Escaparse a un destino turístico como lo es El Barco de Ávila siempre es buena idea, además el recorrido hasta llegar a este pueblo es maravilloso donde se podrá disfrutar de unas vistas a la montaña impresionantes. Aquellos viajeros que decidan hacer este viaje en invierno, si además tienen suerte de que ha nevado, seguro que no olvidarán las imágenes que dejarán a su paso.
Siempre la mejor opción a la hora de ir a El Barco de Ávila es yendo en coche, ya que aporta más comodidad y no es un medio de transporte caro, pues si se opta por ir en autobús siempre será más caro y se tardará mucho más debido a que el conductor irá realizando paradas por otros destinos. Por lo tanto la mejor opción es el coche a través de la carretera nacional 110.
La plaza principal de El Barco de Ávila cuenta con varios vares y restaurantesHaga frío o calor El Barco de Ávila siempre tiene unos bonitos paisajes entre los que se puede distinguir la naturaleza y algunos elementos arquitectónicos medievales, una mezcla que hace que el pueblo sea de lo más bonito y acogedor, no sin no hablar antes de la amabilidad de sus gentes y su hospitalidad.
El Barco de Ávila forma parte de la comarca formada por los Valles del Tormes y del Aravalle. Para ser exactos se encuentra en la Sierra de Gredos y tiene un clima continental, con inviernos muy fríos y veranos suaves, por lo que es perfecto sobre todo en verano para escapar de las altas temperaturas y pasar unos días desconectados y al fresco. El río Tormes baña este precioso pueblo escondido cerca de Ávila. Descubre los rincones que no te puedes perder una vez que visites El Barco de Ávila.
Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora
Este monumento se localiza en el centro del pueblo donde se puede apreciar con bastante visibilidad su torre adyacente que fue construida en el siglo XII y fue reconstruida entre los siglos XIV Y XV. En 1931 fue declarada Monumento Histórico-Artístico. El cuerpo de la iglesia y de la torre está formado por granito por lo que deja una imagen de lo más antigua debido al deterioro del material por el paso de los años. Es necesaria hacer una parada para visitar tanto el interior como el exterior y disfrutar de esta genialidad.
La Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora es considerada Monumeto Histórico-ArtísticoLa Casa del reloj
Fue una antiquísima Casa Consistorial que por desgracia se derribó en el siglo XVIII, pero que posteriormente se reconstruyó con paredes de piedra labrada y mampostería inconfundible castellana. En su balcón se colocó el Reloj de la Cilla y la torreta metálica que sostiene su campana. En la planta superior, además de poder observar el mecanismo del reloj, y se pueden contemplar distintas exposiciones. Un espacio de lo más interesante que visitar en El Barco de Ávila.
La Calle la Gallareta
Para curiosidades la calle de la Gallareta, ya que es la calle más corta y estrecha del pueblo. Su nombre se debe porque anitguamente era un lugar donde se encontraban granjas de gallos. También fue llamada El Callejón de los combates, donde dejaron la vida invasores franceses y combatientes españoles. Un lugar con mucha historia que no hay que dejar de visitar.
El Puente Románico
Este puente tiene un carácter absoluto de arquitectura romana. Su estructura posee anchas pilas de sillares almohadillados, machones, estribos y ocho arcos, todos distintos. Es alomado, es decir tiene cuesta de subida y de bajada. Debido a muchos deterioros sufridos a lo largo de los años por causa de tantas guerras, tuvo que hacerse una reconstrucción a comienzos del siglo XII, conservando eso sí sus anchas pilas romanas y algún arco.
El Puente Románico es el emblema más característico de El Barco de ÁvilaErmita del Cristo
No es de gran tamaño, pero si tiene una especie de leyenda del siglo XIII. Cuando hubo una gran crecida del Tormes, arrastró y dejó orillado a la izquierda del río por encima del puente un Cristo de madera de tamaño natural. Unos lugareños que paseaban lo vieron y lo condujeron en procesión a la iglesia parroquial, donde se dejó. A la mañana siguiente, volvió a aparecer en el mismo sitio donde lo encontraron. Lo volvieron a llevar a la iglesia y volvió a ocurrir lo mismo. La gente del pueblo se convenció de que el Cristo quería permanecer a la entrada del Puente y allí construyeron una ermita.
Unos cuatro siglos después se declaró ruinosa y en 1672 se reconstruyó. Al hacer los cimientos surgió una corriente de agua que se recogió en una fuente de 3 caños. Hay fiestas en su nombre y el primer domingo de septiembre, viernes y sábado anteriores se lleva al Cristo en procesión. Es un lugar de gran reclamo turístico por la historia que hay detrás.
Castillo de Valdecorneja
Se sitúa al lado del río y del puente, siendo el punto más elevado del valle. Fue construido por los romanos en el siglo XII. Posee cerca de 1.700 m2 además de las dependencias que han ido desapareciendo con los años. Su entrada es totalmente gratuita y está abierto todos los días del año. Es un lugar de lo más especial con un encanto medieval digno de ver.
El Castillo de Valdecorneja se puede visitar todos los días del añoLas Murallas
Las murallas, o lo que queda de ellas, partían del castillo y rodeaba todo el pueblo del Barco. Esas murallas también son pertenecientes al siglo XII como el resto de elementos antiguos del mismo. Tienen acceso por dos puertas de estilo románico, la del Capillo o la de la Horcajada, esta última actualmente derribada.
Gastronomía inmejorable
Otra de las cosas que más gusta al turismo que visita El barco de Ávila es su excelente gastronomía, siendo el judión su plato más mítico, sobre todo cuando hace frío. En el restaurante El fogón del Barco, situado en Calle San Pedro del Barco tienen unas carnes de primera calidad, además el trato es de lo más cercano con el cliente.
Hay otra alternativa para aquellos que amen la comida. Casa Lucio, un restaurante situado en calle de la Pasión número 3, donde la relación calidad precio se ve desde que uno se sienta en la mesa. En la calle Lepanto 9, hay otro restaurante, Clipper, donde su especialidad son las tapas.
