La historia de Madrid empezó a escribirse en el siglo IX cuando el emir Muhammad I ordenó la construcción de una fortaleza junto al río que baña Madrid, el Manzanares. Su nombre fue Mayrit, lo que derivó en Magerit y después en Madrid. Tras la reconquista obtuvo el fuero en 1202, aunque su verdadero auge llegó cuando Felipe II instaló la corte en 1561, obteniendo una importancia que ya nunca perdería.
Madrid gana por sus calles, sus edificios, sus rincones, sus gentes abiertas y tolerantes y sus opciones culturales, de ocio y diversión. Si bien es cierto que no cuenta con la monumentalidad de otros lugares de la península ibérica, suple esta carencia con rincones con encanto que hacen de la capital de España un destino imprescindible que bien merece un visita.
Es obligado pasear por la Gran Vía, arteria comercial de la ciudad, y acercarse al corazón de Madrid, l a Puerta del Sol, donde se encuentra el Kilómetro Cero, se alza el Oso y el Madroño, símbolo de la villa, y se asienta el reloj que da las Campanadas en Nochevieja. También lo es acercarse a la Plaza Mayor y recorrer el Madrid de los Austrias, donde destacan el imponente Palacio de Oriente, residencia oficial de la Familia Real Española, la Catedral de la Almudena y el Teatro Real. La Cibeles y la Puerta de Alcalá también son de paso obligado.
Madrid es una villa de museos. Además de los que forman el Triángulo del Arte y que resultan imprescindibles, el Prado, el Thyssen y el Reina Sofía, la ciudad acoge otros tantos que también son interesantes, como el Arqueológico, el Romántico, el de Ciencias Naturales, el del Ferrocarril, el Sorolla o el Museo Cerralbo. La capital de España es una ciudad arbolada y marcada por espacios naturales como El Parque de el Buen Retiro, pulmón verde en plena ciudad, la Casa de Campo, el Botánico, el Parque de El Capricho o los jardines de Sabatini y de El Campo del Moro, estos dos últimos adosados al Palacio Real.
Los barrios más relevantes son la alternativa Malasaña, la tolerante y diversa Chueca, el multicultural Lavapiés o la animada Huertas. Sus mayores atractivos son las compras, el ocio, la diversión y sus calles, plazas y edificios, que gozan de esa singularidad madrileña tan atractiva. Madrid tiene casi de todo, tanto que cuenta con un trozo de Egipto: el Templo de Debod. Situado cerca de la Plaza de España, fue un regalo que el gobierno egipcio realizó a España en 1968. Este presente es uno de los lugares con más encanto de la capital y no solo por la belleza del monumento, sino también por las vistas que se obtienen desde allí y sus increíbles puestas de sol.
No es Madrid ciudad de grandes rascacielos, pero en la zona norte se pueden encontrar los que forman el skyline de la capital, como las Torres Kío, las Cuatro Torres o Torre Picasso. Lo que sí es Madrid es muy futbolero, tanto que sus dos equipos principales, el Real Madrid y el Atleti, ofrecen visitas en sus respectivos estadios, el Bernabéu y el Wanda Metropolitano. Si lo que se desea son emociones más fuertes, no quedan lejos el Parque de Atracciones y la Warner.