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HOTEL DE AEROPUERTO

TWA Hotel Nueva York Review: Un museo en el que mejor no pasar noche

TWA Hotel Nueva York Review: Un museo en el que mejor no pasar noche
Diego López García

Diego López García

He recorrido medio mundo. Amante de viajar, la aviación y la cultura japonesa.

Última actualización: 4 Marzo 2020
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El hotel basado en la mítica aerolínea TWA es una delicia de ver pero no tanto de experimentar.

Trans World Airlines o TWA fue una importante aerolínea americana fundada en 1925 que en 2001 y tras quebrar fue comprada por American Airlines. Para los geeks de la aviación forma parte de ese grupo de marcas nostálgicas y retro como Pan Am. Ahora, TWA ha vuelto reconvertida en hotel en el aeropuerto JFK de Nueva York.

Panorámica del TWA Hotel desde su azoteaPanorámica del TWA Hotel desde su azotea

Ubicado en la Terminal 5, ocupada en su mayoría por JetBlue, TWA Hotel recicla el icónico edificio del TWA Flight Center del arquitecto Eero Sarinen inaugurado en 1962 para albergar la mayoría de las instalaciones comunes del hotel. Las habitaciones se encuentran ubicadas en dos edificios de nueva construcción, uno a cada lado del Flight Center.

Aunque TWA Hotel es el único hotel que de verdad se encuentra dentro del aeropuerto JFK de Nueva York, su acceso es un tanto engorroso, salvo que nuestro vuelo salga o llegue a la propia Terminal 5. Para acceder a esta terminal desde otra hay que coger el AirTrain y recorrer un largo pasillo. Luego, una vez en la terminal cogemos un ascensor que nos lleva a otro enorme pasillo que conecta el edificio principal con el de las habitaciones.

El psicodélico pasillo que nos lleva al TWA Hotel, de peli de terrorEl psicodélico pasillo que nos lleva al TWA Hotel, de peli de terror
El espectacular hall del TWA Hotel, aunque no son recepcionistas, sino modelosEl espectacular hall del TWA Hotel, aunque no son recepcionistas, sino modelos
Memorabilia de TWA por casi todas partesMemorabilia de TWA por casi todas partes
La decoración del TWA Hotel nos recuerda a Mad MenLa decoración del TWA Hotel nos recuerda a Mad Men

Reserva

Pasar la noche en el TWA Hotel no es barato, a más de 200 dólares por habitación. Afortunadamente, el hotel permite ser reservado por horas a precios más económicos directamente desde su web y así utilizar todas sus instalaciones, incluida su ya célebre piscina. TWA Hotel no pertenece a ninguna cadena hotelera.

Check in

Nada más salir del ascensor que conecta con la Terminal 5 del JFK nos encontramos con algo de memorabilia de la aerolínea y algún repaso a su historia en forma de display interactivo. Todo muy chulo salvo por un detalle: nadie te indica dónde hay que ir a realizar el check-in. Recorriendo un largo pasillo un empleado nos dirige hacia la zona inferior derecha del edificio principal, donde se encuentra este área.

Los mostradores de check-in emulan a los de un aeropuerto y el proceso te lo realizas tú mismo con la ayuda de un iPad en el mostrador. Hasta crearte tu propia tarjeta. Se agradecen sistemas así para agilizar el proceso pero sorprende la poca presencia de empleados y su nulo interés por ayudar. Más que empleados el hotel parece disponer de modelos que posan sonrientes a la entrada con uniformes típicos de la época.

Para acceder a tu habitación debes volver a recorrer el enorme pasillo y dirigirte hacia tu edificio, donde un ascensor te da acceso a cada piso. En mi caso las tarjetas del check-in no funcionaban y tuve que hacer todo el camino de nuevo hasta la recepción y que un empleado me ayudase a regañadientes. Por el precio al que se cotiza el hotel (y todos los ingresos que consiguen vía extras) el personal debería ser mucho más atento.


Instalaciones

La mayoría de las instalaciones se encuentran en el precioso edificio central del hotel. Una recepción con un panel de salidas de la época nos da la bienvenida en un espacio abierto donde se integran, además del área de recepción, un food court, el Paris Café, una tienda, un gimnasio y salas de eventos varios. El gimnasio, abierto 24 horas, es enorme, tal vez demasiado grande para un hotel de aeropuerto en el que normalmente sólo vas a pasar unas horas o, a lo sumo, un día. Es gratuito para los huéspedes del hotel, aunque cualquiera que lo desee puede comprar un acceso por separado.

El Paris Café, con decoración futurista de la época, cuenta con vistas al aeropuerto. Aunque el plato fuerte del hotel es la piscina - bar, situada en la azotea de uno de los edificios: climatizada y con vistas a la pista, puedes ver despegar y aterrizar aviones mientras te das un chapuzón. Poco más se puede pedir aunque, como el gimnasio, los no clientes del hotel pueden comprar el acceso y no es excesivamente grande, por lo que se puede saturar en hora punta.

La piscina del Hotel TWA, con vistas a la pista del JFKLa piscina del Hotel TWA, con vistas a la pista del JFK

Y estacionado a las puertas del edificio principal está Connie, un avión de la época que mantiene la decoración de 1958 y al que ocasionalmente se puede acceder para tomar un cocktail dentro. Digo ocasionalmente porque también se puede alquilar para eventos privados y es (bastante posible) que te lo encuentres cerrado.

Connie, el avión de TWA reconvertido en barConnie, el avión de TWA reconvertido en bar
España y oléEspaña y olé

Completan las instalaciones del hotel una tienda en la que puedes adquirir variado merchandising de TWA porque una cosa está clara: el hotel quiere hacer caja con tu visita.


Habitación

Buena prueba de ello es la habitación, decorada de manera impecable mezclando modernidad con toques de la época pero donde todo parece estar a la venta. Los lápices de encima de la mesa, a la venta; el albornoz o el paragüas, a la venta; hasta el kit de champú y gel en su estuchito está a la venta, ya que si te quieres duchar y no pagar tienes que utilizar los botes grandes de la pared.

Dicho esto, se trata de una habitación pequeña pero moderna, que huele a nuevo (faltaría menos en un hotel recién inaugurado) y donde se pueden encontrar joyas como un teléfono de rueda de esos que muchos millennials serían incapaces de hacer funcionar. La tele, plana y moderna eso sí, junto a un sistema de domótica que controla toda la habitación, incluidas persianas y estores. La habitación cuenta además con un minibar bastante completo, tanto de bebidas como de snacks.

La habitación del TWA Hotel, sencilla pero eleganteLa habitación del TWA Hotel, sencilla pero elegante
Un teléfono con rueda para llamar como en el siglo pasadoUn teléfono con rueda para llamar como en el siglo pasado

Servicio

Como ya he comentado anteriormente, el hotel parece estar repleto de modelos que pululan por ahí en traje de época más que de empleados que deberían ayudarte. Mención aparte merece el Café Paris: si los restaurantes de aeropuerto ya suelen ser caros, espera pagar aquí un plus por el escenario. Además, con un servicio terrible, lo que lo convierte en una mala idea para parar si tienes una escala corta entre vuelo y vuelo.

Más de media hora de espera y 23 dólares + impuestos + propina para una triste tostada de aguacates con salmón y huevo. Se dejaba comer (y seguramente mejor que en cualquier otro local de aeropuerto) pero por ese precio esperarías muchísimo más.

El Café Paris del TWA HotelEl Café Paris del TWA Hotel
Tostada con aguacate y salmón por 30 dólaresTostada con aguacate y salmón por 30 dólares

Resumen

El TWA Hotel del Aeropuerto JFK de Nueva York es toda una joya, tanto arquitectónica en su edificio principal como nostálgica para los geeks de la aviación. Una parada obligada si estás en el aeropuerto a donde es más recomendable acudir como si de una atracción turística se tratase, evitando hospedarte en él si es posible. Aunque puede reservarse por horas, sus principales atractivos se pueden visitar por separado, como la piscina, donde puedes descansar unas horas tirado en una tumbona por el precio de un mojito (caro) sin tener que pagar habitación.

Si aún así decides hospedarte en él, es posible pasar toda tu estancia sin interactuar ni un segundo con un humano, lo cual tampoco dice mucho de su atención al cliente. Habrá que ver si una vez pase la fiebre inicial de la apertura mejora sus servicios o acabará con un futuro incierto.

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Nota: 6/10

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