Berlín no es ninguna desconocida para el turista medio, especialmente desde la última década, cuando la capital alemana ha alcanzado una gran popularidad. Todo el mundo sabe lo que debe visitar cuando acude hasta allí: la puerta de Brandenburgo, el monumento a los judíos, el Muro de Berlín, el Reichstag... Son iconos de la ciudad que se han explotado hasta la saciedad por los turistas. Sin embargo, Berlín es una ciudad que ofrece mucho más que esto.
Una ciudad que se caracteriza por su diversidad cultural, sus diferentes barrios, su centro indefinido y su enorme historia, tiene muchísimos rincones desconocidos que, sin embargo, son la verdadera esencia de la capital. Lo ideal, por eso, es visitarla con un guía local que te lleve a sitios que un turista nunca apuntaría como imprescindibles y que te ayude a perderte por las calles más recónditas de la ciudad.
Pero como no todo el mundo puede tener uno, en este artículo te contamos algunos de los lugares más peculiares de la famosa capital alemana. Diversas experiencias fuera de lo común que harán que aproveches de verdad tu viaje y que, además de los típicos lugares (que también debes visitar), encuentres el alma de la ciudad.
1 Mauerpark
Si te encuentras un domingo en Berlín y preguntas a cualquier persona por el plan perfecto, la mayoría te dirá que acudas a Mauerpark. Allí, todos los domingos montan un mercadillo donde puedes encontrar cualquier cosa que puedas imaginar : antigüedades, ropa, discos de vinilo, muebles... inundan la superficie de un parque al que se desplazan cientas de personas.
Pero el mercadillo no es lo único que encontrarás en este lugar. A partir de las dos o las tres de la tarde, la música empieza a sonar. Da comienzo así un karaoke en torno al cual se distribuye gente de todas las culturas para cantar, bailar, reír y divertirse. Sin duda, es algo digno de vivir, sobre todo considerando Berlín como una gran ciudad multicultural.
2 La galería de grafitis del Cassiopeia
Este lugar representa las entrañas del Berlín más reivindicativo. Se encuentra en Friedrichshain, uno de los barrios más alternativos de la ciudad y, si te decides por visitarlo, te encontrarás con grandes galerías de arte urbano de día y bares y discotecas de noche. Además, un dato curioso es que se trata de las antiguas naves industriales de la República Democrática Alemana.
En Cassiopeia, podrás visitar de día tanto sus graffitis como su autobús abandonado y sus grandes instalaciones. Pero cuando cae la noche, se convierte en bar, discoteca, local para fiestas, conciertos y hasta cine de verano. Es un lugar con identidad propia, muy cerca de la East Side Gallery e ideal para pasar las noches de verano.
3 El parque de atracciones abandonado de Spreepark
Es uno de los monumentos en memoria de los soviéticos caídos en la Segunda Guerra Mundial. Se trata de un parque de atracciones inagurado en 1969 en exclusividad para la República Democrática Alemana. Tras su caída, el Spreepark cayó con ella, como muchas otras cosas.
Los desacuerdos burocráticos y económicos y la dejadez, acabaron llevando al parque al abandono. Tras más de dos décadas, se ha convertido así en un fantasmagórico parque de atracciones con montañas rusas oxidadas y llenas de vegetación.
4 Monbijou Park
Es un parque situado al norte de la Isla de los Museos, a orillas del río Spree. Se trata de un lugar ideal para relajarte, disfrutar del sol en sus zonas verdes, tumbarte en sus hamacas o adentrarte en sus cafeterías, bares y restaurantes. Además, si te gusta el teatro y manejas el alemán, no puedes perderte el Monbiju Theater, donde podrás disfrutar de actuaciones de primera calidad en el idioma local.
Por otro lado, el parque Monbijou ofrece una actividad muy particular: al atardecer, los 7 días de la semana hasta octubre (y siempre que lo permite el tiempo) se ofrecen clases de baile. La música, los bailes bajo el atardecer, y la sensación de estar rodeado de maravillas arquitectónicas, convertirán ese momento en inolvidable y harán que te enamores de la ciudad.
5 Prenzlauer Berg
Esta zona acogía en la época comunista a los disidentes y resistentes al régimen. Hoy en día, se ha convertido en una zona llena de bares y restaurantes a los que acuden las jóvenes familias berlinesas. Es un lugar que te sorprenderá por sus edificios , pues en esta zona del distrito de Pankow, muchos de ellos sobrevivieron a los duros bombardeos de la guerra.
Muchos locales mantienen en su interior una decoración característica del año de su construcción, que podría ser hasta el año 1904. Representa así todo un logro en una ciudad que se vio duramente afectada tras las grandes guerras.
6 Tempelholf, aeropuerto abandonado
Este aeropuerto, que cerró sus puertas en 2008, pasó a convertirse en un parque. En él puedes recorrer las distintas pistas de aterrizaje tanto en bicicleta como a pie. Se ha convertido en un sitio al que acuden jóvenes y familias para pasear, pero además, se trata de un lugar muy destacado en la historia de Berlín.
Este aeropuerto fue el que mantuvo con vida al Berlín Oeste cuando Stalin llevó a cabo su bloqueo en 1948. Además, ha sido escenario de famosas películas, como la de Indiana Jones, cuando lo utiliza para escapar de la Alemania nazi.
7 Lago Schlachtensee
Uno de los mejores planes para hacer en Berlín en verano es bañarse en uno de sus muchos lagos. El de Schlachtensee es uno de los más frecuentados por los berlineses pues, aunque queda lejos del centro, se encuentra en el perímetro de la ciudad.
Puedes acceder a él tanto en tren como en metro. Es un lago donde además de tomar el sol y darte un chapuzón, podrás disfrutar de actividades acuáticas como un paseo en barca. Se convierte en una zona muy concurrida en los meses en los que el calor aprieta, pues a falta de playa, bueno es un lago, y más si tienes la posibilidad de relajarte en una barca.
8 Vida nocturna
Berlín y la fiesta van de la mano. Todo el mundo habla maravillas de la vida nocturna de la capital alemana, y es que la oferta de ocio nocturno es enorme. Entre las mejores propuestas se encuentran Berghain, Sishypos, Visionaere, Matriz, Watergate o About Blank, entre muchos otros.
Sin embargo, si buscas algo totalmente distinto, no pierdas la oportunidad de visitar Kreuzberg. Cuando se unificó Alemania en 1990, las autoridades locales unieron este barrio con el de Friedrichshain en un distrito único, a pesar de que nada tienen que ver el uno con el otro.
La población inmigrante es muy característica de Kreuzberg y le otorga un ambiente distinto al resto de barrios de la capital alemana. Pero es que además, es una zona perfecta para salir de fiesta. Allí encontrarás locales con hip-hop, indie o pop que se aglutinan en Kottbuser Tor, una zona conocido como die Trinkhalle (salón de la bebida).
De entre los locales preferidos en esta zona destaca Möbel Olfe, un bar que destaca por una decoración con un mobiliario retro presente en todas partes, hasta en las paredes, donde encontrarás hasta sofás colgados. Esto es algo muy característico de los conocidos como 'pubs ruina' que puedes encontrar en lugares como Praga o Budapest.
9 El cine Kino International
Se encuentra en la Karl-Marx-Alle y era el cine por excelencia del régimen comunista de la RDA. Este edificio, al contrario que la mayoría de edificios de la avenida central de Berlín Este, se conservó tal y como estaba cuando actuaba como lugar de recibimiento de los altos mandatarios y la clase alta del país socialista. Es un tesoro artístico que guarda el estilo decorativo de mitad del siglo XX, lo que hoy se considera como 'vintage'. Este antiguo cine es hoy un escenario para exposiciones, djs internacionales, pasarelas y, por supuesto, sesiones de cine.