Descubre Pastrana, el pueblo alcarreño marcado por la Princesa de Éboli y Santa Teresa de Jesús

Pastrana fue fundada en el siglo XIII bajo la dominación de la Orden Religiosa Militar de Calatrava, y se cree que se hizo como aldea de repoblación después de que los árabes fueran expulsados. Fue en 1369 cuando recibió el título de villa y es en este momento cuando se construyen las murallas y la iglesia. Fue en 1541 cuando el Rey Carlos I vende la Villa de Pastrana con los lugares de Escopete y Sayatón a Doña Ana de la Cerda, condesa de Mélito y viuda de Don Diego Hurtado de Mendoza. Fue ella quien comienza la construcción del palacio Ducal del pueblo. Cuando este palacio y el pueblo pasan a manos de la Princesa de Éboli y de su marido, Ruy Gómez de Silva, quienes obtienen el título de los Duques de Pastrana.

Foto antigua de la villa de Pastrana

Y fue con ellos con los que llega una época de gran esplendor, ya que llevan a cabo importantes obras en la villa, y por eso en 1569 se llama a Santa Teresa de Jesús para que se encargue de fundar el convento de las Carmelitas Descalzas, creando el de San José para mujeres y el de San Pedro -hoy del Carmen- para hombres.

Con todos estos años de éxitos, la Iglesia pasa a ser Colegiata, dotándola de un Cabildo de 48 Canónigos, que superaba en número a todas las Catedrales de España, excepto a la Catedral Primada de Toledo. Entre sus historia incluye a muchos personajes ilustres, no solo a la Princesa de Éboli, sino también a su marido, Santa Teresa de Jesús que estuvo de paso o Leandro Fernández de Moratín, un escritor de obras como 'El sí de las niñas', ' La mojigata ' o 'La comida nueva o el café'. Otro nombre muy sonado es el de Rodrigo Diaz de Vivar de Silva, quien fue nieto de la famosa princesa.

La villa de Pastrana en la actualidad

Profundizando en su historia anterior, fue llamada por los romanos Paternina después de que el cónsul Paterno Paterniano la reconstruyera, y de ahí tomo dicho nombre, que con el paso el tiempo fue derivando en Pastrana. Este pueblo, más allá de su historia, está ubicado en la comarca de la Alcarria y destaca por sus fiestas apícolas ya que en esta zona es muy importante la producción de miel, un producto que se hace consigue no solo en este pueblo, sino en otros de alrededor.

Palacio Ducal de Pastrana

Es un palacio renacentista cuyo proyecto se llevó a cabo por el famoso arquitecto Alonso de Covarrubias situado en el pueblo guadalajareño de Pastrana. Fue en 1941 cuando fue declarado Monumento Nacional y en 1966 consiguió ser nombrado Conjunto Histórico-Artístico. Se trata de un palacio de planta cuadrada con torres en las esquinas y un patio central. Por otro lado, tiene un jardín escalonado en la parte posterior, aunque este palacio por asuntos más bien legales nunca llegó a término.

fachada del Palacio Ducal de Pastrana

Su proyecto data del año 1541, cuando la villa de Pastrana es comprada por Ana de la Cerda y Castro, la abuela de la Princesa de Éboli. En 1581 la princesa de Éboli fue encerrada en su palacio, en el que murió en 1592 cuando vivía con su hija menor Ana de Silva.

La habitación en la que la Princesa de Éboli pasó los últimos años de su vida puede ser visitada y es muy conocido el balcón enrejado que da a la conocida plaza de la Hora, donde salía la Princesa tan solo una hora al día. Su fallada apenas tiene ornamentación y es de piedra de sillería. La portada central destaca por encima de otros elementos, aunque no tanto como el balcón y ella se puede leer la leyenda 'De Mendoza y de la Cerda'. Entre los elementos de su interior, destacan los zócalos de azulejos toledanos de estilo mudéjar.

Vista detallada de la fachada del Palacio Ducal de Pastrana

Fue en 1997 cuando la Universidad de Alcalá de henares adquiere dicho palacio y se encarga de restaurarlo con el trabajo de los arquitectos Carlos Clemente y Antonio Fernández Alba.

• Dónde : Plaza de la Hora.
• Horario : de lunes a viernes a las 12:30h y a las 16:30 h; sábados: 12:30, 17:00 y 18:00h; domingos: 11:30 y 12:30 h.
• Precio : 4€/persona.

Plaza de la Hora

La plaza de Pastrana recibe este nombre, el de Plaza de la Hora, desde 1590, cuando allí vivía la Princesa de Éboli. Ana de Mendoza y de la Cerda nació en Cifuentes, en Guadalajara, el 29 de junio de 1540, y fue educada con todos los caprichos del mundo porque era hija única del matrimonio formado por Diego Hurtado de Mendoza y Catalina de Silva. Caracterizada por llevar un parche en su ojo izquierdo -no se conoce el motivo real, aunque todo parece apuntar a que perdió el ojo jugando a esgrima con uno de los pajes de palacio-, era muy revolucionaria para su tiempo. Con solo 12 años fue casada con el nombre portugués Ruy Gómez da Silva del que se quedó viuda en 1573. Lo cierto es que fue encerrada por órdenes del Rey Felipe II, y todo parece indicar que fue por el idilio amoroso que mantuvo con Antonio Pérez, secretario del Rey, aunque había otras razones políticas para su castigo que nunca llegaron a esclarecerse.

Vistas desde el Palacio Ducal de la Plaza de la Hora

Pero lo que atañe a esta plaza es que tras ser encerrada en el palacio Ducal de Pastrana por orden del Rey del momento, la Princesa de Éboli solo tenía una hora al día para asomarse desde un balcón a la plaza y de ahí su característico nombre que ha perdurado al paso del tiempo.

Museo parroquial de tapices

Este museo está instalado en o que fue la sala capitular de la Colegiata de nuestra Señora de la Asunción, y en ella se puede encontrar una serie de tapices góticos flamencos, quizás uno de los más importantes del mundo de finales del siglo XV. La serie de tapices de Alfonso V de Portugal, también conocidos como Tapices de Pastrana, la forman cuatro paños tejidos en seda y lana de unas dimensiones medias de 11x4 metros. Muchos expertos dicen que se trata la primera narración más que descriptiva de hechos políticos contemporáneos, las conquistas de dos ciudades del norte de África, Arcila y Tánger, llevadas a cabo por Alfonso V de Portugal en agosto de 1471.

Uno de los tapices expuesto en la parroquia de Pastrana

Fue en 1950 cuando comenzaron a exponerse en el Museo parroquia. En los tapices se puede ver la serie de acontecimientos en orden cronológico y lineal : el desembarco de Arcila, el cerco de Arcila, el asalto de Arcila y la toma de Tánger.

En 2008 por iniciativa de la Fundación Carlos de Amberes y del Obispado de Sigüenza-Guadalajara, estos tapices fueron trasladados a la ciudad belga de Malinas, donde fueron limpiados y restaurados en sus zonas más frágiles, haciendo un tejido más fuerte en la parte posterior de los mismos. Por esta intervención la Fundación Carlos de Amberes obtuvo, en el 2011, el galardón de Europa Nostra en el apartado de conservación.

Sala principal de tapices

Pero no siempre han estado en el pueblo de Guadalajara, sino que han estado en la exposición Universal de Barcelona de 1888, en la de París de 1900, en la iberoamericana de Sevilla en 1929, en el Museo de Santa Cruz de Toledo, en la National Gallery of Art de Whashington, en el Peabody Essex Museum en Massachusettsctubre o en el castillo de Guimaraes.

• Dónde : C/ Melchor Cano 'el Viento', 1. (Parroquia)
• Horario : 10:30h, 11:30h (domingo y festividades religiosas 11:00h), 13:15h, 16:00h, 17:30h.
• Precio : 5€/persona.

Cripta de la Princesa de Éboli

Y en la parroquia no solo se puede disfrutar de esta colección de tapices, sino también de una cripta en la que se encuentra enterrada la mismísima Princesa de Éboli. La cripta es de planta de cruz latina y cuenta con grandes urnas funerarias, seis de las cuales son de mármol rosado procedentes del panteón ducal del monasterio de San Francisco de Guadalajara, y otras son de granito. Aquí también están enterrados los padres de Ana de Mendoza.

Cripta donde está la tumba de la Princesa de Éboli

Se cree que inicialmente fue enterrada en el convento de San José, pero un momento que no se conoce, los restos fueron trasladados a la colegiata, en medio de una obra se alojaron en otro lugar, para regresar cuando la iglesia fue reformada.

Museo V Centenario Santa Teresa

Este museo está instalado en el claustro y la Iglesia del convento del Carmen donde está una colección de siete grandes óleos que hablan del paso de Santa Teresa de Jesús por Pastrana en 1569, así como de la fundación de los conventos. Y no solo hay cuadros donde aparezca ella, sino que hay otras obras pictóricas de artistas como Alonso de Arco, Regino Páramo, Juan Carreño de Miranda.

Vista de los pasillos del museo

la orden carmelita, allí presente a pesar del paso de los años, atesora obras de arte de artistas como Lucas Jordán, esculturas de Pedro de Mena, óleos de Francisco Ricci, y otras obras de Gregorio Fernández, uno de los grandes maestros de la escultura religiosa en madera policromada. Y no solo hay este tipo de contenido, sino también recuerdos de los Carmelitanos y los Franciscanos. Este museo, por otro lado, ha quedado integrado en el itinerario turístico de ' La Mirada de Teresa de Jesús ', una ruta siguiendo los pasos de este personaje histórico que pasó un tiempo en la villa de Pastrana.

Museo de Historia Natural

Este museo ocupa el claustro superior del convento y en él se puede disfrutar de una enorme variedad de fauna procedente de las islas Filipinas. En este museo hay una enorme colección de conchas de moluscos, algunos ya extinguidos, con más de 1.500 especies distintas expuestas en su interior.

Una de las vitrinas del museo de Historia Natural

En cuanto a las aves hay más de 400 ejemplares, y más allá de eso hay mamíferos y reptiles sin olvidar que también se pueden ver peces, crustáceos, esponjas o corales. Su origen data de la segunda mitad del siglo XIX, y todo fue posible gracias a la labor del franciscano fray Marcelino Sánchez, misionero en Filipinas. Durante la insurrección y guerra de 1898 en Filipinas, el museo sufrió graves destrozos, por lo que se decidió su traslado a España.

Ermita de San Pedro y San Juan de la Cruz

Se cree que esta ermita ya existía en la Edad Media y por eso se construyó cerca de ella el Convento del Carmen, justo abajo de esta ermita existen unas escaleras que comunican a una cueva de San Juan de la Cruz, y se dice, según la tradición, que un fraile abulense, que era maestro de los novicios del convento, se retiraba a este lugar para meditar.

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Ermita de san Pedro

Por otro lado, aunque es algo que tan solo lo cuenta una leyenda, al lado de esta ermita vivió Santa Teresa de Jesús durante su estancia en Pastrana, aunque solo permaneció en el puedo alcarreño durante tres meses.