Reyes, reinas, príncipes y princesas habitaron sus elegantes y refinados muros, sus exquisitas estancias. Todos ellos se reflejaron en sus impresionantes espejos, bailaron entre sus columnas y tapices, y pasearon por sus jardines, los más refinados que la árida y seca meseta castellana todavía hoy conserva. El Real Sitio de La Granja de San Ildefonso es un auténtico retiro de cuento, un conjunto palatino que ha pasado a la historia como el pequeño Versalles español, aunque en nada tiene que envidiar al palacio francés. ¿Te vienes a conocer todos los secretos de este destino turístico que se ha configurado como el complemento perfecto de la visita a la ciudad de Segovia?
Origen de La Granja de San Ildefonso
Enclavado en plena Sierra de Guadarrama, La Granja de San Ildefonso es uno de los puntos turísticos más visitados de la comunidad de Castilla y León. Aunque los bosques que rodean a este real paraje siempre fueron muy apreciados por todos los monarcas que han gobernado sobre los reinos hispánicos, lo cierto es que fue con la llegada de los Borbones al trono español, en el siglo XVIII, cuando este lugar tomó la forma que actualmente contemplamos. Felipe V no lo dudó un segundo e importó el gusto francés a España, y con La Granja de San Ildefonso se constata este hecho. Además, ha sido protagonista de momentos históricos importantes y también fue utilizado como residencia de verano por la Casa Real española hasta el reinado de Alfonso XIII. Sin embargo, hoy los turistas son los auténticos reyes del lugar.
Seguramente muchos viajeros se preguntan al visitar el Real Sitio de San Ildefonso por qué este espectacular sitio se denomina La Granja. La respuesta es muy sencilla y radica en la compra de una auténtica granja por parte de Felipe V en 1720 a los monjes del Monasterio del Parral, la cual se encontraba en el mismo lugar en el que hoy se levanta el increíble Palacio Real. Sin duda, esta es una de las principales atracciones del lugar, puesto que sus jardines y fuentes han llegado a superarlo.
Qué ver en La Granja de San Ildefonso
El Palacio Real de La Granja de San Ildefonso queda escondido no solo por las montañas y prados de Guadarrama, sino también por la dieciochesca Real Colegiata de la Santísima Trinidad, que hace las veces de Capilla Real de esta regia residencia. De hecho, en ella descansan los restos del promotor de este lugar, Felipe V, junto con los de su segunda esposa, la reina Isabel de Farnesio, en la conocida como Capilla de las Reliquias. Parece que hasta en esto querían los reyes evitar parecerse a sus antecesores, los Austrias, que habían elegido la cripta del Monasterio de El Escorial para su descanso eterno. El retablo mayor de la iglesia o la sillería del coro son algunos de los detalles más llamativos de este templo que sirve de antesala a la visita del palacio.
La piedra rosácea de los muros exteriores que sustentan el palacio nos adelanta la elegancia interior, conseguida gracias al mármol de Carraca, tapices, arañas y ricos espejos. El edificio queda dividido en dos plantas, siendo en la primera lo más destacado la visita a la Galería de Estatuas, donde se conservan las copias de las estatuas de la reina Cristina de Suecia compradas por Felipe V para adornar el palacio. Sin embargo, las originales se encuentran actualmente en el Museo Nacional del Prado, en Madrid. También sobresalen en esta ala inferior otras estancias, como el Salón de Mármoles o los Aposentos de la Infanta Isabel. Además, como todo palacio real, tampoco nos podía faltar el Salón del Trono, situado ya en la segunda planta y con unas preciosas vistas a los jardines y fuentes, junto con el despacho oficial del rey, la Sala China o el Salón de Música.
Además, dentro del Palacio Real de La Granja también se puede visitar el Museo de Tapices, un imprescindible para los amantes de las artes decorativas que conserva importantes piezas de los siglos XVII y XVIII, destacando por empieza de todos ellos los de Honores y Virtudes, basados en unos cartones de Francisco de Goya. El gusto flamenco se intenta hacer un hueco en este espacio museístico de este palacio que respira decoración importada de Francia e Italia.
Sin embargo, hablar de La Granja de San Ildefonso es hacerlo también, como no podía ser de otro modo, de las fuentes y jardines que rodean al Palacio Real. Los juegos de agua son la principal atracción de los turistas durante casi todo el año, aunque tienen más relevancia en fechas importantes, como el día de San Luis, es decir, 25 de agosto, una de las jornadas en las que todas las aguas de las fuentes se corren para el disfrute de todos los visitantes, que se refrescan con sus chorros en muchos de los casos. El Canastillo, La Cascada o La Fama son algunas de las fuentes más increíbles que no deberías perderte en tu visita al Real Sitio de San Ildefonso. Además, ir descubriendo todas ellas mientras se pasea por el remanso de paz que son sus jardines es un imprescindible también en este punto turístico segoviano.
No obstante, no puedes irte de La Gran de San Ildefonso sin pasar por la Real Fábrica de Cristales. Fue fundada en 1727 y a lo largo de su historia ha proveído numerosos objetos de vidrio a las residencias de la Familia Real española. Actualmente no deja de ser un centro de interpretación en el que entender la elaboración de estos objetos, al amparo del Museo Tecnológico que tiene por sede el edificio de la propia manufactura real. Junto a este rincón, también destacan otros con el que completar tu visita al Real Sitio, como las Caballerizas o la Casa de los Infantes, un portentoso edificio de cuatro plantas que alberga hoy en día un Parador Nacional de Turismo.
Completa tu visita a La Granja de San Ildefonso
Aprovechando el viaje hasta este mágico lugar, puedes disfrutar también de otros lugares que te sorprenderán en sus alrededores. Uno de ellos es Valsaín, donde se encuentran las ruinas de un palacio real que fue utilizado por los monarcas españoles medievales y los reyes de la Casa de Austria como centro de operaciones de sus partidas de caza por los pinares aledaños. Del mismo modo, no se puede dejar pasar la oportunidad de conocer también Riofrío, otro de los Reales Sitios de la provincia de Segovia que llevan la huella Borbón, ya que fue mandado construir por la reina Isabel de Farnesio. De lo que no cabe duda es que después de todo el día de excursión seguro que te apetecerán unos buenos judiones de La Granja, el plato estrella del lugar que te ayudará a reponer fuerzas.