El otoño también es una época maravillosa para viajar a Islas Baleares. Aunque es cierto que los meses estivales son el momento preferido por la mayor parte de los turistas, porque pueden disfrutar del sol y las aguas del mar Mediterráneo, desde septiembre hasta diciembre también son muchos los que se acercan hasta alguna de las islas para descubrir su lado más cultural, en el que la gastronomía tiene un puesto preferente.
En el caso de Mallorca, el otoño es la estación perfecta para conocer sus encantadores y pintorescos pueblos, pasear por su exuberante naturaleza, que se recubre de tonos cobres y ocres, contemplar atardeceres de ensueño con sus paisajes y el Mediterráneo como telón de fondo y, en definitiva, disfrutar de la tranquilidad que ofrece la cara más rural de la isla. Ante el descenso del número de turistas, parecerá que todos los rincones son únicamente para ti, por lo que es el único momento de todo el año en el que podrás hacer estos cinco planes que te proponemos.
1Fiesta de la Luz en la Catedral de Palma
La Catedral de Santa María de Palma de Mallorca, conocida como la Seu, es uno de los templos góticos más espectaculares del mundo. Levantada en la orilla marítima y desafiando al mar Mediterráneo, su eterno compañero, cuenta con la declaración de Monumento Histórico-Artístico desde 1931. Uno de sus grandes secretos es el rosetón, el más grande del mundo gótico auténtico, al alcanzar los 13 metros de diámetro.
La Fiesta de la Luz en la Catedral de Mallorca se celebra el 11 de noviembreTodo el que viaja a Mallorca tiene que acercarse hasta la catedral. Pero, si tienes la suerte de que sea un 11 de noviembre, más todavía. Durante este día de otoño, se celebra en ella la Fiesta de la Luz, uno de los mayores espectáculos lumínicos de la isla al que también se conoce como "el ocho". Se trata de una alineación perfecta entre el sol y el rosetón entre las 8 y las 9 de la mañana que dura unos minutos, fijándose en la fachada contraria. Si te lo pierdes, reserva el 2 de febrero, el otro momento del año en que se vuelve a repetir.
2Senderismo por Serra de Tramontana
Los colores del otoño inundan la Sierra de Tramontana durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, convirtiendo a este tesoro del norte de la isla y declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en un espectáculo natural vivo que hay que disfrutar a través de todos los sentidos. Pinos, encinas y carrascos, coquetas casas de piedra, cultivos en terrazas, acantilados y calas escondidas dan forma a esa cordillera que te enamorará.
Valldemosa es uno de los pueblos de la Serra de Tramontana que hay que visitarLa mejor forma de recorrer la Serra de Tramontana es mediante una ruta de senderismo. Valldemosa, Deià, Sóller o Fornalutx son los tres lugares por los que obligatoriamente hay que pasar, ya que representan las dos auténticas realidades de Mallorca: la montaña y el mar. En estos pintorescos pueblecitos, los turistas se olvidan de sus rutinas diarias y desconectan al completo, ayudándose para ello también de la exquisita gastronomía que sirven sus auténticos restaurantes.
3Búsqueda del esclata-sang
Uno de los dichos más extendidos desde hace años en Mallorca es que cuando los turistas se van, aparecen los mallorquines. Una de las tradiciones más famosas de la isla en otoño es la recolección de hongos. El micoturismo o turismo micológico es uno de los puntos fuertes de esta región de las Baleares, por lo que los amantes de este arte tienen en Mallorca un lugar al que peregrinar durante los meses que dura la temporada.
El esclata-sang es la seta estrella del otoño en MallorcaEl esclata-sang, como así se conoce al níscalo? o robellón en Mallorca, es uno de los hongos más preciados cada otoño, tanto en la isla como en el resto de España. Aquí crece al compás de los aires mediterráneos, por lo que tiene un sabor más especial. Se puede encontrar en octubre y noviembre en puntos de la Sierra de Tramontana, siempre y cuando haya habido abundantes lluvias en septiembre. Una vez en la cesta, el siguiente paso es cocinarlo, siendo el arroz meloso con esclata-sangs el plato más famoso.
4En globo por el Mediterráneo mallorquín
Ver el amanecer sobre el Mediterráneo desde 500 metros de altura o disfrutar de las cadenas montañosas más espectaculares de Mallorca es una experiencia memorable, y es posible tenerla gracias a los viajes en globo que se suceden durante el otoño en Manacor, uno de los puntos por los que, sin duda, hay que pasar en esta época del año.
Desde Manacor despegan los vuelos en globo que recorren MallorcaSe trata de la postal viva más mágica que encontrarás en las Islas Baleares, una travesía inolvidable en la que podrás comprobar la mezcla de azul, verde, ocre y naranja que se sucede en el paisaje durante esta estación. Conforme el globo va ganando más altura, la sensación de quien lo experimenta es más intensa, llegando a sentir un verdadero pájaro sobrevolando Mallorca.
5Mallorca en bicicleta
Otra de las ventajas de que Mallorca se vacíe de turistas tras la finalización de la temporada estival de vacaciones es que, de nuevo, los ciclistas conquistan su espacio natural. Además, con la caída de las temperaturas, ya que deja de hacer el calor sofocante del verano, se puede practicar este deporte de una forma mucho más llevadera. Todo ello hace que Mallorca sea uno de los mejores destinos en los que gente llegada de diferentes países se da cita para disfrutar del mejor ciclismo.
Un paseo en bici es un planazo en otoño en MallorcaLos ciclistas se dividen por todas las partes de la isla para disfrutar al máximo:
- Los más aventureros se lanzan a la Sierra de Tramontana, donde desafían los desniveles mientras disfrutan de unas maravillosas panorámicas rodeados de la naturaleza más virgen y salvaje.
- Los más tranquilos optan por Formentor, el pequeño pueblo pesquero de Sa Calobra o la propia Palma de Mallorca, que ofrece también fantásticas rutas que merece la pena explorar, destacando la que va desde Porto Pi hasta El Arenal.
