Cómo planear tu luna de miel

A la hora de planificar y preparar una boda hay muchos los detalles que ha de tener en cuenta la pareja, pero no cabe duda de que la luna de miel es uno de los que más ilusión genera entre los novios. Se trata de un viaje para celebrar el inicio de esa nueva vida en común, pero también significa un momento de tranquilidad tras la tensión de la organización del enlace y como es algo especial se suelen buscar destinos diferentes y planes que se salen de las vacaciones convencionales.

La luna de miel es el momento de de despliegue de romanticismo y descanso tras la boda

El hecho de buscar que la luna de miel sea diferente a otros viajes que hayas podido realizar con tu pareja puede suponer alguna que otra dificultad. Los destinos suelen ser más lejanos, las estancias más largas, se invierte más dinero y puedes necesitar visados o vacunas, por esa costumbre de viajar a lugares exóticos y que se salgan de lo más habitual.

Por ello son numerosas las cuestiones que has de tener en cuenta a la hora de ponerte a planificar la luna de miel y para ayudarte en esta labor hemos recopilado en esta artículo todos esos detalles que has de tener en cuenta para planear el viaje con el que iniciaréis vuestra vida de recién casados. Y empieza con tiempo, porque hay algún que otro trámite que no depende de vosotros y puede prolongarse varios meses.

Elegir el destino

Lo primero que hay que elegir es el destino, de eso no cabe duda. Como tampoco que debe ser un lugar que os apetezca a los dos novios. Debéis estar convencidos de ello porque es un viaje en el que invertiréis un dinero considerable y que puede durar más de dos semanas, con lo que tanto esfuerzo para hacer algo que no te gusta a buen seguro que genera alguna que otra tensión en esa nueva vida de casados.

A la hora de elegir el destino, se debe tener en cuenta las condiciones de esa zona geográfica

Lo principal es el destino, pero es recomendable tener alguna que otra alternativa. ¿Por qué? Pues porque es posible que haya algún que otro impeditivo para que puedas realizar el viaje de tus sueños. El segundo paso sería investigar cómo sería esa luna de miel que tienes en mente. Internet es una fuente de sabiduría, así que investiga y acude a una (o varias agencias de viaje) para saber más. Hay cuestiones fundamentales para decantarse por un destino, para empezar: el presupuesto. Debéis cerrar de cuánto dinero disponéis y ahí hay que tener en cuenta no sólo lo que cuesta el viaje, sino todo lo que vais a gastar mientras viajáis. Puede que lo que habíais pensado se escape de vuestras posibilidades y tengáis que mirar entre las alternativas posibles que os recomendábamos antes tener escogidas.

Es frecuente que para una luna de miel los novios piensen en destinos exóticos, con otra cultura, pero también con otro clima. Puede que las fechas que barajáis coincidan con la época de los monzones en el destino, lo que hace poco recomendable ese viaje, aunque siempre podéis arriesgaros.

Seguridad legal y médica

También es habitual que para ir a destinos en otros continentes os reclamen cierta seguridad. Puede que tengáis que pedir visados y esto no es algo que se gestione en un par de días. Suele llevar semanas porque pueden tardar hasta dos meses en contestaros. Por eso os comentábamos antes la importancia de empezar a pensar en la luna de miel meses antes de la boda.

En algunas zonas, es recomendable ir con vacunas para prevenir enfermedades graves

No suelen precisar tanta anticipación, pero hay varios destinos a los que se recomienda viajar con las vacunas puestas. Consulta en el centro de vacunación de tu provincia, donde te informarán con todo detalle de lo que necesitas y con cuánta antelación han de ponerse las vacunas. Si entre los planes próximos de la pareja está el de tener un hijo comentadlo, porque hay destinos poco recomendables si se planifica un embarazo, como aquellos en que hay epidemias contra las que no hay vacunas, como la del zika.

Cuánto durará

Presupuesto, climatología y requisitos legales y sanitarios son los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de planear una luna de miel, pero no son los únicos. Una vez superados los posibles obstáculos que podrían derivarse de estos aspectos toca ponerse con la planificación. Por lo general, los novios disponen de cierta libertad a la hora de disfrutar de su luna de miel al juntar los días libres por boda y las vacaciones, pero aunque podáis iros un mes fuera pensad que eso tendrá un coste muy elevado. Definid los días que durará el viaje en función del dinero del que disponéis.

Hay que tener en cuenta la duración del viaje en relación al dinero del que se dispone

En este sentido cabe recordar que tras organizar la boda es posible que estéis cansados y queráis descansar. Un viaje recorriendo montañas puede sonar muy apetecible, pero puede que cuando llegue el momento de calzaros las botas os arrepintáis por el cansancio acumulado. Tenedlo en cuenta, porque además, luego toca volver a casa y recuperar vuestra normalidad tras la boda.

Combina turismo activo y aventura

En este sentido una de las fórmulas más utilizadas por los novios para su luna de miel es organizar una parte activa, ya sea deportiva o turismo de ciudad, y otra de relax, que por lo general se deja para los últimos días. En función de cuál sea vuestro destino principal, podéis añadir varios días en una isla para descansar en la playa. Dejaros guiar por la agencia de viajes e investigad en internet, existen muchísimos foros de viajes, para decidir la mejor de las opciones.

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Aunque son tiempo de descanso, existen alternativas que combinan ocio y turismo

Algo a tener en cuenta cuando la luna de miel os va a llevar a la otra punta del mundo es mirar cómo os coinciden los enlaces, porque es muy probable que os tiréis más de un día viajando de aeropuerto en aeropuerto, con horas de escala. Como se suelen tener bastantes días libres procurad encajar los viajes de la mejor manera posible y evitaros vuelos innecesarios. Otra recomendación respecto a los viajes: seguro que tú y tu pareja estáis deseando iniciar la luna de miel una vez ha acabado la boda, pero lo más recomendable es esperar tres o cuatro días para finiquitar algunos detalles y también poder descansar algo antes de iniciar esta aventura.