Las islas maltesas, formadas por Malta, Gozo y Comino, forman uno de los destinos más enigmáticos y legendarios del mar Mediterráneo. Más de 7.000 años de historia han dado forma a todo su paisaje, en el que se han llegado a rodar series y películas de éxito gracias a la autenticidad que desprende. De hecho, la UNESCO ha llegado a reconocer hasta en tres ocasiones este valor excepcional del entorno maltés, incluyendo en su lista el Hipogeo de Hal Saflieni, los Templos Megalíticos y la ciudad de La Valeta, su capital.
Sin embargo, no se puede hablar del patrimonio cultural de Malta sin mencionar a sus iglesias. A lo largo de sus tres mágicas islas, se han levantado a lo largo de la historia un total de 365 templos, lo que hace que la población cuente, tal y como presume ante los turistas que les visitan, con una iglesia para cada día del año. Si solo están de paso durante unos días, no podrás visitar todas, pero sí que tienes que pasar por las más bonitas y especiales de todas, destacando las 5 que te vamos a enseñar en este artículo.
¿Por qué hay tantas iglesias en Malta?
Esta es, sin duda alguna, una de las preguntas más repetidas entre los visitantes de las islas maltesas. Malta fue uno de los primeros lugares de todo el mundo en el que el Cristianismo se implantó y caló por completo entre su población. Según la leyenda, fue San Pablo el que se encargó de extender el culto después de naufragar en sus costas, predicando aquí la palabra de Dios antes de proseguir su camino a Roma.
Hoy en día, los turistas tratan de seguir los pasos del apóstol visitando las diferentes iglesias de las islas de Malta, un país en el que la religión es todavía hoy un elemento muy destacado en su sociedad. De hecho, no te sorprenderá pasear pro las noches por las calles de sus pueblos y ciudades y encontrar que en las puertas de muchas casas hay estatuillas que representan a la Virgen acompañadas de una vela encendida.
Catedral de San Pablo de Mdina
Cuando se llega a Mdina, la antigua capital de Malta, se cruza una puerta al pasado. Parece que el tiempo se haya detenido en esta ciudad medieval cuya arquitectura revivió con fuerza nuevamente en el período del Barroco. Uno de sus monumentos principales es precisamente la catedral, dedicada a San Pablo.
Fue construida en el siglo XVII, sustituyendo a una anterior de estilo románico que fue destruida a causa de un terremoto, estando ubicada sobre la casa de Publio, el gobernador romano de la isla que dio cobijo al apóstol Pablo y considerado primer obispo de Malta tras su conversión al cristianismo. En su interior hay que admirar las las pinturas de Mattia Preti, así como obras de Alberto Durero.
Iglesia de Santa María de Mosta
Conocida también como la Rotonda de Mosta, se trata de una iglesia circular construida en el siglo XIX, siendo finalizada en 1860. Dedicada a la Asunción de la Virgen María, sustituyó a un anterior templo renacentista que se había quedado pequeño para acoger a los feligreses de la zona, siendo levantada la nueva fábrica en estilo neoclásico.
Aunque está ubicada en un pueblo en el que no hay otros atractivos turísticos, merece la pena acercarse para conocer esta iglesia por sus peculiaridades. La Rotonda de Mosta se construyó a imagen y semejanza del Panteón de Roma, su cúpula es la cuarta más grande del mundo y sobrevivió milagrosamente a un bombardeo de la Segunda Guerra Mundial, cuando una bomba destruyó la cúpula y cayó sobre el suelo sin explotar, saliendo los 300 fieles allí congregados completamente ilesos.
Concatedral de San Juan de La Valeta
Paseando por la Ciudad Patrimonio de la Humanidad de La Valeta, la capital de la República de Malta, hay que reservar tiempo para visitar su concatedral. Construida en el siglo XVI por la Orden de Malta, el templo es considerado como el primer ejemplo completo de alto barroco del mundo. El exterior austero y de aspecto fortificado contrasta con su recargada decoración interior, planificada por Mattia Preti.
Destaca que las capillas de la concatedral de La Valeta están dedicadas a los patrones de las regiones en las que actuaba la Orden de Malta, encontrando la del Reino de Aragón con San Jorge o las de los Reinos de Castilla, León y Portugal con Santiago Apóstol. Del mismo modo, sobresale la obra 'La decapitación de San Juan Bautista', de Caravaggio, un óleo conservado en el oratorio del templo.
Basílica de Ta'Pinu
De entre las 365 iglesias maltesas, sin duda la Basílica de Ta'Pinu es una de las más importantes de todas. Se trata del principal centro de peregrinación de la devota sociedad de Malta, estando su origen en 1833, cuando una mujer dijo escuchar la voz de la Virgen María en este rincón de la isla de Gozo, la hermana pequeña del archipiélago.
Numerosos milagros motivaron la construcción del actual santuario, de estilo neorrománico y en el que se da culto a la imagen de Nuestra Señora de Ta'Pinu. Hasta dos papas han visitado el templo, desde cuya ubicación se observa una de las mejores panorámicas de la minúscula isla de Gozo.
Catedral de Gozo
Aprovechando la visita a la coqueta y encantadora Gozo, hay que dejarse caer también por Victoria, su mágica ciudadela. Allí se encuentra otra de las iglesias principales de la República de Malta, como así es la Catedral de la Asunción. Construida en el siglo XVIII en estilo Barroco, sustituyó a un anterior templo destruido tras el terremoto de 1693.
Diseñada por el arquitecto maltés Lorenzo Gafa, se trata de una imponente catedral levantada en piedra caliza local que sigue el modelo de la Iglesia de Gesù de Roma. En su interior sobresalen unos ricos frescos a modo de trampantojo que dan la sensación de que el templo cuenta con una cúpula, cuando en realidad es un techo plano.