Las opciones que se nos abren a la hora de ir de vacaciones son muchísimas, más o menos ajustadas al bolsillo, a los gustos, a las capacidades viajeras, entre otros. Se puede viajar en solitario, en pareja, con un grupo de amigos e, incluso, en un viaje organizado, donde te lo dan casi todo hecho. Elegir un circuito es una de las fórmulas a las que más gente recurre por lo fácil que resulta.
Ir de viaje en circuito se identifica con las vacaciones de personas mayores, que van a donde les mandan y no tienen casi libertad de movimiento. Pero lo cierto es que es una modalidad de viaje que tiene cada vez más adeptos entre la gente joven, incluso entre quienes viajan en familia.
Si estás planteándote contratar un viaje organizado, pero no acabas de tener claro si es lo que estás buscando o no, vamos a ayudarte. En este artículo vamos a entrar en detalle en esta modalidad de viajes, en sus ventajas e incovencientes, para que tomes la mejor decisión.
La comodidad de contratar y listo
Para empezar a analizar nos fijaremos en las ventajas de contratar un viaje organizado. Es lo más práctico, basta ir a la agencia de viajes o buscar en internet las diversas posibilidades que te ofrecen según el destino que tienes en mente. En un par de horas puedes tener resueltas las vacaciones, sabiendo que lo único por lo que tendrás que preocuparte es hacer la maleta y estar en el lugar de salida en el momento acordado.
No es necesario que busques cómo trasladarte de un lugar a otro, algo que es especialmente interesante cuando lo que quieres es conocer varias localidades separadas entre sí por varios kilómetros. El circuito lo resuelve, porque gestiona todo el viaje. No habrás de buscar horarios, buses o trenes en páginas web, que es muy probable ni siquiera estén en tu idioma. Y no tendrás que conducir, podrás disfrutar del paisaje durante todo el viaje.
El circuito lo incluye todo, como por ejemplo las entradas a determinados sitios. Es algo a tener en cuenta cuando tienes pensado ir a sitios donde hay mucha afluencia de gente y es necesario hacer cola para sacar las entradas. Los viajes organizados contratan esas entradas por adelantado, así que no habrás de esperar para entrar, ni tampoco buscarlas meses antes en internet. De hecho, en las atracciones turísticas suelen tener preferencia los viajes organizados.
Si vas a viajar solo pero no quieres sentirte solo durante las vacaciones los circuitos son una buena opción, porque te permiten conocer a gente nueva. Así no te sentirás solo mientras viajas y tendrás gente con la que comentar lo que visitas, pedirles que te hagan fotos, incluso trabar amistad. Luego tendrás tu tiempo libre y horas de descanso para disfrutar de la soledad.
El apoyo de un guía
La máxima de un circuito es la comodidad para el viajero, que no tiene que preocuparse de nada. No hace falta siquiera que busques información de su destino, porque en los viajes organizados se eligen los lugares y actividades más importantes y van siempre apoyadas de la información que proporciona un guía.
Esa persona no se encarga sólo de aportar datos de interés, sino que si necesitas acudir a la farmacia a comprar un medicamento te ayudará con el idioma a la hora de pedir en el mostrador. También puede hacer sugerencias y explicar cosas de lo más diversas. El hecho de que domine el idioma del lugar es un apoyo muy importante cuando el viajero no lo conoce.
Lo que cuesta un circuito
Los viajes organizados son más caros cuando se contratan, pero a la hora de la verdad esa diferencia no es tan grande. Hay que tener en cuenta que en este tipo de vacaciones se paga por adelantado, porque se incluyen diversos gastos como comidas o transporte. Lo que uno gastará luego en el destino es muy poco, básicamente algún café o bebida, o comida si es que no estuviera incluida, y los regalos que quiera comprar como recuerdo. Lo principal ya está incluido.
El precio es uno de los inconvenientes. Si uno sabe buscar buenas ofertas y chollos por internet puede conseguir que unas mismas vacaciones le salgan más baratas. Además, hay que tener en cuenta que en un circuito todo está perfectamente planificado, no hay lugar a introducir cambios, algo que sí puedes hacer cuando viajas por tu cuenta. Eso para algunos es una ventaja, para otros un inconveniente.
Sin posibilidad de hacer cambios
Los circuitos son organizados desde una perspectiva generalista, así que puede haber alguna localización o actividad que no quieras hacer y que sí esté incluida. Puedes no hacerla, pero no te van a devolver su coste económico. Lo mismo ocurre con las comidas, que ya están fijadas de antemano y que no se pueden cambiar (salvo alergias alimentarias, que son tenidas en cuenta). En los menús se introducen propuestas de la gastronomía local, pero si quieres probar cosas específicas o ir a determinados locales es muy difícil que lo consigas.
La principal desventaja de los viajes organizados es, principalmente, el encorsetamiento al que someten a los viajeros. El plan no se puede cambiar en ningún momento y, además, obliga a ir siempre en grupo a todos los participantes. Has de tener en cuenta que vas a coincidir con 20, 30 o 40 personas que no conoces y con las que es probable que te lleves bien, pero también que no lo hagas. Habrás de convivir varias horas al día con ellos, tanto si te gustan como si no.
Has de tener en cuenta que, por lo general, los viajes organizados incluyen días, tardes o mañanas libres en que los viajeros pueden conocer una ciudad por su cuenta, para que hagan eso que les apetece y no está incluido o para tomarse el turismo de una manera diferente. Es un poco de libertad que viene bien para contrarrestar ese encorsetamiento del que hablábamos anteriormente.
En función del destino, tus circunstancias, la forma en que te plantees el viaje o el presupuesto del que dispongas decantarte por un circuito puede ser una buena idea. Simplemente has de evaluar si se ajusta a lo que buscas.