Qué ver en Venecia en 2 días: una ruta para conocer lo imprescindible de la Reina del Adriático

Aunque todos los caminos llegan a Roma, el sendero se corta al norte de Italia, donde una laguna del mar Adriático conformada por multitud de pequeñas islas constituyen la excepción de aquel dicho. En Venecia, las vías terrestres se sustituyen por un laberinto de canales del que ningún turista quiere escapar. Todos ellos conforman las verdaderas calles de una urbe que ha sabido adaptarse a su geografía y hacer de ella su principal atractivo turístico. Cientos de palacios, basílicas e iglesias terminan de dar forma a un casco histórico que también se ve inundado por el arte y la cultura, con excepcionales monumentos que en 1987 se ganaron el corazón de la UNESCO, quien declaró todo el centro de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad.

Sin duda, Venecia es el destino perfecto para los amantes de la historia y el arte. Sus escasas calles y sus muchos canales rezuman cultura y tradición, no siendo pocos los turistas que tienen que regresar a la Reina del Adriático para seguir descubriendo secretos que les faltó por averiguar en visitas anteriores. No obstante, para conocer los imprescindibles de la ciudad son suficientes 2 días, habiendo tiempo también para el descanso, el disfrute del ambiente veneciano y sus canales a bordo de una góndola o momentos para el paladar y gozar de su gastronomía en sus bares y restaurantes.

Día 1San Marcos, Dorsoduro y San Polo

Al igual que ocurre con otros destinos, en Venecia también es adecuado comenzar el viaje con un tour que nos ubique en la ciudad. Acompañado de un guía especializado, la contratación de esta actividad ayuda a situarse en la historia de la que un día fue la Serenísima República, descubriendo el papel que jugó en el Mediterráneo, y en Europa general, y que explica la belleza que desprende un casco histórico en el que las calles se han sustituido por canales y en donde es posible encontrar una iglesia o palacio en cada rincón.

Plaza de San Marcos

Una vez realizada la visita panorámica, es hora de comenzar a conocer más en profundidad los monumentos y barrios de Venecia. Lo mejor es iniciar la ruta por la Plaza de San Marcos, que no solo es el principal atractivo turístico, sino también su verdadero centro económico, social, político y religioso desde los albores históricos de la ciudad. En ella no hay que perderse la Basílica de San Marcos, el Campanile y el Palacio Ducal; los tres monumentos precisan aproximadamente tres horas para poder conocerlos en profundidad.

La veneciana Plaza de San Marcos suele inundarse cuando sube la marea

Basílica de San Marcos y Campanile

La Basílica de San Marcos es el principal templo de Venecia, ya que es la catedral de la ciudad y sede del Patriarcado veneciano. Más allá del significado religioso, es fundamental acceder al interior, uno de los grandes monumentos de toda la región del Véneto, ya que su origen se remonta al siglo XI, dentro del período bizantino, cuando fue construido para albergar las reliquias de San Marcos, el Evangelista. No obstante, la iglesia ha sido reformada y ampliada a lo largo de su historia, por lo que también destacan las muestras góticas y del Renacimiento.

Fachada de la Basílica de San Marcos, que es también la catedral de Venecia

La Basílica de San Marcos es sinónimo de dorado en su interior. De entre los elementos que no hay que perderse, sobresalen los impresionantes mosaicos del siglo XIII que coronan la cúpula y representan la Ascensión, con Cristo como principal protagonista de la escena. Del mismo modo, la Pala d'Oro, como así se conoce al retablo mayor, es una verdadera joya del arte y orfebrería realizada en oro, plata y piedras preciosas realizado en el siglo XII, estando situado en el centro uno excepcional Pantocrátor que refleja la auténtica Majestad de Cristo. La visita se completa con la subida al Campanile, desde donde se contempla una gran panorámica de Venecia.

Palacio Ducal

La visita a la Plaza de San Marcos no puede terminar sin acceder al Palacio Ducal, el centro político de la Serenísima República de Venecia y hogar de los máximos dirigentes de la misma, a los que se conocían como 'dux'. Se trata de un magnífico edificio de estilo gótico que incluye también una prisión y cuya entrada ayuda a repasar la historia de la ciudad mientras que se descubren cada una de sus diferentes y peculiares estancias.

Basílica de Santa María della Salute

Después de haber finalizado la visita a la Plaza de San Marcos y los monumentales edificios que alberga, la siguiente parada en la ruta del primer día en Venecia es la Basílica de Santa María della Salute, situada en el Barrio de Dorsoduro, al otro lado del Gran Canal, pudiendo cruzarlo de forma económica con el Traghetto di Punta della Dogana. Se trata de uno de los principales templos católicos de Venecia, ya no solo por sus imponentes dimensiones y su belleza barroca, sino también por su historia. Fue construida como 'ex voto' de la población en agradecimiento por el fin del brote de peste que asoló a la Serenísima República en 1630.

La Basílica de Santa María della Salute es uno de los principales edificios barrocos de Venecia

Fueron necesario 56 años para proceder a la construcción de la Basílica de Santa María della Salute, pero la espera mereció la pena, ya que actualmente sigue siendo uno de los grandes monumentos de la ciudad, siendo visible su majestuosa cúpula desde cualquier punto. En su interior sobresalen varias obras de Tiziano, tanto en el techo del templo como en la propia sacristía. Cabe destacar que el 21 de noviembre se celebra Nuestra Señora de la Salud, una de las grandes fiestas de Venecia cuyo principal epicentro lo encontramos en la basílica, hasta donde se realiza un paseo de barcas desde la Plaza de San Marcos que cruza el Gran Canal.

Ca' Rezzonico

Continuando el recorrido por el Barrio o Sestiere de Dorsoduro, y en la misma orilla del Gran Canal, se encuentra otro de los atractivos turísticos que hay que contemplar en la zona : Ca' Rezzonico. Se trata de uno de los palacios más interesantes de la ciudad que ha sido reconvertido en un museo de 3 plantas en el que es posible conocer cómo era la vida de la nobleza veneciana. El edificio fue construido en la segunda mitad del siglo XVII y, en caso de que haya tiempo suficiente, es muy recomendable su visita interior.

Galería y Puente de la Academia

El Puente de la Academia es uno de los cuatro que cruzan el Gran Canal y comunica el barrio de Dorsoduro con el distrito de San Polo. Se encuentra realizado en madera y es uno de los más transitados de la ciudad. Recibe su nombre de la Galería, una de las principales pinacotecas de Italia y lugar de paso obligado para todos los amantes de la pintura. Sin embargo, todos aquellos que no sean seguidores de contemplar cuadros, pueden omitir el acceso a este espacio, puesto que les parecerá una visita pesada.

El origen de la Galería de la Academia de Venecia se remonta al siglo XVIII y congrega en un mismo edificio las grandes obras de los artistas venecianos y de la región del Véneto, con nombres tan destacados como Bellini, Tintoretto, Tiziano, Canaletto o Longhi. Todos estos maestros no solo marcaron el destino de la Serenísima República, también del conjunto de la historia del arte europeo.

Basílica de Santa María Gloriosa dei Frari

Una vez que los visitantes han cruzado el Puente de la Academia, se adentran en el distrito de San Polo, uno de los seis en los que se divide Venecia, siendo este el más pequeño de todos y uno de los más antiguos. En el corazón de dicho barrio se levanta la Basílica de Santa María Gloriosa dei Frari, cuyo estilo gótico contrasta con el gusto barroco de la de Santa María della Salute previamente visitada. Además, está realizada en ladrillo y de su arquitectura exterior destacada el campanile, el más alto de la ciudad después del de San Marcos. En su interior descansan los restos de Tiziano, uno de los grandes maestros de la Escuela Veneciana.

Puente de Rialto

La última parada turística del primer día de ruta por Venecia es el Puente de Rialto. Se trata del viaducto más antiguo que cruza el Gran Canal y une San Polo con el distrito de San Marcos. Fue construido a finales del siglo XVI y su arquitectura se configura por un solo arco y dos rampas. A pesar de la utilidad de poder cruzar de un lado a otro de la ciudad, no deja de ser un auténtico monumento; de hecho, es una de las postales típicas de la ciudad, aunque siempre esté repleto de turistas.

El Puente de Rialto es uno de los principales atractivos turísticos en Venecia

Día 2Castello y Cannaregio

Durante el segundo día en Venecia, y después de haber disfrutado de un rico desayuno, la ruta continua por el centro de la ciudad, para después proseguir también por alguno de los rincones más increíbles de los distritos de Castello y Cannaregio. Todavía son muchos los monumentos de la Serenísima que quedan por descubrir, habiendo reservado para esta segunda jornada algunos de los más sorprendentes.

El Palacio Contarini del Bovolo se ha convertido en uno de los mejores miradores del centro de Venecia

Palacio Contarini del Bovolo

De los muchos palacios que alberga el centro de Venecia, sin duda el de Contarini del Bovolo es imprescindible. Fue construido en el siglo XV, por lo que su arquitectura responde al gótico tardío. El elemento más llamativo del edificio es la torre, conformada como una verdadera escalera de caracol que conduce hasta uno de los mejores miradores de la ciudad, desde donde se puede admirar la red de canales y alguno de los monumentos más famosos de la Reina del Adriático.

Librería Acqua Alta

En el corazón del distrito de Castello, ningún turista puede dejar de visitar la Librería Acqua Alta, una de las más curiosas y bonitas de todo el mundo. Hasta hace unos años era uno de los grandes secretos de Venecia, pero hoy en día se ha convertido en un atractivo turístico más de la ciudad, siendo incluso recogida en muchas guías de viaje como uno de los lugares por los que hay que pasar. Se puede entrar por el acceso de la Calle Longa Santa Maria Formosa o por el de la Calle Pinelli.

Escalera de libros de la Librería Acqua Alta que da acceso a su terraza

La Librería Acqua Alta se dedica a la venta de libros de segunda mano, por lo que el olor a polvo, humedad y a papel usado inunda todo el espacio. La curiosa góndola que preside el establecimiento está repleta de ellos y su finalidad es evitar que se estropeen en caso de inundación. Además, en la parte trasera hay una terraza a la que se accede a través de una verdadera escalera de libros viejos que sorprende a todos los turistas que se atreven a subir por ella.

Basílica dei Santi Giovanni e Paolo

La siguiente parada en el Barrio de Castello es la Basílica de San Juan y San Pablo, el principal monumento de este distrito, además de iglesia más grande de Venecia. Está dedicada a estos santos que no son los Apóstoles, sino dos mártires cristianos originarios de Roma, en el siglo IV, cuya existencia es bastante difusa. El templo es puramente gótico y se construyó en ladrillo, a lo largo de casi un siglo. Sin embargo, a nadie le extraña este dato dadas sus espectaculares dimensiones.

La Basílica dei Santi Giovanni e Paolo está construida en ladrillo y es la más grande de Venecia

Dentro de la Basílica se pueden admirar las tumbas de 27 'dux' de la Serenísima República de Venecia, así como multitud de obras de arte de la Escuela Veneciana. Merece la pena recorrer la nave del templo y dejarse sobrecoger por su inmensidad. Una vez que se regresa al exterior, hay que admirar también la fachada renacentista de la Scuola Grande di San Marco, situada junto a la iglesia y actualmente reconvertida en hospital.

Barrio de Cannaregio

El distrito de Cannaregio se emplaza al norte de la ciudad, siendo el más poblado y extenso de todos. Desde un punto de vista turístico, el barrio dispone de diversas iglesias de culto católico, aunque su principal atractivo es el gueto judío, que se estableció a comienzos del siglo XVI y fue el primero de estas características en todo el mundo. El confinamiento de la comunidad hebraica finalizó en tiempos de Napoleón Bonaparte, que les otorgó la gracia de entrar y salir libremente del barrio, pero sin posibilidad de habitar en otra parte de la ciudad. La libertad absoluta llegaría con la fundación del Estado italiano. A continuación recogemos lo principal que hay que ver en Cannaregio.

• Campo del Ghetto Nuovo : Es la principal plaza del gueto judío, que destaca por los edificios altos con multitud de viviendas amontonadas. Cabe señalar que en la zona llegaron a vivir hasta 5.000 judíos, lo que explica que las casas presenten esta fisionomía tan peculiar.
• Scuola Spagnola : Es la sinagoga más grande de Venecia y fue fundada en el siglo XVI por sefardíes, es decir, judíos procedentes de los reinos españoles, como Castilla o Aragón, que habían sido expulsados de los mismos por decreto de los Reyes Católicos en 1492.
• Monumento del Holocausto : Uno de los lugares más impactantes de Cannaregio es el monumento a las víctimas del holocausto. Se encuentra ubicado en el punto exacto en el que se reunían a los judíos del barrio y desde donde se decidía cuál iba a ser su destino. Seguramente sea la parada más dura de la ruta turística debido a su significado histórico.
• Museo Judío : Aquellos que se queden con ganas de seguir descubriendo los secretos del gueto judío, no deben perderse el Museo Communità Ebraica, que organiza visitas guiadas por el mismo y muestra las diferentes sinagogas que perviven en la zona.

Paseo por el Gran Canal al atardecer

Para terminar la ruta por Venecia y poner el broche de oro a dos increíbles días en la Reina del Adriático, el plan perfecto es surcar el Gran Canal al atardecer. Quienes dispongan de mayor presupuesto pueden hacerlo a través de una romántica góndola, mientras que el común de los mortales optan por el vaporetto, concretamente la Línea 1.

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Desde el Gran Canal se contemplan los mejores atardeceres de Venecia

Este autobús acuático va recorriendo lentamente el principal canal veneciano, desde la estación de autobuses, situada en Piazzale Roma, hasta la Isla de Lido, haciendo paradas en puntos tan emblemáticos como la Plaza de San Marcos. Su precio es de 7,50 euros por persona y viaje, siendo válido para 60 minutos.