Brujas es una preciosa ciudad situada en la región belga de Flandes, y se ha convertido en un lugar muy visitado y valorado como uno de los más bonitos de Europa. Tanto es así que su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Lleno de canales, de calles empedradas y de casas de cuento, es sin duda la ciudad más visitada de Bélgica por delante de Bruselas, su capital.
1 Grote Markt
La Plaza Mayor, situada en el corazón de Brujas, está rodeada de edificios medievales con fachadas coloridas y acabadas en punta, que en pasado pertenecieron a los distintos gremios de la ciudad. Uno de los edificios que más sobresale es la torre del campanario Belfort. Por otro lado, en el centro de la plaza está situada una estatua en honor a los héroes locales Jan Breydel y Pieter De Koninck.
Se trata de uno de los lugares más emblemáticos porque el conjunto arquitectónico tiene mucho encanto, y si tienes ocasión de pasar la noche en esta bonita ciudad belga, no desperdicies la oportunidad de ver cómo está iluminada de noche.
2 Lago del amor
Por muchas personas es conocido así un estanque situado en el parque Minnewater, y será el escenario que te dará la bienvenida a la entrada de la ciudad. Uno de los animales más característicos, además de los patos, son los cisnes, que esconden una historia.
Por otro lado, este lago recibe este nombre por una antigua leyenda popular flamenca que cuenta que durante la ocupación romana Minna era una joven que vivía en la casa del lago con su padre. El amor no le jugó una buena pasada y se enamoró de Stromberg, aunque si quieres descubrir más sobre esta historia deberás visitar la ciudad. La versión más normal sobre este lado es que antes era un muelle donde atracaban los barcos que llegaban a Brujas cargados de vino, lana o de otros productos.
3 Plaza Burg
Detrás del Grote Markt está esta plaza donde se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad. Con el paso del tiempo fue teniendo una función tanto civil como religiosa, aspecto que se plasma en los edificios que la forman.
Además, en esta plaza está el Brugse Vrije, es decir, el Palacio de Justicia, y su fachada capta toda la atención rápidamente por sus estatuillas doradas. En una de sus esquinas está la Basílica de la Santa Sangre, que está compuesta, en realidad, por dos iglesias, cada una en un piso. Según cuenta en una ampolla que está en su interior se guardan algunas gotas de la sangre de Cristo, y se trata de una reliquia que se puede ver todos los días.
4 Begijnhof
Este lugar se puede traducir como beaterío, y es una de las visitas imprescindibles de Brujas por lo curioso que es, y más su historia. Se encuentra poco después del parque Minnewater, y se reconoce porque se trata de un jardín rodeado de casitas encaladas.
Este beaterío data del siglo XIII, cuando la condesa de Flandes ordenó la construcción de estas casas para albergar a las beguinas, como se denominaban a las mujeres viudas y huérfanas de los cruzados. Allí estas mujeres se dedicaban a diversas tareas, ya sea el bordado o la oración. Eran como monjas, pero no pertenecían a ninguna orden religiosa y no estaban bajo la custodia de los hombres, por otro lado, podían casarse sin dar explicaciones.
5 Belfort
Se trata del campanario de la ciudad, es Patrimonio de la Humanidad y se trata de un símbolo de la ciudad. Está ubicado en la plaza del mercado y se puede subir a él a pie. Desde arriba se puede ver toda Brujas desde las alturas aunque, eso sí, a través de unas rejas que lo protegen.
Se trata de un torreón gótico que data del siglo XIII y alcanza los 83 metros de altura. En su exterior destaca el reloj. Antiguamente su función era de vigilancia, para prevenir a los ciudadanos de posibles incendios, tan comunes en el pasado en edificaciones de madera. Por otro lado, era el lugar desde el que se leían los bandos públicos.
6 Los molinos
Los molinos son tan característicos de Bélgica como de Holanda, y aunque no se trata del lugar más turístico de la ciudad, su visita puede ser especial. Los molinos de Kruisvest se encuentran en la zona norte, sobre las praderas que están cerca de la Kruispoort. Aunque sean tan solo cuatro, son muy pintorescos.
El más conocido es el Sint Janshuis, data del siglo XVIII. Otros, como el Koelewei, estaba situado en otro punto de la ciudad, pero fue trasladado allá por 1996 a ese lugar, creando así un entorno más agradable y atractivo para el turismo. Lo que más destaca es que están muy conservados a pesar del paso del tiempo. El molino de Sint Janshuis está en funcionamiento y además se puede visitar por dentro.
7 Catedral de San Salvador
Se rata de la iglesia más antigua de la ciudad y tiene un campanario muy bonito y grande. A pesar de que se encuentra algo retirada del casco histórico de la ciudad, muchas personas no pierden la oportunidad de entrar. En su interior alberga una gran colección pictórica y podrás ver obras de los artistas llamados primitivos flamencos, con especial protagonismo de cuadros y tapices de Dirk Bouts y Hugo Van der Goes.
Fue construida en los siglos XIII al XIV. Al principio fue parroquia, pero se convirtió en la sede de la diócesis de Brujas a principios del siglo XIX. Está dedicada al Cristo Salvador y es uno de los pocos edificios que ha sobrevivido a los años sin daños.
8 El Ayuntamiento o Stadhuis
En Brujas el Ayuntamiento se llama Stadhuis, y tiene una fachada increíble que se construyó entre los siglos XIV y XV. Dentro tiene el Gotische Zaal, un salón gótico con una increíble bóveda de madera. Se encuentra situado en la Plaza Burg. La grandeza del Ayuntamiento es una muestra de la expansión económica de Brujas durante el siglo XIV.
Por otro lado, en su fachada destacan las estatuas, aunque de cerca se puede apreciar que son más modernas de lo imaginado. Las actuales terminaron de ser instaladas en 1989, ocupando los nichos vacíos que había hasta entonces. Las estatuas originales habían sido destrozadas en 1792 por revolucionarios bruguenses, durante la época de la Revolución Francesa.
9 Los canales
Una de las mejores cosas que se puede hacer por Brujas es pasear por sus canales, sobre todo teniendo en cuenta que es conocida como 'La Venecia del norte'. desde distintos muelles de la ciudad salen pequeñas embarcaciones para perderse entre casitas que parecen de cuento.
Cada día la ciudad se llena de turistas para perderse entre sus calles y sus puentes tan bonitos y empedrados. Aunque se trate de una ciudad, a simple vista parece un pueblecito, por sus edificios bajos y por haber mantenido su esencia con el paso del tiempo.
10 Puente de San Bonifacio
En este puente se encuentra la combinación perfecta entre historia y romanticismo. Si visitas esta ciudad belga en pareja no puedes desperdiciar la oportunidad de hacerte una foto en el puente con el canal y las casas de madera de fondo.
El parque Arentshof, situado junto a los canales pintorescos, tiene un ambiente peculiar con sus altos árboles, situado justo al lado de este puente. Eso sí, tendrás que darte prisa a la hora de hacerte foto porque es uno de los lugares más concurridos de la ciudad. Por la noche, la iluminación añade más magia al lugar.