¿Quién no se ha querido lanzar alguna vez a la aventura de viajar solo? Unas vacaciones en solitario, donde nadie te diga qué hacer durante todo el viaje, donde tú decidas todo lo que quieres visitar, dónde quieres dormir, dónde quieres parar... ¡La libertad absoluta! Porque sí, viajar en grupo puede ser muy divertido, al igual que viajar con tu pareja o tu familia, pero la sensación de viajar en solitario es algo que no se puede comparar a nada.
Hay quien dice que el viajar solo hace que tu vida cambie por completo porque te permite conocerte a ti mismo como nunca lo habías hecho. Al estar solo tú, eres capaz de decidir claramente qué es lo que te gusta y qué es lo que no, qué es lo que te atrae, qué es lo que quieres visitar y a dónde quieres ir. Y, además, te permite conocer a otras personas, totalmente diferentes a ti, que te ayudarán a abrir tu mente a nuevas experiencias.
Aunque, claro, un viaje en solitario también tiene sus peligros. Si te sucede algo, o si necesitas una mano amiga, te costará mucho más encontrarla; si te encuentras, de repente, sin dinero, o perdido en medio de la nada, tendrás que valerte por ti mismo. Y si bien es cierto que esto te ayudará a demostrarte a ti mismo lo independiente que eres, también puede llegar a dar mucho miedo. Si te estás planteando hacer tus próximas vacaciones en solitario, aquí te vamos a hablar de todos los inconvenientes y, por supuesto, de todas las ventajas de hacer algo por el estilo. ¡Vamos a ello!
Los inconvenientes que tienes que tener en cuenta
Antes de lanzarte a la aventura de un viaje en solitario, debes analizar muy bien los inconvenientes que este tipo de vacaciones puede llegar a tener. Solo así podrás decidir si realmente te merece la pena o te interesa. No lo hagas sin pensar, puesto que eso podría acabar costándote un disgusto; planifícalo todo.
Lo primero que debes saber es que serás tú el que corra con todos los gastos. Es decir, no podrás compartir habitación, o gastos de comida, con amigos o familiares; tendrás que planificarlo todo de antemano, ver cuánto tiempo estarás y en qué sitios y, a continuación, calcular gastos. Sé previsor, y opta por aquellas opciones que realmente se ajusten a tu presupuesto. Puedes elegir viajar de mochilero, por ejemplo, pero ten en cuenta que eso tendrá sus desventajas... Porque viajar por poco dinero no suele conllevar también viajar con buena calidad. Asegúrate de que los sitios a los que vas se corresponden con lo que realmente quieres, porque no querrás pasar tus vacaciones arrepintiéndote.
Uno de los inconvenientes más grandes de viajar solo es que puede que eches de menos a tus amigos o a tus familiares. Deberás desprenderte durante esos días (¡o meses! Depende de cuánto quieras alargar tus vacaciones) de todos los vínculos emocionales, o no serás capaz de disfrutar del todo del viaje. No podrás pararte a pensar que no estarás disfrutando de esos momentos tan emocionantes con una persona a la que quieras, y tendrás que enfocarlo de otra manera: tendrás que pensar que estás disfrutando de todo eso tú solo, y que jamás lo olvidarás.
Aunque, sin lugar a dudas, el mayor inconveniente es que todo será mucho más agotador. Porque tendrás que organizarlo todo por tu cuenta, tanto el transporte como las rutas, los horarios, las reservas... Y tendrás que cuidarte por ti mismo. Sí, esto te dará más independencia y seguridad, pero también te agotará más rápidamente.
Pero las ventajas son mucho mayores
Pese a todo, las ventajas son mucho más interesantes que todos los posibles inconvenientes que puedas imaginar. Y si bien es cierto que estos tienes que tenerlos en cuenta, no debes olvidar que las ventajas pesan mucho.
Esa soledad que se puede considerar un inconveniente, también es la mayor ventaja. Porque te dará libertad total y absoluta para hacer todo lo que quieras: tu horario será todo lo flexible que te apetezca. Si decides que quieres pasar dos horas en un museo, podrás hacerlo; y si un día estás tan cansado que prefieres dormir toda la mañana y aprovechar la tarde, ¡también podrás hacerlo! Visitarás solo aquello que realmente te llame la intención, y podrás ahorrarte todo eso que no te atraiga en absoluto. No solo eso, sino que también aprenderás a defenderte por ti mismo, a valerte sin necesidad de nadie, y a protegerte de los demás sin necesidad de que alguien esté pendiente de ti.
Además, te conocerás mucho más a ti mismo. Tendrás tiempo para pensar en ti. Puede que te descubras pensando en lo mucho que detestas la rutina que has llevado hasta ahora, y buscando alternativas a ella que jamás hubieras imaginado de forma consciente. O puede que comprendas que todo lo que tienes es lo que te hace feliz, y que no necesitas absolutamente nada más. Aunque no solo te conocerás a ti mismo, sino que conocerás a una gran cantidad de gente más. Entrarás en contacto con muchas personas con las que, en tu día a día, no tienes nada en común y no compartes espacio; eso hará que aumente tu empatía, que aprendas nuevas costumbres y nuevas culturas. Y verás que la gente es mucho más hospitalaria de lo que imaginabas en un momento.
Aprenderás más, tanto de la cultura del sitio que te rodea como de sus costumbres, o incluso el idioma. Porque podrás poner el cien por cien de tu atención a eso, y podrás captarlo todo con mucha más facilidad.
Viajar en solitario tiene tanto como desventajas como ventajas, y ya depende mucho de qué es lo que más te interese a ti. Si te consideras una persona capaz de arriesgar, de lanzarse a la aventura, ¡lánzate! Ten en cuenta los posibles inconvenientes, claro, pero solo para poder evitarlos. Sé una persona previsora, y descúbrete a ti misma en cada paso que des. Conocerás a tanta gente, tantas culturas y tantos lugares... ¡Que todo merecerá la pena!