Qué ver en Cádiz, la ciudad más antigua de Occidente: monumentos, playas y dónde comer

Al sur de España se levanta una de las ciudades más mágicas de la vieja Europa, una recóndita urbe bañada por las aguas del Océano Atlántico que, desde su fundación en el siglo XI a. C., ha visto crecer y caer imperios y reinos, ha contemplado la evolución de las artes, las ciencias y la cultura, y ha sido partícipe también de algunos de los movimientos sociales y políticos más importantes de la historia. Hablamos de Cádiz, considerada la ciudad más antigua de Occidente y un destino que en los últimos años se ha convertido en uno de los más demandados por los turistas, tanto españoles como internacionales.

Aunque Cádiz forma parte de la oferta costera de Andalucía, ofrece mucho más que sol y playa, lo que provoca que los turistas que la visitan acaben completamente enamorados del encanto que desprenden sus calles, plazas, edificios y monumentos. Todos ellos reflejan la herencia cultural e histórica de una ciudad milenaria en donde la gastronomía es también uno de sus puntos fuertes, gracias principalmente a los ingredientes que regala el mar y que sirven de base para la mayoría de sus platos. Todos estos motivos hacen que, con independencia de la época del año, Cádiz sea un destino que ofrece todo lo que el viajero necesita para disfrutar de unas vacaciones inolvidable. Descubre a continuación en Bekia Viajes lo que te espera en tu visita y no te pierdas nada de esta capital andaluza conocida como La tacita de plata.

Cádiz en la historia

En torno al siglo XI a. C., fenicios de la ciudad de Tiro, un pueblo proveniente de Oriente Próximo que llevaba a cabo relaciones comerciales por todo el Mediterráneo, llegaron hasta las costas del sur de la España que hoy en día conocemos, en donde este viejo mar europeo se funde con las aguas del Océano Atlántico. Siguiendo las predicciones de un oráculo, como así atestigua el geógrafo griego Estrabón, fundaron Gadir, un puerto comercial cerrado que todavía hoy se refleja en las calles de la que gracias a ellos es la ciudad más antigua de Occidente, la actual Cádiz.

El Océano Atlántico baña la ciudad de Cádiz, fundada por los fenicios en el siglo XI a. C.

A los fenicios les siguieron los romanos, que en el año 206 a. C. consiguieron conquistar la ciudad, pasando a denominarse Gades. Toda la urbe experimentó una increíble transformación que aún podemos apreciar más de dos mil años después, destacando la construcción de teatros, acueducto para canalizar el agua o calzadas con las que conectar el territorio con el resto de la península y de Europa, y así poder exportar la famosa salsa garum. La caída del Imperio Romano abrió un período de decadencia que se extendió durante siglos y en el que nuevamente Cádiz pasó a denominarse de una forma diferente: Yazirat Qadis, el nombre árabe de la ciudad.

Aunque en 1262 la Corona de Castilla, de la mano del Rey Alfonso X, conquista Cádiz, el verdadero esplendor gaditano no comenzó hasta el siglo XVI, cuando el descubrimiento de América motivó un nuevo florecimiento de la ciudad como nunca antes se había visto desde la época fenicia y romana. Todo este poderío se acentuó en 1717, cuando la Casa de Contratación se traslada desde Sevilla, lo que provocó el crecimiento económico, cultural, social y demográfico más importante de Cádiz en los últimos siglos.

La Catedral de Cádiz se levantó gracias al esplendor que experimentó la ciudad en el siglo XVIII

Pero si por algo es famosa Cádiz en la historia es precisamente por ser el talón de aquiles de los franceses durante la Guerra de Independencia, además de sede del gobierno español desde 1811. Precisamente, esto conllevó que fuera en esta ciudad donde se promulgase la primera Constitución de la historia de España, el 19 de marzo de 1812. A pesar de su corta vigencia, pues solo estuvo en vigor cerca de dos años, fue una de las más liberales y avanzadas de su tiempo. Los gaditanos presumen con orgullo de este hecho, pero también del resto de acontecimientos que forman parte de la biografía de su ciudad, cuya historia continúa escribiéndose con el rumor del Atlántico de fondo.

Qué ver en Cádiz

La mejor forma de descubrir la milenaria historia de Cádiz es recorrer sus plazas y calles, así como adentrarse en el interior de sus monumentos. El trazado de la ciudad va guiando a los turistas hasta algunos de sus lugares más emblemáticos, sitios imprescindibles que no pueden faltar en una visita como el Yacimiento Arqueológico Gadir, el del Teatro Romano, la Catedral o el Oratorio de San Felipe Neri.

Catedral Vieja y Nueva de Cádiz

Después de la conquista cristiana de la ciudad, Alfonso X de Castilla ordenó edificar sobre el solar de una antigua mezquita la Catedral de Santa Cruz, iglesia que actualmente es conocida como Catedral Vieja y que cuenta con una interesante arquitectura. En el momento en que Cádiz se convirtió en una de las ciudades más ricas de España gracias al traslado de la Casa de Contratación desde Sevilla, se proyectó un nuevo templo catedralicio de proporciones más majestuosas.

Vista panorámica de Cádiz y de la Torre del Reloj de la Catedral Nueva

La Catedral Nueva de Cádiz, consagrada a la Santa Cruz sobre las Aguas y al Barroco y el Neoclasicismo, es uno de sus principales monumentos, cuyas piedras cuentan la propia historia de la ciudad, desde el esplendor del siglo XVIII con sus ricos mármoles hasta la posterior caída de su influencia como puerto comercial, reflejada en el uso de piedra ostionera, típica de la zona. Nadie puede perderse su cripta, así como la subida a la Torre de Poniente, desde donde se observa una de las mejores panorámica del casco histórico.

Torre Tavira

La Torre Tavira, declarada Bien de Interés Cultural, es la torre vigía más alta de Cádiz y uno de sus principales atractivos turísticos. Desde la década de 1990, alberga en su interior la Cámara Oscura, pionera en España y que proyecta una imagen viva de lo que realmente sucede en el exterior del edificio. Tanto a los pequeños de la casa como a los más grandes es un fenómeno que les sorprende siempre y deja boquiabiertos.

Castillos de Santa Catalina y San Sebastián

Como buena ciudad costera y comercial, Cádiz precisaba de una buena defensa con la que protegerse de los enemigos. Permanecen en el recuerdo de aquel pasado los castillos de Santa Catalina y San Sebastián, situados a cada extremo de la Playa de La Caleta.

Acceso al Castillo de Santa Catalina, actualmente un centro cultural

El Castillo de Santa Catalina fue construido en tiempos de Felipe II, en cuyo reinado los gaditanos sufrieron el ataque de ingleses y holandeses. Se puede visitar su interior, transformado en centro cultural y donde destaca el patio de armas o la capilla.

El Castillo de San Sebastián toma su nombre de una capilla construida a finales del siglo XV, sobre el espacio sobre el que pudo levantarse un templo de origen fenicio. Actualmente este castillo también se ha convertido en centro expositivo y merece la pena recorrer el paseo que separa el casco histórico de la propia fortaleza, especialmente al atardecer.

Yacimiento Arqueológico Gadir

Tres mil años después, Gadir sigue viva. En el centro de la actual Cádiz, los turistas se sorprenden con la visita al Yacimiento Arqueológico Gadir, que se encuentra dividido en diversos niveles y que, apoyándose en medios y recursos audiovisuales, muestra cómo era la vida en la urbe fenicia que se fundó en el siglo XI a. C. Ocho viviendas, dos calles adoquinadas y una fábrica romana forman parte de este espacio expositivo que se configura como un imprescindible para entender el origen de La tacita de plata.

Teatro Romano

El Teatro Romano de Cádiz es uno de los más grandes de la península Ibérica y fue construido en torno al año 70 a. C. por Lucio Cornelio Balbo 'El Mayor', gaditano de nacimiento y consejero y amigo personal del propio Julio César. Este personaje histórico fue uno de los artífices del crecimiento de la ciudad, ampliándola hacia el actual barrio de El Pópulo, en aquel momento conocido como la Necrópolis.

Restos arqueológicos del teatro romano de Cádiz

La vinculación entre Roma y Cádiz es evidente, dado que se trataba de una de las ciudades más importantes, ricas y prósperas del imperio. Por ello, a nadie le extraña que el propio Julio César contase con gaditanos en su círculo de confianza. Más allá de esta anécdota, en el propio Coliseo romano se conservan dos inscripciones con el nombre 'gadinatorum', es decir, 'de los gaditanos', asientos reservados para los notables procedente de la Gades romana que pasaban temporadas en la actual capital italiana.

Oratorio de San Felipe Neri

El Oratorio de San Felipe Neri, construido a finales del siglo XVII y principios del XVIII, es un imprescindible para entender el papel que jugó Cádiz en la Guerra de la Independencia y en la redacción y promulgación de la primera Constitución de la historia de España. Este pequeño templo sirvió de sede a las Cortes que aprobaron dicho texto y su fachada exterior está repleta de placas que conmemoran la participación de los diferentes diputados. Junto al edificio se ha levantado el Centro de Interpretación de la Constitución de 1812.

Fachada del Oratorio de San Felipe Neri con las placas dedicadas a los diputados de las Cortes de 1812

El Oratorio de San Felipe Neri es también una parada fundamental para los amantes del arte, ya que el retablo mayor está presidido por un lienzo de la Inmaculada Concepción realizado por Bartolomé Esteban Murillo y considerado por algunos expertos como una de las obras más importantes del maestro. Como curiosidad, continúa siendo una iglesia consagrada en la que la misa dominical es en latín.

Oratorio de la Santa Cueva

A pesar de la multitud de iglesias que se pueden visitar en Cádiz, todas ellas de gran interés histórico y artístico, como así ocurre con la de la Palma, Santiago o las de los conventos de Santo Domingo o San Francisco, un templo que no hay que dejar de visitar es el Oratorio de la Santa Cueva. Anexo a la Iglesia del Rosario, en él pueden contemplarse tres lienzos de Francisco de Goya: 'La multiplicación de los panes', 'El convite real' y 'La Santa Cena', considerados como las obras de arte sacro más importantes de las realizadas por el maestro de origen aragonés.

Puerta de Tierra

Declarada Bien de Interés Cultural, la Puerta de Tierra es el recuerdo de la muralla gaditana y fue construida en el siglo XVIII. Desde que se recuperase y se procediera a su restauración, se ha incorporado al catálogo turístico de la ciudad, siendo uno de los grandes atractivos culturales. Además, sus vistas desde lo alto de la torre convierten a este espacio en un bonito mirador desde el que admirar la grandeza del casco histórico de Cádiz, siendo además el último monumento que nos encontramos en él.

Las playas de Cádiz

La magia de Cádiz emana, en gran parte, de las playas que rodean la ciudad y que conectan su casco histórico con el Atlántico. Durante los meses más cálidos, son el lugar en el que tanto locales como visitantes se refrescan, aunque en cualquier momento del año merece la pena descalzarse y pasear por la arena, sobre todo al final del día para contemplar el atardecer. Estas con las cuatro playas urbanas de Cádiz:

Atardecer desde la Playa de La Caleta, con el Castillo de Santa Catalina de fondo

La Caleta

Dos castillos custodian la Playa de La Caleta, la única situada en el casco antiguo de Cádiz. Siempre ha sido rincón para el descanso, pues llegó a albergar incluso un balneario, cuyo edificio aún se conserva. Merece la pena pasear por ella y acercarse hasta el Castillo de San Sebastián a última hora del día.

Santa María del Mar

Popularmente conocida como Playa de las Mujeres, Santa María del Mar es perfecta para disfrutar del baño y contemplar al mismo tiempo la hermosa panorámica de la Catedral Nueva. A pesar de ser una playa tranquila, es un refugio para los surfistas.

La Victoria

Cerca de 3 kilómetros de longitud conforman la Playa de La Victoria, situada al suroeste de la ciudad, en la zona conocida popularmente como Puerta Tierra. La Victoria destaca por su arena fina y dorada, ideal para disfrutar del sol.

Cortadura

Situada a las afueras de la ciudad, merece la pena conocer la Playa de Cortadura porque es la única de Cádiz que conserva un sistema dunar. Varios tramos están catalogados como natural, por lo que podría decirse que Cortadura es prácticamente una playa virgen.

Panorámica de la Playa de Santa María del Mar, conocida coloquialmente como Playa de las Mujeres

Dónde comer en Cádiz

La gastronomía forma parte de la oferta turística de Cádiz y ningún buen turista que se precie puede irse de la ciudad sin degustar alguno de sus platos estrella. Más allá del delicioso pescaíto frito, conformado por fritura a base de boquerón, salmonetes, acedía u ortiguillas, entre otros, también hay que decantarse por degustar las famosas y crujientes tortillitas de camarón o las papas con choco, un sabroso guiso que mezcla productos del mar y de la tierra. Del mismo modo, el atún a la roteña es también otra de las estrellas de los restaurantes gaditanos, mientras que las papas aliñás son el picoteo perfecto para acompañar un vino o una cerveza en una de las muchas terrazas gaditanas.

Las tortillitas de camarón son uno de los principales plastos de la gastronomía gaditana

Plaza de las Flores

A pesar de ser una de las plazas más bonitas de Cádiz, y cuyo nombre proviene de los muchos puestos de flores que inundan cada uno de sus rincones, la Plaza de las Flores es también uno de los puntos gastronómicos más importantes de la ciudad y por el que cualquier viajero tiene que pasar. En ella se encuentra una de sus freidurías más famosas y que precisamente toma nombre del propio emplazamiento. Aunque haya que esperar bastante tiempo para coger una mesa, la experiencia merece la pena.

Sin embargo, la Plaza de las Flores es también el lugar desde el que los turistas comienzan el día y cogen fuerzas para pasear por la ciudad. Son varios puestos de churros los que se disponen en ella, churros que que tienen un sello propio en Cádiz y que se sirven enrollados en papel, pudiendo comerlos en la terraza de cualquier bar cercano, junto con un café o chocolate para completar el desayuno. Si el dependiente te ofrece masa, no la rechaces, porque su sabor te sorprenderá.

Plaza Tío de la Tiza

Otro de los rincones con más encanto de Cádiz es la Plaza Tío de la Tiza, oficialmente denominada Plaza Pinto. Se sitúa en el corazón del Barrio de la Viña y es otro de los puntos gastronómicos de la ciudad, especialmente cuando cae el sol. En esta coqueta plazuela se disponen terrazas de bares y tabernas en los que descansar después de un intenso día de turismo por la ciudad, disfrutando de la gastronomía gaditana en un marco excepcional. Refrescante salmorejo, platos de pescado o frituras de diversa índole no pueden faltar en la comanda que demos al camarero.

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La Plaza Tío de la Tiza es uno de los puntos gastronómicos de la ciudad gracias a sus diversas tabernas

Mercado Central de Cádiz

Los amantes del picoteo tienen que pasar por el Mercado Central. Más allá de los puestos de fruta, verdura, pescado o carne, cuenta con un Rincón Gastronómico conformado por varios establecimientos en los que poder disfrutar de cervezas artesanas, vinos de la tierra, croquetas de diversos sabores o los famosos chicharrones de Curro, así como también platos más internacionales, como piezas de sushi de sabor gaditano.