Salamanca es la ciudad del río Tormes, que dio apellido al famoso Lazarillo que corrió sus fortunas y adversidades allá por el siglo XVI. También es lugar en el que se sitúa el huerto de los enamorados más famosos de la literatura castellana, Calixto y Melibea, cuyo amor se forjó gracias a La Celestina. No hay que olvidar tampoco que Salamanca es la urbe renacentista por excelencia de la submeseta norte, aunque el barroco churrigueresco, prácticamente un estilo endémico, lo eclipsó todo. Pero si por algo es conocida principalmente es por ser la ciudad universitaria más famosa e importante de España.
¿La más antigua de España?
La creencia popular sostiene que la Universidad de Salamanca es la más antigua de España, pero hay que recurrir a los libros de historia para demostrar que esto no es cierto. Fue en Palencia donde se fundó en 1212 el el Studium Generale gracias a Alfonso VIII de Castilla, convirtiéndose en el primer centro de enseñanzas superiores de los reinos españoles a fin de seguir los pasos de sus homónimos europeos de Bolonia, París u Oxford. No sería hasta 1218 cuando el leonés Alfonso IX decidió imitar a sus vecinos castellanos al otorgar el título de Studium Generale a la escuela catedralicia de Salamanca, compitiendo contra la de Palencia y ganando la lucha, ya que consiguió hacerla desaparecer a finales del siglo XIII.
Por tanto, no es correcto decir que en Salamanca se encuentra la universidad más antigua de España, porque ese reconocimiento pertenece de manera vitalicia a la extinta de Palencia, que sirvió de inspiración para asentar el espíritu universitario en el resto del país, destacando la apertura de otros Estudios Generales, además de en la ciudad del Tormes, en Valladolid o Sevilla. En definitiva, los salmantinos sí que pueden presumir de tener la universidad española y del mundo hispano en funcionamiento con más años de historia a sus espaldas.
Qué ver en la Universidad de Salamanca
Aunque después de más de ocho siglos desde su creación continúa en funcionamiento, formando estudiantes a los que se trata de inculcar la importancia de intercambiar ideas, del debate, de investigar para que la sociedad continúe avanzado y del conocimiento para el crecimiento personal del ser humano, la Universidad de Salamanca no deja de ser un tesoro de la cultura española que hay que visitar y conocer en primera persona. Los turistas se mezclan con sus alumnos admirando la belleza artística que presentan sus históricos edificios, aunque no es gratuito visitarlos.
Colegio Mayor de San Bartolomé
Aunque la fundación de la Universidad de Salamanca se produjo en el siglo XIII, no fue hasta comienzos del siglo XV cuando se construyeron los primeros edificios propios de la institución. Hasta entonces, las clases y enseñanzas eran impartidas en las dependencias de las Catedral Vieja, véase en su claustro, y en algunas iglesias de la ciudad, como la de San Benito. En 1401 comenzó la construcción del Colegio Mayor de San Bartolomé, cuyo lema es "Sabiduría, Libertad, Justicia y Mérito", estando situado a escasos metros del templo catedralicio. También conocido como Palacio de Anaya, el edificio que acoge el actual colegio mayor es de estilo neoclásico, ya que el original del siglo XV se dañó gravemente como consecuencia del Terremoto de Lisboa de 1755.
La fachada principal puede recordar al Congreso de los Diputados, ya que presenta unas imponentes columnas jónicas que sostienen el frontón. Una vez dentro, el patio principal de doble altura con sus galerías de columnas es el elemento más destacado, sobre todo por los vítores -nombres de alumnos que se han doctorado escritos en la pared- de sus muros. Como curiosidad, hoy en día es la sede de la Facultad de Filología y la cafetería está en las antiguas caballerizas. Por su parte, el aulario es la antigua Hospedería en la que daban clase los más humildes, siendo su arquitectura original del siglo XVIII firmada por Joaquín Churriguera.
Las Escuelas Mayores
El siguiente edificio que se planteó para la Universidad de Salamanca fue el de las Escuelas Mayores, cuya fachada es la postal más famosa de esta institución ante la que miles de turistas se paran para buscar la famosa rana o contemplar su belleza. El centro necesitaba nuevas dependencias porque cada vez contaba con más estudiantes, tanto nacionales como internacionales que la visitaban, por lo que se hizo necesaria la ampliación en 1411, siendo ordenada por Benedicto XIII, el famoso Papa Luna. La portada que todo el mundo fotografía es una de las mejores representaciones del estilo renacentista y plateresco en España, está totalmente tallada en piedra y en ella se encuentran las efigies de los Reyes Católicos, que la presiden en un medallón central, el emperador Carlos I y su madre la Reina Juana I de Castilla 'La Loca', la imagen del pontífice y alegorías de Venus y Hércules.
Para acceder al interior y recorrer sus diferentes salas, hay que pagar una entrada cuyo coste es de 10€, existiendo un descuento del 50% para miembros de familia numerosa, jubilados, estudiantes y grupos que superen las 20 personas. El edificio está organizado en torno a un patio central de estilo monacal en el que crece una secuoya traída desde América. En la primera planta están las antiguas aulas, entre las que sobresale en la que impartió clases el humanista y poeta Fray Luis de León en el siglo XVI.
El paraninfo es la principal sala, lugar en el que se celebraban los grandes actos de la universidad, y también hay que visitar la Capilla de San Jerónimo. Del mismo modo, la escalera principal es un tesoro del arte renacentista español, teniendo que fijarse el visitante en su recargada simbología. Finalmente, en la segunda planta se visita la biblioteca, a la que se accede por una reja gótica y que contiene importantes volúmenes.
Las Escuelas Menores
En 1428 comenzó la construcción de las Escuelas Menores, en la misma plaza en la que se encuentran las mayores. En este complejo, los estudiantes obtenían el título de Bachiller. Al igual que los otros edificios, su aspecto es plateresco, y se accede a ellas a través de dos arcos sobre los cuales está representado el escudo del emperador Carlos I. Además de su patio, joya también de la arquitectura renacentista de la ciudad, lo más interesante es el llamado Cielo de Salamanca, una pintura mural que adornaba los techos de la antigua biblioteca de las Escuelas Mayores y de tema astronómico. Para poder contemplarlo, no es necesario pagar entrada, su acceso es gratuito.
Hospital del Estudio
El rey Juan II de Castilla cedió una serie de terrenos a la Universidad de Salamanca para la fundación de su hospital. Está situado en la misma Plaza de las Escuelas y, aunque su estilo primitivo correspondería con el gótico, se estilizó al gusto del renacimiento para que existiera una armonía con la fachada de las Escuelas Mayores. Actualmente es la sede del Rectorado, aunque hay que pararse a contemplar su sencilla fachada. Está formada por una puerta con doble entrada dedicada a Santo Tomás de Aquino, cuya estatua está enclavada en ella, además de estar coronada por las armas de los reinos de Castilla y de León.
Casa Museo de Unamuno
Miguel de Unamuno fue rector de la Universidad de Salamanca en tres ocasiones, hasta que fue depuesto por el dictador Franco en octubre de 1936, ya que se había postulado en contra del fascismo que se había instalado en España tras la Guerra Civil. De hecho, una de las frases por las que ha pasado a la historia es aquella en que afirmó abiertamente delante de José Millán-Astray, fundador de la Legión, " venceréis, pero no convenceréis ". Su posición provocó su arresto domiciliario, muriendo el 31 de diciembre de ese mismo año.
La Casa-Museo de Unamuno es otro de los edificios que forman parte de las dependencias históricas de la Universidad de Salamanca. Se trata de la casa del rector, construida en el siglo XVIII en estilo barroco, y que por tanto fue ocupada por este grandísimo escritor de la Generación del 98. De hecho, es en este lugar en el que escribió algunas de sus más famosas novelas. Aunque su acceso no es gratuito, merece la pena entrar y acercarse un poco más a la vida de Miguel de Unamuno.
Curiosidades históricas
Para terminar de conocer todo sobre la Universidad de Salamanca, también hay que hablar de alguna de sus curiosidades históricas. Cabe destacar que en sus muros se llevaron a cabo muchos de los debates sobre la expedición que iba a emprender Cristóbal Colón hacia Las Indias por el oeste, cuyo resultado fue el descubrimiento de América. Del mismo modo, Fray Luis de León, que como hemos dicho ejerció de profesor de Teología en la universidad salmantina, fue detenido por la Inquisión por su traducción del Cantar de los Cantares al castellano o su crítica a la Vulgata, pero cuando regresó cuatro años comenzó la clase con un "decíamos ayer...".
Si todavía sigues estudiando, encontrar la rana de la fachada de las Escuelas Mayores te asegurará el aprobado según cuenta la leyenda, aunque, parafraseando a Miguel de Unamuno, " no es lo malo que vean la rana, sino que no vean más que la rana ". Abrir los ojos y la mente al conocimiento, explorar todas las opiniones y argumentos y progresar hacia el crecimiento a través del conocimiento. Solo así podremos ver más allá y no quedarnos anclados en esa rana. Esto es la universidad.