003 el Gobierno de Italia comenzó la construcción del sistema MOSE con el que unos diques móviles protegen la ciudad de las aguas.
Esa historia tan particular de Venecia la hace también única. Fue fundada en aquel lugar tan característico como medida de protección, y debido a su florecimiento se construyeron edificios y monumentos de enorme belleza. El lugar más emblemático de la reina del Adriático es la Piazza San Marcos. Se considera el centro de la ciudad y aquí se encuentran los principales monumentos de Venecia. Se alzan imponentes el Palazzo Ducale, la Basílica de San Marcos, la Torre dell'Orologio (Torre del Reloj), la Procuratie Anticcua, el Ala Napoleónica y la Biblioteca Sansoviana. Por si fuera poco, en la Plaza san Marcos se erigen las columnas de San Marcos y San Teodoro y el Campanile de San Marcos, que tiene la posibilidad de acceder a un mirador desde el que admirar esta increíble ciudad. San Marcos y su entorno son el corazón de la ciudad y el lugar que más ha sufrido a lo largo de la historia el Acqua alta.
No hay que olvidar pasar por la Ópera en la Fenice, ni tampoco por la Basílica de Santa María della Salute, de estilo barroco y que está situada en el Barrio de Dorsoduro, al otro lado del Gran Canal. Es uno de los principales templos católicos de la ciudad. También en Dorsoduro están el Arsenale y Ca' Rezzonico, un hermoso palacio reconvertido en museo en el que se muestra cómo era la vida de la nobleza veneciana. Otra visita merece el Palacio Venier dei Leoni, donde se encuentra la Fundación Peggy Guggenheim, que alberga obras de arte de pintores como Picasso, Miró o Magritte.
Los puentes sobre el Gran Canal son otros de los atractivos de Venecia. Son el Puente de la Constitución, el Puente de los Descalzos, el Puente de Rialto, y el Puente de la Academia. Este último comunica Dorsoduro con el distrito de San Polo, donde se puede admirar la Basílica de Santa María Gloriosa dei Frari, de estilo gótico y luego de descanso de Tiziano. El Puente de Rialto, otro de los más interesantes, fue erigido a finales del siglo XVI y comunicado San Polo con San Marcos. Castello es otro de las zonas que hay que conocer en Venecia debido a que allí se alzan el Palacio Contarini del Bovolo, la Librería Acqua Alta y la Basílica dei Santi Giovanni e Paolo. Por su parte, Cannaregio alberga el Campo del Ghetto Nuovo, la sinagoga Scuola Spagnola, el Monumento del Holocausto y el Museo Judío.
Otras visitas interesantes son la Iglesia de San Giorgio Maggiore, en cuyo interior se encuentran las tres últimas obras pintadas por Tintoretto: 'La última cena', 'Recogida del Maná' y 'La Deposición', así como Murano y Burano, enclaves cercanos a los que se puede llegar en vaporetto, el mejor medio de transporte para moverse de un lado a otro en Venecia y alrededores. De todos modos siempre se puede optar por vivir la experiencia al menos una vez de subirse a una góndola, todo un símbolo de Venecia y sus canales.