Si viajas a Polonia, no puedes irte del país sin acercarte un día a Poznan, una ciudad que te sorprenderá gratamente y que no mucha gente conoce. Es una de las más grandes del país, de hecho, Poznan era la capital de Polonia a finales del siglo X, cuando llegó al poder el primero de los monarcas polacos Boleslao I el Valiente.
A pesar de que el papel de capital fue otorgado después a Cracovia, Poznan continuó siendo una de las ciudades más importantes del país. A finales del siglo XVIII cayó bajo el dominio de Prusia, algo que recuperó tras la I Guerra Mundial. Sin embargo, todo empezó a ir cuesta abajo a raíz de la segunda gran guerra.
Polonia fue invadida por la Alemania nazi y solo dieciséis días después, pasó a estar en manos de la Unión Soviética. Es bajo su dominio cuando protagoniza un momento que le ha otorgado un importante papel en la historia: el levantamiento de 1956. Poznan fue la primera ciudad que se reveló contra el régimen comunista y, aunque fracasó, con la caída de la URSS encontró finalmente su libertad.
Esta ciudad polaca ha sido siempre, por su privilegiada situación geográfica, un importante centro de negocios y un núcleo de ferias y actividades comerciales nacionales e internacionales. Hoy en día sigue siendo así. Con una población de más de 500.000 habitantes, se instaura como provincia de la Gran Polonia 'Wielkopolska'. Además, es uno de los destinos Erasmus más frecuentes pues, de hecho, una quinta parte de sus habitantes son universitarios.
Aunque Poznan no es una ciudad pequeña, podrás ver sus lugares más importantes en un día o dos. Hay museos de todo tipo, parques, locales y restaurantes con mucho encanto y, sobre todo, preciosos edificios coloridos que te enamorarán. Además, como en el resto de Polonia, la moneda es el zloty, que al cambio es cuatro veces más barato que el euro, así que, ¿a qué esperas para viajar hasta allí?
Plaza del Mercado, 'Stary Rynek'
Es el corazón de la ciudad. Si has estado en otros sitios de Polonia comprobarás que la plaza de Poznan poco tiene que envidiar a las increíbles plazas de ciudades como Cracovia o Wroclaw, pues además, es una de las más grandes del país. Sin embargo, la comparación no es justa, ya que gran parte de la Stary Rynek de Poznan tuvo que ser reconstruida tras la Segunda Guerra Mundial debido a la gravedad de los daños. Desde que surgió la ciudad, fue el lugar donde las familias más ricas construyeron sus casas. Hoy en día, esto está claramente representado, ya que más allá de esta plaza, los edificios dejan de ser tan llamativos.
Pero entre todos estos destaca el ayuntamiento, un símbolo de la ciudad. El que se alza actualmente es un edificio renacentista que sustituyó al gótico después de que fuera arrasado por un incendio. La construcción actual data del siglo XVI y las oficinas gubernamentales se mantuvieron hasta el año 1945. Actualmente, su interior alberga el Museo de la Historia de Poznan, que es gratuito todos los sábados.
En la fachada principal del Ayuntamiento destaca un reloj que se convierte en espectáculo a las 12 de la mañana. Unas pequeñas puertas se abren y aparecen una pareja de cabras, símbolo de la ciudad, que chocan su cornamenta doce veces. Es un evento al que acuden los turistas y que recuerda al reloj astronómico del ayuntamiento de Praga.
En el centro de la plaza se encuentran también las conocidas Casas de los Pescaderos, un conjunto de edificios con soportales de colores muy vivos que se convierten en el centro de todas las fotografías. Sin embargo son una representación, pues también fueron destruidas.
Por último, en cada una de las esquinas de la plaza se erigen cuatro fuentes : la Fuente de Proserpina, que data del siglo XVIII y es por tanto la más antigua, y las fuentes dedicadas a Apolo, Marte y Neptuno. También se encuentran diferentes monumentos entre los que destaca la estatua de Studzienka Bamberki, una aguadora de bronce que viste un traje tradicional y lleva sobre sus hombros un palo con dos tinajas colgando.
Iglesia de San Estanislao
Saliendo de la Plaza del Mercado, si andas por una de sus calles te encontrarás de repente con la Iglesia de San Estanislao. Fue construida entre el año 1650 y 1730 y fue uno de los centros de enseñanza más importantes del país, donde se impartían clases de matemáticas, química o biología.
Junto al Colegio Jesuita, es el segundo edificio religioso más importante de Poznan y se considera una joya barroca polaca. En su interior, al que se puede acceder de forma gratuita, se encuentra el Altar Mayor dedicado a San Estanislao y 16 llamativas columnas de mármol rojo. Además, la capilla ofrece conciertos gratuitos de órgano los sábados a las 12 de la mañana.
Catedral de Poznan
Se ubica en Ostrow Tumski o Isla de la Catedral, a orillas del río Varta. Es la primera catedral católica que se construyó en Polonia y se denomina actualmente Catedral Basílica de San Pedro y San Pablo. Está construida en ladrillo y fue la iglesia donde Miecislao I llevó al país al cristianismo y se proclamó duque de Polonia. En ella se instaló también el primer obispo del país. Todo esto le ha llevado a considerarse la primera catedral de Polonia.
En su interior, se encuentran enterrados, además de Miecislao I y Boleslao I, duques, reyes, príncipes, obispos y personajes importantes en la historia del país. Tras la Segunda Guerra Mundial tuvo que ser reconstruida casi en su totalidad, manteniendo su particular estilo gótico. La entrada es también gratuita.
Junto a la Catedral se erige la Iglesia de la Virgen María, la más antigua de la ciudad. Fue construida a mediados del siglo X como una capilla del Palacio Real por orden de la esposa de Miecislao I. Sin embargo, el aspecto actual data del siglo XV. De ella llama la atención la altura de la parte superior de su fachada, con unos alargados arcos blancos.
Parque Cytadela
El parque se erige sobre los restos de lo que en el pasado fue una fortaleza prusiana y de la que quedan algunos restos actualmente. Es un enorme parque en el que podrás encontrar zonas verdes, algún que otro restaurante, monumentos y museos.
Uno de estos museos es el Museo Militar de Poznan, donde podrás ver armas utilizadas en las grandes guerras así como una exposición al aire libre de aviones, tanques y diversos vehículos utilizados también en la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Castillo Imperial
En el este de la ciudad encontramos el Castillo Imperial de Poznan, uno de los más modernos de Europa. Su construcción se remonta a principios del siglo XX, cuando en tiempos de dominación alemana fue residencia del Kaiser Guillermo II, el último emperador de Alemania y Prusia.
Cuando en 1939, Hitler ocupa la ciudad, ordena transformar el entonces denominado Castillo Real en un edificio representativo del Tercer Reich para convertirlo en residencia personal. Sin embargo, se desconoce que el dictador residiera en algún momento en el edificio.
Después de la Segunda Guerra Mundial sufrió graves daños, por lo que se tuvo que reconstruir y rehabilitar por completo, adecuándose a las nuevas funciones que desempeñó, como la de ser sede de la Universidad de Poznan. Actualmente, en su interior acoge el Centro Cultural Zamek (Castillo), donde puedes visitar salas de exposición y espacios culturales.
En el patio central del Castillo Imperial llama la atención una fuente que no es más que una réplica de la Fuente de los Leones de la Alhambra de Granada. En la planta baja puedes también encontrar el Museo de Poznan 06/1956, en rememoración al levantamiento obrero contra la ocupación comunista, que acabó siendo fuertemente reprimido por los soviéticos.
Enfrente del Castillo se encuentra además un importante monumento: el Monumento a las víctimas de junio de 1956. La rebelión obrera contra el sistema comunista imperante en el momento acabó con la vida de 76 manifestantes y huelguistas en el que se conoce como 'Jueves Negro'.
Lagos Malta y Rusalka
Son los dos lagos principales a los que acuden los habitantes de Poznan para bañarse o divertirse cuando pega el sol. Aunque el lago Malta es artificial, es el principal núcleo de ocio de al aire libre de la ciudad. Cuenta con una especia de parque acuático, barcas para adentrarse en el lago y carriles para recorrer en bici o en patines, además de extensas zonas verdes.
El Lago Rusalka es natural y funciona como una playa para la ciudad. En los meses de verano, la gente acude con sus sombrillas y toallas para pasar un día de sol y arena. Además, cuenta con un bonito muelle que se adentra en el lago y que es el protagonista de todas las fotografías de la zona.
No puedes irte de Poznan sin...
1 Probar los deliciosos pierogis, uno de los platos típicos de Polonia que también puedes encontrar en Poznan. Se trata de una pasta en forma de empanadilla que encontrarás rellena de carne, requesón, patata o col y champiñones. ¡Están deliciosos! Y suelen ir acompañados de trozos de bacon y cebolla por encima. Además, uno de estos platos no te costará más de 6 euros en cualquier restaurante en el que te adentres.
2 Tomar una cerveza en alguna de las terrazas de la Plaza del Mercado. Nada como disfrutar de una cerveza polaca rodeado de la belleza de los mejores edificios de la ciudad. Además, el plan te gustará más cuando conozcas el precio, y es que medio litro de cerveza puede costarte desde 0,25 euros hasta, como mucho, 1 euro.
Si refresca o visitas la ciudad en invierno, otra opción es acudir a 'Pijalnia Wódki i Piwa'. Es un local que encontrarás en varios sitios de la ciudad, pero hay uno en plena Plaza del Mercado donde encontrarás cervezas y bebidas igual de baratas, además de un ambiente muy polaco.
3 Visitar la cafetería 'Weranda'. Es sin duda uno de esos lugares con encanto a los que no puedes dejar de ir y se encuentra junto a la Iglesia de San Estanislao. Nada más entrar te darás cuenta de su belleza, ya que de las paredes cuelgan diferentes elementos según la temporada y está decorado en un estilo muy vintage. En su carta encontrarás desde deliciosos desayunos hasta comidas. Por supuesto, no puedes irte de allí sin probar sus tartas caseras. Además, cada semana disponen de una tarta especial que no podrás quedarte sin probar.
4 Comer unos spaguettis en 'Piccolo'. Si quieres disfrutar de un delicioso plato de pasta por tan solo 1,50 euros, este es tu sitio. No es ninguna broma, en este sencillo restaurante, donde te sirven en platos de plástico, podrás degustar spaguettis con salsa boloñesa o funghi, lasañas, risotto... y muchos más tipos de pasta por un precio baratísimo. Hay varios de estos locales repartidos por toda la ciudad, pero los más céntricos son dos que encontrarás en los alrededores de la Plaza del Mercado.
5 Visitar el restaurante 'Mannekin'. Es uno de los preferidos por turistas y habitantes de la ciudad, de hecho siempre tienes que esperar para entrar, pero merece la pena. Disponen de carta en español y en ella encontrarás todo tipo de crepes rellenos de cualquier cosa que puedas imaginar. También tienen ensaladas, pasta, y postres riquísimos como unas enormes tortitas de chocolate. Comerás por menos de 10 euros y ¡seguro querrás volver!
6 Entrar en Cybermachina. En este local, mientras te tomas un refresco podrás jugar de forma gratuita tanto a juegos de mesa como al 'Just Dance' de la Wii o al FIFA de la Play Station. Es un lugar ideal al que acudir con amigos y donde el aburrimiento no existe.