"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor ". Esta famosa seguidilla forma parte de "El Ingenioso Hidalgo de Don Quijote de la Mancha", magna obra de Miguel de Cervantes y primera novela moderna de la literatura mundial. Aunque no se sabe con certeza a qué lugar de La Mancha se podía estar refiriendo el autor, durante toda la trama se suceden numerosas aventuras en otros rincones de esta comunidad autónoma española, lo que ha dado pie a la creación de una fantástica ruta con la que seguir los pasos del Quijote y su escudero, Sancho Panza.
El Quijote marcó un antes y un después en la narrativa europea, habiendo traspasado también su éxito las fronteras de este viejo continente, por lo que no es de extrañar que turistas chinos o norteamericanos quieran visitar algunos de los lugares que aparecen en esta novela cuando visitan España. Aunque la ruta literaria de toda la obra también pasa por otros sitios localizados fuera de La Mancha, es en esta región donde se concentran la mayor parte de las aventuras.
Una de las formas más utilizadas por algunos viajeros para hacer la Ruta del Quijote es la moto, un medio de transporte cómodo para desplazarse de un punto a otro y disfrutar del aire manchego y sus paisajes. Por su parte, les hay que prefieren decantarse por el tradicional coche o, incluso, contratar algunas excursiones que parten desde Madrid o Toledo y que discurren por los puntos más emblemáticos. Si eres de los que viajan por libre, te contamos a continuación en Bekia Viajes los lugares por los que tienes que pasar para vivir la Ruta del Quijote por Castilla-La Mancha, reservando tiempo para disfrutar del azafrán, el queso y el buen vino.
Mota del Cuervo
Dicen algunos expertos en la materia que el lugar del que Miguel de Cervantes no conseguía acordarse al comienzo del Quijote es Mota del Cuervo. Se trata de un pequeño municipio situado en la provincia de Cuenca y en cuyo paraje " Balcón de La Mancha " se puede visitar un nutrido grupo de siete molinos de viento. En uno de ellos, conocido como El Gigante, se encuentra situada la oficina de turismo de la localidad, siendo donde tratan de convencer al viajero de que estos gigantes son los auténticos contra los que batalló El Quijote, y no los de Consuegra o Campo de Criptana, pueblos que también tratan de alzarse con esta hazaña cervantina.
Entre los molinos, dos estatuas de hierro forjado representan a Don Quijote y su escudero, Sancho Panza, formando una postal que todos fotografían y se llevan de recuerdo en sus teléfonos móviles o cámaras, especialmente los días en los que brilla el sol, cuando el blanco de los muros encalados de los molinos reluce con más intensidad. Junto con este rincón, en Mota del Cuervo también hay que visitar la Reserva Natural del Complejo Lagunar de Manjavacas, en la cual se puede observar una espectacular colonia de flamencos, entre otras aves que habitan en este ecosistema.
Antes de proseguir la ruta hacia El Toboso, se puede hacer un pequeño desvío en el itinerario y acercarse hasta Belmonte, donde se puede visitar un fantástico castillo construido en el siglo XV y que constituye una de las mejores muestras de arquitectura civil gótica de la región. En él se descubre la historia de la emperatriz Victoria Eugenia de Montijo, a cuya familia pertenecía. Además, también se podría hacer una parada en alguna de las bodegas de esta región que forma parte de la la Denominación de Origen "Vino de la Tierra de Castilla", entre las que destacan Mont Reaga, a medio camino entre Belmonte y Mota del Cuervo.
El Toboso
Y de Mota del Cuervo nos vamos hasta El Toboso, distando una localidad de otra por tan solo 15 kilómetros pero que obliga a cambiar de provincia, estando ahora en la de Toledo. Todo aquel que haya leído algún fragmento de la novela de Cervantes recordará el nombre de Dulcinea, natural de El Toboso, la dama a la que El Quijote trataba de cortejar como buen caballero, aunque sin demasiado éxito. De la mano de este personaje se visita y descubre este pueblo manchego de casas blancas y larga historia a sus espaldas en el que hay muchos más atractivos turísticos que visitar además de los puramente cervantinos.
El principal centro de peregrinación de los seguidores del Quijote en El Toboso es la Casa-Museo de Dulcinea, un caserón de labranza del siglo XVI que, de acuerdo con la tradición, se cree que perteneció a Ana Martínez Zarco de Morales, la mujer en la que parece que se inspiró Miguel de Cervantes para dar vida al personaje femenino de su obra literaria. Este museo es una recreación de cómo era la vida en tiempos del autor, siendo más un centro etnográfico que un punto literario.
Para extraer el valor literario más auténtico, lo mejor es visitar el Museo de Humor Gráfico Dulcinea, en el que se recogen los diferentes dibujos y caricaturas que humoristas de todo el mundo han ido realizando a lo largo de la historia sobre la novela cervantina, y acercarse al Museo Cervantino, en donde se expone un conjunto de más de 700 ediciones del Quijote escritas tanto en lengua castellana como en otro idiomas del planeta, superando en muchos casos el valor literario al bibliográfico, y firmadas por políticos o personalidades ilustres.
Antes de continuar la ruta hasta la siguiente parada, en El Toboso también hay que reservar tiempo para contemplar su riqueza patrimonial. Uno de los principales monumentos es el Museo-Convento de los Trinitarios, de estilo herreriano y barroco con una importante colección de imaginería en su interior, o la Iglesia de San Antonio Abad, declarada Bien de Interés Cultural y que se cita en el propio Quijote, en concreto en el capítulo IX de la segunda parte, cuando le dice a su escudero "con la iglesia hemos dado, Sancho".
Campo de Criptana
Recorriendo 20 kilómetros desde El Toboso se llega hasta Campo de Criptana, otro de los rincones de Castilla-La Mancha en los que poder enfrentarse cual Quijote a los gigantes, aunque en este caso en la provincia de Ciudad Real. Los molinos de esta localidad presumen de ser de los más bonitos de toda la región, además de ser contra los que seguramente se enfrentaría el caballero a lomos de su rocín flaco, tal y como el propio Cervantes escribe al comienzo del capítulo VIII, al decir que " en esto descubrieron 30 o 40 molinos de viento que hay en aquel Campo... ".
Este conjunto del patrimonio industrial español está declarado Bien de Interés Cultural. En él se puede contemplar un conjunto de 10 molinos, tres de ellos del siglo XVI (Sardinero, Burleta e Infante) y los restantes construidos en el siglo XX (Inca Garcilaso, Cariari, Vicente Huidobro, Pilón, Lagarto, Culebro y Poyatos). Es posible contemplar la arquitectura interior, ya que algunos de ellos sirven de centros museísticos. En este sentido, destaca el molino Culebro, hoy en día Museo de Sara Montiel, actriz española de Hollywood y natural de Campo de Criptana, estando dividido en tres pisos en los que se pueden ver algunos de sus vestidos o el piano de "El último Cuplé".
Consuegra
En Consuegra se encuentra situado un nutrido grupo de doce molinos, los más importantes de la provincia de Toledo. Están situados en el Cerro Calderico y defienden al cercano Castillo de La Muela, una construcción de los siglos X y XIII y cuyo origen se remonta al propio Califato de Córdoba, como torre defensiva para la custodia de esta importante región. La altura a la que se encuentra situado todo este conjunto es perfecta para imaginar la lucha entre El Quijote y los molinos, además de también ser idónea para contemplar uno de los mejores atardeceres manchegos, viendo como el sol se oculta entre la amplia llanura de la submeseta sur.
Antes de que caiga el sol hay que recorrer las calles de Consuegra, que atesoran un rico inventario patrimonial. Los estilos gótico y mudéjar destacan sobre los demás, sobresaliendo la cripta de la Iglesia de Santa María la Mayor, el Convento de las Madres de la Inmaculada Concepción o el Palacio de San Gumersindo. Una buena época para visitar Consuegra es en el mes de octubre, cuando se celebra la Fiesta de la Rosa del Azafrán, el oro rojo que sostiene la economía local y que siempre ha sido una especia muy apreciada para preparar suculentos platos de la gastronomía española, como la paella.
Ossa de Montiel
Posiblemente pocas personas hayan oído hablar de Ossa de Montiel, pero sí de las Lagunas de Ruidera, situadas en este municipio de la provincia de Albacete. Esta localidad está ubicada a una hora en coche desde Consuegra, siendo el punto y final de esta Ruta del Quijote que os hemos propuesto en Bekia Viajes y que transcurre por los puntos imprescindibles.
Durante el camino, se puede hacer una parada en Aragamasilla de Alba, el lugar en el que Miguel de Cervantes estuvo preso y desde cuya celda se inspiró para dar forma al mundo del Quijote. En Ossa del Montiel hay que visitar la Cueva de Montesinos, de origen kárstico y declarada Bien de Interés Cultural. Es en ella donde transcurren muchas de las locas andanzas de este inusual caballero.