Valldemossa es un pueblo de Mallorca situado en el norte de la isla, ubicado en la Serra de Tramuntana, cercana a otros municipios de interés turístico como Banyalbufar o Sóller. Esta localidad es perfecta para una escapada o para realizar algo de turismo aprovechando una estancia vacacional de sol y playa. Mallorca es mucho más que eso, y Valldemossa es el ejemplo perfecto.
Qué ver en Valldemossa
El secreto que convierte este lugar en uno de los puntos que hay que visitar durante una escapada a la isla tiene que ver tanto por su asfaltado rústico y antiguo, que se ha conservado desde hace siglos en el municipio, sus casas de piedra que transportan a otras épocas y su frondosa vegetación, tanto en jardines como en las propias calles. Además, pese a su aparente dificultad para acceder en coche o transporte público por su sinuosidad, su historia y vinculación con el compositor polaco Frédéric Chopin le han convertido en una zona emblemática en la isla.
Casa natal de Catarina Thomàs
Históricamente, el pueblo mantiene la casa natal de la santa más venerada en Mallorca, Catarina Thomàs, monja beatificada por el Papa Pío VI en 1792, dos siglos después de su muerte. Además, destaca también su iglesia parroquial, originaria del siglo XIII, aunque reformada en el XVIII.
La Cartoixa de Valldemossa
Uno de los principales reclamos del pueblo de cara al turismo nacional e internacional es la Cartoixa de Valldemossa. Este antiguo monasterio, fundado por los monjes cartoixans en el siglo XIV hasta el XIX, fue residencia de invierno del compositor polaco Frédéric Chopin y la escritora francesa George Sand entre 1838 y 1839. Los museos que componen el edificio recuerdan la estancia de la pareja y muestras de cultura y arte autóctonas de entre los siglos XV y XX.
Palau del Rei Sanç
Destaca también el Palau del Rei Sanç, edificado por su padre, Jaime II, que reinó tras la conquista de su padre, Jaime I, de Mallorca y destierro de los musulmanes. A principios del siglo XIX estuvo alojado el ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos. También residió durante un par de años en este edificio el escritor Rubén Darío, que fue parte de su fuente de inspiración para basarse en sus novelas con contenido religioso.
Centro Costa Nord
Uno de los centros culturales y expositivos más importantes de la isla se encuentra en Valldemossa, y es el Centro Costa Nord. Situado en el centro del municipio, se ha convertido en uno de los puntos más reclamados por artistas locales y nacionales para exhibir sus colecciones, aunque supeditadas al dominio de centros artísticos en Mallorca como Es Baluard. Costa Nord también tiene como objetivo exponer obras y colecciones que pongan de relieve la historia de la isla y sus tradiciones.
Monestir de Miramar y Mirador del Puig de Sa Moneda
Ramon Llull, uno de los pioneros en la literatura en lengua catalana y de los más reconocidos, también dejó su huella en Valldemossa al fundar el Monestir de Miramar en 1276. A finales del siglo XV, fue aquí además donde se instaló la primera imprenta de Mallorca. A lo largo del tiempo, ha ido pasando por diversas órdenes religiosas, entre ellas, dominicios, jerónimos y ermitaños.
Para contemplar las vistas del pueblo es aconsejable llegar hasta el Mirador del Puig de Sa Moneda, creado por el Archiduque Lluís Salvador, y desde el cual se puede ver el paisaje rural de los municipios del norte de Mallorca y su contraste con la costa.
Fiestas y tradiciones
Las principales fiestas y celebraciones de Valldemossa, al igual que multitud de municipios en la isla, se producen durante los meses de verano. El 28 de julio se celebran las 'Festes de la Beata', en las que se conmemora la canonización de Catarina Thomàs, la primera santa mallorquina. El 24 de agosto también tienen lugar las fiestas de Sant Bartomeu, patrón de Valldemossa.
Además, en honor a la estancia de Chopin por el municipio, se realizan cada año festivales internacionales de piano, entre el que destaca el Festival Internacional Chopin de Valldemossa, que cuenta con participantes procedentes de distintos continentes.
Gastronomía típica
A pesar de que en Valldemossa se puede gozar de productos típicos de Mallorca, como la sobrassada, las ensaïmades y la coca de trampó, uno de los reclamos que caracterizan el rústico pueblo es la coca de patata, un bollo redondo glaseado con azúcar que suele acompañarse con chocolate caliente.
La vegetación y las flores, parte de su encanto
Uno de los motivos por los que esta pequeña valle ubicada en terreno montañoso es de reclamo turístico es, además de por su paisaje antiguo y rústico, por su abundante cantidad de flores y plantas, no únicamente en las calles y macetas de sus habitantes, sino también por extensiones vegetales como el Jardí de Valldemossa, un lugar con ciertas características:
- Se sigue un camino casi laberíntico en el que se encuentra además un busto de bronce en honor a Frédéric Chopin.
- Estos jardines eran antiguamente conocidos como el huerto y jardín de Can Bonsoms, que era una propiedad situada dentro del recinto del Monastir de la Cartoixa.
- A mediados del siglo XX, tras la división de las propiedades de Can Bonsoms, el ayuntamiento local herdó su propiedad, por lo que son accesibles para todo el mundo.