Antes de iniciar nuestra ruta por esta ciudad tan encantadora debemos situarnos geográdicamente para poder acceder a Tívoli, una ciudad del Lacio en Italia, en la provincia de Roma. Se sitúa al exactamente al noreste de Roma. Esta localidad que no te dejará pestañear ni un solo segundo, es conocida por su belleza y sus grandes fuentes. Es necesario saber que era uno de los lugares favoritos del emperador Adriano para veranear en verano, por su clima fresco. La ciudad se encuentra a orillas del río Aniene, y a los pies de los montes Tiburtinos.
La mejor manera para acceder a esta maravillosa y encantadora ciudad es a través de un tren directo que se coge en la Estación de Termini. Hay que prestar demasiada atención cuando nos situamos en este recinto porque los carteristas están por todas partes. Una vez que nos encontremos en la estación, sacaremos nuestro billete. Lo bueno de visitar esta ciudad es que tan solo está a 30 km de Roma por lo que el trayecto pasará en un abrir y cerrar de ojos. Los trenes son bastante regulares por lo que no debemos preocuparnos mucho de la hora. Uno de los consejos es, que si es posible no aparteis la vista de la ventana que se encuentra a mano derecha dirección a Tívoli, porque veréis una panorámica a la que no se puede acceder desde ningún lago. Un regalo para los ojos.
Una vez en Tivoli no podemos irnos sin visitar Villa d' Este ni Villa Adriana. El gobernador Hipólito II fue quien mandó diseñar Villa d'Este, un espacio renacentista de lo más acogedor. El lugar estaba lleno de espléndidos jardines con fuentes de lo más llamativas y en su interior se pueden observar lujosas salas con frescos de la época. La situación de la casa es inmejorable, porque las vistas dejan sin habla, un lugar que sin duda fue pensado para el descanso.
Cada una de las estancias te llamarán la atención sus grandes ventanales y los enormes frescos del techo. Los jardines están dotados de una densa y variada vegetación que te dejarán una postal para el recuerdo. No obstante, la Villa cuenta con más de 500 fuentes y esculturas. La hilera de las 100 fuentes, la increíble catarata, y la fuente del órgnao hidráulico no pasan desapercibidas.
Las fuentes cubiertas por el musgo verde de la humedad del agua hacen que sea un lugar de cuento, en el que poder disfrutar de cada elemento arquitectónico. En uno de los laterales de la Villa puedes observar un enorme mirador en el que poder observar los montes y un bonito atardecer que quedarár guardados en tu memoria para siempre.
CALLEJUELAS DE CUENTO
La mejor manera de conocer un lugar es callejeando, perdiéndonos por cada una de sus estrechas calles llenas de enredaderas al más puro estilo italiano. Vayas por donde vayas querrás inmortalizar el momento porque tanto las fachadas de sus casas como el ambiente que se respira te atraparán por completo. Encontrarás la típica cafetería italiana donde poder hacer una parada para retomar con fuerzas la ruta por esta fantástica ciudad. Tívoli es una ciudad italiana que te enamorará tanto de día como de noche, y que dejará un recuerdo de lo más dulce.
Para poder ir de un lugar a otro lo mejor como hemos dicho es ir a pie porque es así como conocerás cada rincón de Tívoli. Si viajáis con niños o preferís ir en transporte, hay un autobús que comunicada cada punto de la ciudad por menos de dos euros. Esta Villa cuenta con unas 120 hectáreas. Destacan los edificios griegos y egipcios, siendo un gran tesoro arquitectónico en el que tendrás que invertir unas dos o tres horas para completar su recorrido, y no dejarte absolutamente nada por ver.
La copia de un santiario situado en Alejandría lo podrémos ver en esta Villa, conocido como Canopus. Una enorme piscina rodeada por columnas y decorada con figuras de las cariátides. A lo largo del recorrido observareis las casas de los invitados, jardines, fuentes, estanques entre la que destaca una estructura conocida como el Teatro Marítimo. Se trata de un estanque circular rodeado de columnas con una isla en la zona del medio. En la isla se encuentra una pequeña villa romana. Parte de estas decoraciones fueron saqueadas y llevadas a Villa d'Este.
Cada una de las partes del recorrido, de sus ruinas te trasladarán a la Antigua Roma de una sola sentada. El modo de vida y los elementos arquitectónicos de aquella época quedan muy lejos de lo que conocemos hoy en día. Es por eso que es muy aconsejable visitar esta mágica ciudad a las afueras de Roma. También es aconsejable ir por libre, ya que en las excursiones te pueden llegar a quitar hasta 90 euros por cabeza, lo cual no compensa en absoluto. Visitar Tívoli es para desconectar, y conocer los entresijos de la ciudad. Este tipo de ruta es apta tanto para niños como para adultos.
Si aún os queda tiempo podéis terminar la ruta con la visita a Villa Gregoriana, situada a 300 metros de la estación. Una panorámica en la que la vegetación y sus cáscaras te llamarán especial atención. Esta Villa cuenta con un importante patrimonio histórico y natural. Por supuesto, no debéis olvidaros olvidaros de llevar ropa y calzado cómodo, y si visitais en en invierno, no olvidar paraguas dado que es una zona de lluvias frecuentes al igual que la ciudad eterna de Roma.