La Comunidad Valencia no es solo paella y playa, a pesar de que sean los principales motivos que atraen la atención de los visitantes, especialmente entre los turistas extranjeros. Ciudades como Castellón de la Plana demuestran que la cultura, el arte y la historia son otros tres pilares fundamentales de esta región española y, mientras paseas por sus céntricas calles, te darás cuenta de ello en un primer y rápido vistazo. El casco histórico de Castellón de la Plana rezuma magia y encanto, y las piedras que lo conforman llevan contando la historia de la ciudad desde hace siglos.
- El origen de Castellón de la Plana se remonta a 1252, cuando el poblado urbano se asentó en su ubicación actual tras abandonar la colina anterior sobre la que se encontraba.
- Cada año se conmemora este momento en las Fiestas de la Magdalena, que tienen lugar entre el tercer y cuarto domingo de Cuaresma.
- Desde entonces, se forjó una ciudad medieval que ha llegado a adquirir toques modernistas, siempre creciendo con el eco del Mediterráneo como telón de fondo.
1El Ayuntamiento
La ruta por el casco histórico de Castellón de la Plana se inicia en la Plaza Mayor. Se trata del punto neurálgico de la ciudad desde su refundación en e siglo XIII. De hecho, es aquí donde se dan la mano los dos grandes poderes del pasado medieval, es decir, el eclesiástico y el civil. Este último queda representado con la Casa Consistorial, uno de los monumentos imprescindibles que hay que ver en la ciudad.
El edificio del Ayuntamiento, que cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural, es del siglo XVII y XVIII, de estilo puramente barroco pero con influencias italiana. Sobresale por su fachada, de tres alturas, con balcones y rematada con una balaustrada, sin olvidar su porche de siete arcos. Recuerda al gusto de la Toscana, tanto por su forma como por la piedra utilizada. No hay que perderse su interior, con importantes obras de arte de los siglos XIX y XX.
2El Fadrí
De propiedad del ayuntamiento es precisamente el Fadrí. Su nombre se traduce al castellano como "soltero", lo que hace referencia a su emplazamiento: se trata de un campanario de la cercana Concatedral de Santa María la Mayor pero separado del resto del cuerpo del templo. Del siglo XV, con el paso de los años se ha convertido en el verdadero símbolo de Castellón de la Plana.
El Fadrí, que desde un punto de vista arquitectónico se encuadra dentro de la escuela gótica valenciana, cuenta con una planta octogonal y alcanza los 60 metros de altura, estando su cuerpo dividido en cuatro plantas. Una escalera de caracol permite escalar sus diferentes pisos, hasta llegar al último, en el que se encuentra la cámara de las campanas. Desde aquí, se observa la majestuosidad de la Plaza Mayor y de todo Castellón de la Plana en su conjunto.
3Concatedral de Santa María
Una vez que los turistas bajan de lo alto del Fadrí, la siguiente parada es la Concatedral de Santa María la Mayor. Su historia es trepidante, ya que responde a numerosos avatares y desgracias que han llevado a que el edificio que vemos hoy en día no sea el original del siglo XIII. La iglesia fue construida en estilo gótico, al igual que su campanario, y sufrió varios incendios a lo largo de la historia.
La destrucción más grave de todas llegó al inicio de la Guerra Civil, en 1936, cuando un nuevo fuego provocó que el templo tuviera que ser demolido. Sin embargo, se reconstruyó siguiendo los trazos y planos del original, encontrándose el visitante a día de hoy con un edificio neogótico cuya reconstrucción acabó en 2001. A pesar de ello, en su interior se pueden observar joyas pasadas, como una Inmaculada del siglo XVIII.
4Mercado Central
La visita a la Plaza Mayor de Castellón de la Plana finaliza en el Mercado Central. Se trata de una de las muestras de la arquitectura reciente de la ciudad, ya que fue construido durante el siglo XX, destacando el estilo clasicista de su fachada. En su interior, que merece realmente la pena, se puede disfrutar de un verdadero festival de colores, sabores y olores, pudiendo adquirir productos frescos del mar Mediterráneo y de la huerta castellonense.
5Teatro Principal
En el siglo XIX, Castellón de la Plana construyó uno de los edificios fundamental de la actual vida cultural de la ciudad y que, en aquel momento, le situó a la altura de las grandes urbes españolas gracias a su apuesta por las artes. Se trata de un edificio neoclásico de pura y clara inspiración italiana.
Se ha restaurado al completo todo el cuerpo del teatro, así como también las pinturas interiores del techo y el Telón de Boca, abriendo nuevamente sus puertas en 1999, hasta la actualidad. Hoy en día, destacan las representaciones clásicas, pero también las vanguardistas y transgresoras. No obstante, en el Teatro Principal de Castellón de la Plana también hay espacio para exposiciones artísticas y seminarios.
6Casino Antiguo
Uno de los edificios más pintorescos de Castellón de la Plana es el del Casino Antiguo. Originalmente, se trataba de un palacete situado extramuros de la ciudad medieval, conocido como Palacio de los Tirado, que no destacaba precisamente por su espectacularidad. Es por ello que, en el siglo XX, se llevó a cabo una importante reforma del edificio, dándole el aspecto ecléctico actual que responde al gusto plateresco, con una fachada escalonada con una torre en su esquina. En él se celebran actualmente eventos públicos y privados.
7Correos y telégrafos
Demetrio Ribes Marco y Joaquin Dicenta Vilaplana fueron los encargados de levantar el edificio de Correos de Castellón de la Plana, finalizado en 1932. De estilo modernista y ecléctico, recuerda a la tradición musulmana gracias a los materiales que utilizaron para sus construcción, como así es el ladrillo, la cerámica y el vidrio. Se encuentra situado en un solar, sin edificios anexos, lo que le da una imagen contundente y de empaque. De acceso libre, se pueden hacer visitas concertadas previamente.
8La Farola
La Plaza de la Independencia es conocida popularmente como La Farola, destacando por su impresionante inmensidad. El sobrenombre que recibe se refiere a la modernista farola que se colocó en el centro de la plaza, en el mismo lugar en el que la patrona de la ciudad, la Mare de Déu del Lledó, fue coronada canónicamente el 4 de mayo de 1924 por el Obispo de Tortosa.
La farola es uno de los monumentos modernistas más famosos de Castellón de la Plana y sintoniza a la perfección con todo el entorno en el que se encuentra. En la Plaza de la Independencia se sitúan algunos de los edificios más importantes de este mismo estilo, destacando especialmente la Casa de las Cigüeñas y la Casa Calduch.
9La Lonja del Cáñamo
Francisco Galiança construyó en el siglo XVII la antigua Lonja del Cáñamo, uno de los emblemas culturales por excelencia de Castellón de la Plana y de toda la Comunidad Valenciana. Se convirtió en una fuente de riqueza económica fundamental para la ciudad, especialmente gracias al comercio textil. Sin embargo, a finalmente del siglo XVIII, ante el deterioro de las instalaciones, se puso a la venta.
La planta de abajo continuó siendo de utilidad pública, mientras que en la de arriba se construyó una vivienda por el francés Joan de Matheu. En la fachada, de clara inspiración barroca, se conservan todavía pinturas alegóricas, similares a la de los palacios que se pueden contemplar en puntos de Italia, como Florencia. Ya en 1999, el edificio pasó a manos de la Universidad Jaime I, siendo desde entonces un centro cultural de vital importancia para la todo Castellón de la Plana.
10Muralla Liberal y Torre dels Alçaments
La última parada de la ruta por Castellón de la Plana tiene lugar en la Plaza de la Muralla Liberal. En el momento que comenzó la urbanización del centro histórico, se realizaron algunas excavaciones, como así fue en este mismo emplazamiento. El resultado fue la puesta al descubierto de la Muralla Liberal, que data del siglo XIX y fue construida sobre la antigua medieval en tiempos de las guerras y conflictos carlistas, cuando la ciudad fue objetivo de un asedio.
En cuanto a la Torre dels Alçaments, es el vestigio de la fortificación medieval más importante de Castellón de la Plana y data del siglo XIV. Se encuentra en la Plaza de las Aulas y, tras su descubrimiento y rehabilitación, se ha convertido en un aula-museo de acceso libre en el que hay numerosos objetos expuestos encontrados en las excavaciones llevadas a cabo, aunque también se utiliza para exposiciones temporales de artistas locales.