Una iglesia fortificada es una iglesia que fue construida para desempeñar un papel más bien defensivo en un momento de conflicto. Hay algunas que son incorporadas a la muralla. En la región de Dordogne de Francia existen muchas porque en un momento determinado de guerras fueron necesarias. En España es en Aragón donde se encuentran muchas de este estilo, donde las continuas guerras con Castilla obligaron a construir a lo largo de los siglos XIII y XIV este tipo de iglesias.
Iglesia de Santa María
Ujué, este municipio ubicado en Navarra pertenece a la comarca de Tafalla y está emplazado en un lugar único, en la Sierra con el mismo nombre. Se trata de un enclave histórico defensivo, destacando por su aspecto medieval con calles empedradas y casas amontonadas alrededor del monumento más importante que ostenta, una iglesia-fortaleza.
La iglesia de Santa María pertenece al románico y fue construida en el siglo XI. Más tarde fue reformada, en concreto en el siglo XIV, cuando fue rodeada con una muralla defensiva, tratándose de una muestra muy clara de lo que es el gótico navarro.
Curiosidades de la Iglesia de Santa María
Este templo, que goza de gran encanto y es realmente único, cuenta con diversas curiosidades interesantes de descubrir en cuanto a arte, patrimonio e historia.
- Tiene una nave central con arcos románicos.
- Tiene numerosas obras de arte y conserva también el corazón del rey Carlos II el Malo, bajo cuyo reinado se construyó el tramo gótico del templo.
- La iglesia tiene un mirador que consigue una muy buena vista a la ribera de Navarra.
- Fue declarada Monumento Nacional por Orden Ministerial del 26 de junio de 1936, es más, se trata de una de las pocas iglesias-fortaleza que existe en España.
Iglesia de Santa Tecla
Esta iglesia fue declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, y se sitúa en lo alto de Cervera de la Cañada, en Aragón, unida a un torreón de un castillo que fue construido mucho antes. Esta estructura sigue los patrones de las consideradas iglesias-fortaleza, perteneciente al múdejar aragonés. La construcción se llevó a cabo en 1426 por Mahoma Rami, un alarife o maestro de obras, predilecto del Papa Benedicto XIII, conocido como el Papa Luna.
Con el tiempo se han seguido conservando restos del castillo sobre el que comenzó a construirse. Se trata de un recinto defensivo que fue construido con sillares y que fue reforzado con contrafuertes. Por otro lado, se conserva una torre con almenas y en el lado opuesto un cubo, con aspilleras en sus muros y donde se encuentra la sacristía de la iglesia.
Iglesia de San Juan Bautista
Esta iglesia medieval y fortificada e encuentra en la localidad de Fabara, en Zaragoza, y data del siglo XV. Una de sus peculiaridades es que está rematada en la parte superior por almenas, y así le da ese aspecto fortificado. En cuanto al estilo, es el gótico el que predomina, aunque antes había una iglesia románica que se menciona en unos escritos en el siglo XII.
Como consecuencia de la Guerra Civil española, el campanario sufrió graves daños, por lo que tuvo que ser reconstruido. Por otro lado, en este pueblo no solo se puede disfrutar de este monumento, sino que tiene otro atractivo y es el yacimiento arqueológico de Roquizal del Rullo, tratándose de unos restos de un poblado ibérico, y tiene un mausoleo romano de Lucio Emilio Lupo.
Iglesia de San Pedro Apóstol
Fue construida originalmente en el silo XIII como iglesia fortificada, y en su momento formaba parte de la muralla medieval, pero un incendio consiguió que no quedara nada de la iglesia inicial, salvo la portada gótica. Fue en el siglo XV cuando se edificó una iglesia mudéjar, y os siglos más tardes tuvo que volver a ser reconstruida.
Una de las cosas que más destaca es su gran portada que está hecha con ladrillo aplantillado. Por otro lado, en el interior no es nada espectacular porque tiene una única nave, eso sí, cabe señalar su órgano con forma de barco de guerra. Está adscrita al arciprestazgo de Calatayud de la diócesis de Tarazona, y pertenece al municipio zaragozano de Villarroya de la Sierra.
Colegiata de Santa María la Mayor
Ubicada en el pueblo Alquézar, en la provincia de Huesca, hay quienes la consideran una colegiata-castillo, aunque en su origen fue una fortaleza construida en el siglo IX. En torno a 1067, es conquistada por Sancho Ramírez, hijo de Ramiro I, y pasa a ser una fortaleza cristiana. Cuando va perdiendo su importancia como fortaleza, se convierte en una institución religiosa.
Uno de sus mayores atractivos es que conserva un precioso claustro trapezoidal y se da en otros puntos de España como en la catedral de Gerona. Los arcos del claustro no tienen clave, sino que están construidas por dovelas contiguas. De la construcción inicial se encargó el arquitecto Juan de segura, y poco a poco se añadieron más capillas y el retablo mayor. El estilo renacentista y barroco es el que predomina en esta zona de la construcción.
Iglesia de Santa María la Mayor
Valderrobres, en Teruel, es el lugar en el que se alza la Iglesia de Santa María la Mayor y recuerda a un castillo-palacio. Esta construcción es un claro ejemplo del gótico levantino de esta provincia. Fue declarada Bien de Interés Cultural por la resolución de 22 de diciembre de 1982, pero su construcción se remontar al siglo XIV.
A lo largo de su historia ha vivido momentos oscuros, como cuando tuvo que ser eliminada una parte por peligro de derrumbe, o como cuando en la Guerra Civil español se destruyó el templo renacentista, afectando de manera significativa a la decoración exterior. Todos estos daños consiguieron subsanarse en 1966 cuando se llevó a cabo una restauración de gran envergadura.