Aunque su nombre es conocido mundialmente por el vino que se produce desde hace siglos en su fértil tierra, lo cierto es que La Rioja cuenta con otros muchos atractivos turísticos más que enamoran a los viajeros que se acercan hasta esta comunidad autónoma. Se trata de una de las regiones más importantes de toda España desde el punto de vista cultural, ya que es lugar de paso del Camino de Santiago y porque en ella se encontraron las primeras reseñas escritas de la lengua oficial del país, es decir, del castellano. Verdes paisajes regados por las aguas del Ebro, a cuya ribera pertenece y que transcurre por la capital, Logroño, son otro motivo para acercarse hasta La Rioja. Y sí, también habrá tiempo para una deliciosa comida maridada con un buen vino en el viaje. Descubre a continuación los lugares que no debes dejar de visitar en tu visita a esta comunidad autónoma española.
Logroño, la capital de La Rioja
La capital de La Rioja, Logroño, es una de las más sorprendentes del norte de España. Los puentes de piedra o hierro nos dan la bienvenida a esta ciudad dominada por un skyline de campanarios y torres de iglesias. Una de las primeras que tienes que visitar es la Concatedral de Santa María La Redonda, un templo de estilo barroco que cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural y de Patrimonio de la Humanidad por pertenecer al Camino de Santiago Francés. Dentro de ella se conservan auténticas joyas del arte, como la Inmaculada de Gregorio Fernández, piezas flamencas o una tabla que representa la Crucifixión atribuida a Miguel Ángel. Otra iglesia imprescindible es la Imperial de Santa María de Palacio, que cuenta con una torre gótica rematada por una esbelta aguja octogonal que tiene el papel protagonista del cielo de Logroño.
Uno de los lugares por los que tendrás que pasar en Logroño es la Calle Laurel. Más de 60 establecimientos entre bares y restaurantes sirven los mejores vinos de la Denominación de Origen Rioja, destacando que cada uno de ellos se encuentra especializado en una tapa o pincho diferente. Sin embargo, otra de las arterias principales es Rúa Vieja, en la que todavía se conservan calados o bodegas subterráneas del siglo XVI como el de San Gregorio, abierto a las visitas públicas.
Haro, hogar del vino riojano
Limitando con las provincias de Álava y Burgos se localiza la localidad de Haro, una parada obligada en tu ruta turística por La Rioja. Su casco histórico está repleto de palacios renacentistas y barrocos, lo que hizo que fuera declarado Bien de Interés Cultural. Sin embargo, si por algo destaca este pueblo riojano es por la tradición vinícola que viene arrastrando desde hace siglos. De hecho, la principal fiesta de la localidad gira en torno a la Batalla del Vino, estando declarada de Interés Turístico Nacional y celebrada el día de San Pedro, es decir, 29 de junio, cuando todos los participantes se remojan del calor del recién estrenado verano con ríos de vino tinto.
Otro de los lugares por lo que hay que pasar en Haro es por su famoso Barrio de la Estación, que concentra algunas de las bodegas más centenarias de la Denominación de Origen de Rioja, donde la tradición es el único reloj que marca el paso del tiempo. Muga, Roda o Cvne son algunas de las que atraen la atención de los enoturistas que se interesan por conocer los procesos de elaboración del vino, las instalaciones, la fermentación o la vendimia, para terminar siempre con la cata de algunos de los caldos estrella de cada una de estas reconocidas marcas.
San Millán de la Cogolla, cuna de la lengua
Uno de los rincones imprescindibles y más visitados de La Rioja es San Millán de la Cogolla. Se encuentra emplazado en la Sierra de la Demanda, por lo que no se pudo escoger mejor localización para levantar los dos tesoros por excelencia del patrimonio arquitectónico y religioso de la comunidad, es decir, los monasterios de Suso y Yuso, que cuentan con la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que en un principio pertenecían al mismo centro monacal. El valor que tiene este conjunto no es solo artístico, sino también intrínseco, puesto que en él se encontraron las primeras muestras escritas en castellano, en las Glosas Emilianenses, hecho que ha llevado a que San Millán de la Cogolla se considere la Cuna del Castellano.
Mientras que Suso significa arriba, Yuso por su parte se refiere a abajo. De este modo se puede distinguir fácilmente a uno u otro monasterio. Mientras que el primero es una perla del románico y mozárabe, el segundo perdió parte de esa esencia puesto que fue ampliado y redecorado en estilo herreriano, dotándole de tal grandeza que algunos lo han bautizado como "El Escorial de La Rioja". La biblioteca, el Salón de los Reyes o los claustros son algunos de los elementos que más llaman la atención de los visitantes.
Santo Domingo de la Calzada, el paso del Camino de Santiago
Santo Domingo de la Calzada es otro de los puntos culturales de obligado paso en una ruta por La Rioja, pero no solo para los turistas, sino también para los peregrinos del Camino de Santiago, quienes visitan especialmente la catedral, que tiene la misma advocación que el santo del que recibe el nombre el pueblo. De hecho, se debe a él la construcción de un puente, albergue y hospital en el siglo XI para los peregrinos de esta famosa vía, lo que ha hecho que con el paso de los siglos sea un importante enclave de la misma.
A pesar de la importancia que la catedral tiene en la localidad, siendo un exponente artístico que mezcla diferentes estilos, desde el románico al gótico y elementos barrocos, también hay que visitar otros muchos monumentos, desde casas y palacios, iglesias o ermitas. Un paseo por Santa Domingo de la Calzada, que tan solo se encuentra a 40 minutos de Logroño, permite darse cuenta de la grandeza noble pasada de esta región histórica y cultural.
San Vicente de la Sonsierra, más bodegas en La Rioja
La siguiente parada en la ruta por La Rioja es San Vicente de la Sonsierra, especialmente para los wine lovers y seguidores del enoturismo, puesto que en esta pequeña villa se concentran una veintena de bodegas y más de 3.000 hectáreas de viñedos. Despunta entre las cepas la vista de la Iglesia de Santa María La Mayor, levantada en estilo gótico en el promontorio más alto de la localidad junto con el castillo y la Ermita de la Vera Cruz, formando un conjunto fortificado que hoy en día es la principal atracción cultural de San Vicente de la Sonsierra.
El río Ebro también transcurre por San Vicente de la Sonsierra. De hecho, una de las panorámicas y postales más bonitas del pueblo es con las viñas que lo rodean, el paso fluvial y de fondo todo el conjunto monumental. Para disfrutar de la naturaleza riojana también es el lugar perfecto, ya que se encuentra enclavado en plena Sierra de Toloño.
Calahorra, la segunda ciudad de La Rioja
La ciudad más importante de La Rioja después de Logroño es Calahorra, por lo que hay que pasar por ella al igual que un buen turista americano que viene a España visita tanto Madrid como Barcelona. Calahorra es uno de los puntos riojanos que ha estado habitado desde tiempos inmemoriales, teniendo especial importancia en diferentes períodos de la historia de España. Quizás su principal edificio sea la Catedral de Santa María, un bello templo gótico cuya fachada es puramente barroca. Declarada Bien de Interés Cultural, comparte el título de catedral junto con la de Logroño y Santo Domingo de la Calzada.
Varios museos te esperan en Calahorra, algunos tan curiosos como el que está dedicado a la verdura, que muestran la importancia que la huerta del Ebro tiene en la región. De hecho, cada año se celebran unas Jornadas Gastronómicas de la Verdura para difundir la importancia de estos productos en la economía de la zona. Otro de los museos que también sobresale es el de la Romanización, ya que con su visita se puede conocer el pasado antiguo del municipio a través de las diferentes piezas arqueológicas que expone. No obstante, paseando por la ciudad podrás encontrar edificios que también merecen ser conocidos, como varias iglesias, palacios o el circo romano del Paseo del Mercadal.
Briones y el Museo de la Cultura del Vino
Para poner el broche de oro a la ruta por La Rioja, la última parada debería ser Briones. En este pequeño municipio se encuentra las Bodegas Vivanco, dentro de las cuales podrás visitar el Museo de la Cultura del Vino, considerado uno de los mejores del mundo en su género en cuyos 4.000 metros cuadrados encontrarás, entre otras cosas, un jardín con las cerca de 220 variedades de vid que existen en todo el mundo. Toda una experiencia con la que profundizar en el conocimiento sobre el vino que cualquier turista que se precia debería adquirir en una visita a La Rioja. Sin embargo, y tal y como hemos visto, esta comunidad autónoma es mucho más que vino.