Ubicado a apenas 3 horas de la frontera con España, Montpellier es una de esas ciudades desconocidas todavía por muchos. Un destino reservado en ocasiones como comodín que, una vez se decide visitarla, acaba conquistando el corazón de todos y cada uno de los turistas. Y todo gracias a su ambiente joven y a la mezcla entre lo clásico y lo contemporáneo, palpable en cada uno de los rincones de este punto francés.
A la hora de situarlo en el mapa, Montpellier se encuentra rodeado de grandes ciudades referentes del sur de Francia, a tan solo una horas en tren de Marsella, Aviñón y Carcasona. Famosa por ser la capital del departamento de Hérault, esta ciudad se sitúa también entre las favoritas de muchos universitarios franceses e internacionales, brindando a Montpellier un ambiente especial durante los meses lectivos. ¿Te animas a conocerlo?
Place de la Comédie
Uno de los lugares más concurridos de esta ciudad francesa es su conocida Place de la Comédie. Ya sea por sus comercios, la cercanía de la Ópera Comédie o incluso los mismos cines Gaumont, lo cierto es que por este lugar transcurren a lo largo del día cientos y cientos de viandantes. Algo que, además, ayuda a admirar con mayor detenimiento la belleza y la atracción que ofrece esta bonita y sencilla plaza de ciudad.
Por un lado, rodeado de edificios con fachadas elegantes e históricas y, por otra parte, coronando la esencia de esta Place de la Comédie con su famosa fuente de las Tres Gracias, coronada con una réplica de la obra de Rubens. Para llegar hasta allí, tan solo hará falta montarse en uno de sus coloridos vagones de tranvía y bajarse en la parada que lleva su mismo nombre.
Parque de L'Esplanade
Y como continuación a la Place de la Comédie se encuentra este parque, conocido como L'Esplanade de Charles de Gaulle. Un total de 500 metros de paseo en el que abundan las fuentes, los estanques, las alamades y las zonas de juego para los más pequeños. Además, allí podrás encontrar el punto de referencia que te ayudará a conocer gran parte de esta ciudad: la oficina de turismo. ´
Más adelante, y tras un tranquilo paseo en pleno centro de la ciudad, uno se encuentra con el que ha sido catalogado como uno de los museos más importantes de Europa, el Musée Fabre. Una edificación que fue abierta al pública en el año 1828 y que alberga en su interior maravillosas obras que van desde el Renacimiento hasta la actualidad. Su nombre hace homenaje al pintor francés François-Xavier Fabre.
Porte du Peyrou
Otro de los grandes puntos estrella de Montpellier es su famoso Arco del Triunfo, al que se le conoce como Porte du Peyrou. Una bonita y majestuosa puerta que da entrada al casco antiguo de la ciudad y que se encuentra en el inicio de la calle Foch, la cual termina desembocando en la misma Place de la Comédie. Aunque eso sí, hay que decir que hasta llegar allí, te verás atraído en más de una ocasión por sus coquetas y llamativas tiendas y establecimientos gastronómicos.
Por su parte, y tras admirar la fachada del Palacio de la Justicia, ubicado justo al lado de la Porte du Peyrou, se puede optar por dos planes diferentes: divisar las vistas que su misma terraza superior ofrece o pasear por la Promenade du Peyrou, uno de los parques preferidos de los montpellerinos. Un lugar con más de 300 años de historia en el que destacan la estatua ecuestre de Luis XIV y el Château d'Eau, frente a una pequeña fuente, desde donde se distribuía antiguamente el agua potable a la población.
Acueducto de Saint-Clément
Muy cerca de la Promenade de Peyrou se encuentra otra de las paradas obligatorias en este tour por la ciudad de Montpellier: el Acueducto de Saint-Clément, también conocido por el nombre de Acueduc des Arceaux. Es más, tras subir la pequeña escalinata que rodea al Château d'Eau, alcanzarás uno de los mejores lugares desde donde poder divisar y fotografiar esta magnífica obra del siglo XVIII.
Fue concretamente en el año 1754 cuando se le otorgó al ingeniero Henri Pitot de Launay la difícil tarea de levantar este gran acueducto, cuya longitud abarca los casi 900 metros. Una decisión que conseguiría abastecer de agua a todo el pueblo de Montpellier, trasladándolo desde la fuente de Saint-Clément hasta el mismo Château d'Eau. Nada más y nada menos que 14 km conectados, en gran parte, gracias a este acueducto. Bajo él se encuentra el barrio al que brinda su nombre, les Arceaux.
Catedral de Saint-Pierre
Más allá del turismo a pie de calle, uno se encuentra con auténticas obras de arte como la Catedral de Saint-Pierre de Montpellier. Uno de los principales emblemas de la ciudad a la que se le concedió el título de catedral en el año 1536, año en el que el arzobispo de Maguelone fue trasladado hasta la capital del departamento francés Hérault.
Así, la Catedral de Saint-Pierre se presenta como ese lugar idóneo en el que dejar a sus visitante con la boca abierta, admirando tanto su fortaleza exterior - con un pórtico en el que destaca su impresionante baldaquín - como interior -protegiendo una de las obras del maestro Sébastien Bourdon-. Su entrada es totalmente gratuita.
Jardín Botánico
Otro de los lugares en el que perderse por un momento y fusionarse con la naturaleza es el Jardín Botánico de esta ciudad del sur de Francia. Su nombre original es Jardin des Plantes y se presenta como el más antiguo del país galo, albergando en sus 4.5 hectáreas de superficie una gran muestra de invernaderos, jardines y plantas de todo tipo.
En este caso, fue el rey Enrique VI quien ordenó su construcción para poder ayudar a los estudiantes de la Facultad de Medicina -ubicada junto a la Catedral de Saint-Pierre- en sus investigaciones. Asimismo, hay que decir que este Jardin des Plantes ha servido como inspiración a la hora de levantar otros jardines botánicos franceses, incluso el de París. En la actualidad, se mantiene bajo propiedad de la Universidad Montpellier I y presume de haber sido calificado como Monumento Histórico.
Antigone
Dejando a un lado sus edificios y obras históricas de más de 300 años de antigüedad, nos encontramos con el moderno barrio de Antigone. Un espacio que comenzó a construirse en el año 1977 y que tan solo le llevo al arquitecto español Ricardo Bofill 3 años para completarlo. Allí, los edificios de estilo clásico se funden con sus patios internos, sus fuentes contemporáneas y una decoración formada por réplicas de obras de la época griega y romana.
De igual modo, el modo en el que se nombran sus diferentes calles y plazas también se presenta como un viaje al pasado, siendo la Plaza Acrópolis o la Calle de Atenas algunas de ellas. Un total de más de 35 hectáreas de extensión que reúne un espacio completamente peatonal, desde el centro comercial Polygone hasta la orilla del río Lez. Un camino al que le acompañan multitud de terrazas y restaurantes en los que descansar en sus días más soleados, hasta llegar a su amplia Place de l'Europe.
Parque zoológico
Alejado del bullicio de la ciudad, a unos 4.5 kilómetros de la Place de la Comédie, Montpellier también ofrece la posibilidad de descansar del turismo histórico conociendo la forma de vida de muchos animales. En total, más de 700 animales -casi 150 especies diferentes- repartidas en una superficie protegida de 80 hectáreas.
Un parque que abre las puertas a sus visitantes de manera totalmente gratuita y que se convierte, a su vez, para muchos montpellerinos en un lugar perfecto donde poder evadirse, pasear y aprender. Además, aparte del parque en sí, también es posible visitar -de manera gratuita- la 'Serre Amazonienne', un invernadero con 7 zonas climáticas y multitud de animales y plantas de la Amazonia.
Estadio de Mosson
El Estadio de Mosson o Stade de la Mosson, como es conocido en esta ciudad francesa, es el estadio de fútbol en el que disputa sus partidos el equipo Montpellier Hérault Sport Club. Allí, además, se han celebrado acontecimientos como la Copa Mundial de fútbol de 1998 y la Copa Mundial de Rugby de 2007, siendo también sede para la futura Copa Mundial Femenina de Fútbol de 2019. Además, es apodado 'La Paillade', el Stade de la Mosson se presenta con una capacidad total de 35.500 espectadores y casi 45 años de historia. Un recorrido que les mantiene en la Primera División Francesa desde el año 2009 y que llevó al equipo, por primera vez en toda su historia, a ganar la liga en la temporada 2011/2012. Un auténtico triunfo que llenó la Place de la Comédie de miles y miles de aficionados.
Paseo a orillas del río Lez
Y para finalizar este tour como se merece, ¿qué mejor que paseando por las zonas verdes que rodean el paso del río Lez por la ciudad? Una zona bastante accesible tanto a pie, ya que se encuentra a tan solo 10 minutos andando de la Place de la Comédie, como en tranvía, con paradas como Rives du Lez, Pompignane, Place de l'Europe y Moularès Hôtel de Ville justo al lado. Un camino apetecible que invita a los propios montpellerinos y turistas a disfrutar de la belleza de su entorno y que recibe, año tras año, al festival internacional de deporte FISE.