Federico García Lorca, nacido el 5 de junio de 1898 en Fuente Vaqueros, Granada y fallecido el 18 de agosto de 1936 al ser asesinado por el bando sublevado al comienzo de la Guerra Civil, se alza como uno de los poetas de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX, además de ser uno de los mayores exponentes del teatro español. Perteneciente a la Generación del 27, Lorca vivió sus primeros años en su tierra natal, pero tras cumplir la mayoría de edad y ansioso por descubrir más allá de su Granada, se mudó a Madrid, ciudad que le vio crecer como autor y donde se rodeó de las grandes mentes de la época.
Lorca en 1919 en los jardines de la Residencia de Estudiantes | Fundación Federico García LorcaPor tanto, si vives en Madrid o viajas a la capital de España, no pierdas la oportunidad de conocer un trocito de la vida de Federico García Lorca, un autor que dejó su huella en ella y al que se le sigue recordando en varios rincones de la ciudad.
La Residencia de Estudiantes
A raíz de una carta de recomendación del catedrático Fernando de los Ríos, en julio de 1919, Federico García Rodríguez, padre de Lorca, recibió una carta firmada por Alberto Jiménez Fraud, director de la Residencia de Estudiantes de Madrid, comunicándole que su hijo contaba con una plaza en esta para el mes de octubre de aquel mismo año.
Federico García Lorca y Luis Buñuel en la Residencia de Estudiantes en torno a 1922 y 1923 | Fundación Federico García LorcaAquella carta llevó a Federico García Lorca a trasladarse a la capital, como tanto había soñado, para continuar sus estudios y se alojó así en una de las habitaciones de la Residencia de Estudiantes, situada en la Calle del Pinar 21-23, donde residió entre 1919 y 1926. Este hecho marcó un antes y un después en la vida y formación de Lorca, ya que fue allí donde conoció y se relacionó con algunos de los autores y artistas más importantes de España, como Luis Buñuel, Rafael Alberti, José Bello, Jorge Guillén o Salvador Dalí.
"Federico tenía un atractivo, un magnetismo al que nadie podía resistirse. (...) No tardó en conocer a todo el mundo y hacer que todo el mundo le conociera. Su habitación de la Residencia se convirtió en uno de los puntos de reunión más solicitados en Madrid " confesó Luis Buñuel en 1982. Actualmente, la Residencia de Estudiantes continúa existiendo en el mismo lugar manteniendo su labor docente y divulgativa y en 2015 recibió el Sello de Patrimonio Europeo.
La Plaza de Cibeles
Durante los primeros años de Lorca en Madrid, las tertulias con sus compañeros tenían lugar en las habitaciones de la Residencia de Estudiantes, pero tras su paso por esta, el poeta buscó estos encuentros en las cafeterías de la época situadas cerca de la Plaza de Cibeles, como el Café Lyon, el Café Gijón o el Café Granja El Henar.
Plaza de CibelesEl recuerdo de el Café Granja El Henar
El Café Granja El Henar, situado en el número 40 de la Calle Alcalá, justo al lado de donde actualmente encontramos el Círculo de Bellas Artes, fue uno de los puntos neurálgicos de la vida social y cultural de Madrid y su terraza fue testigo de muchos de los acontecimientos y tertulias de la época.
El 12 de abril de 1931, a dos días de la proclamación de la Segunda República en España, Federico García Lorca participó en una manifestación en Madrid, y para escaparse de la Guardia Civil, buscó refugio en las cafeterías de la zona, las cuales él ya conocía, y se dirigió a Granja El Henar donde contó todo lo que estaba sucediendo.
La terraza del Café Granja El Henar, en Calle Alcalá nº 40 | Rutas Teatrales MadridSe dice que debido a la peculiar forma que Lorca tenía de hablar, llamó la atención del resto de personas que había allí y le subieron encima de la mesa de mármol de Granja El Henar para que contara a todos lo que estaba sucediendo en la manifestación en Cibeles. Quienes estuvieron allí dicen que si se hubiese podido tener registro de cómo Federico García Lorca describió aquel momento, estaríamos frente a una de las grandes obras del autor granadino.
El Ateneo de Madrid
Muchas de las cartas que escribió Lorca desde Madrid tienen el sello del Ateneo, ya que, a pesar de pasar tiempo en la Residencia de Estudiantes y las tertulias de la época, también encontró en la biblioteca de este un lugar donde refugiarse y escribir a su familia.
El Ateneo, situado actualmente en el número 21 de la Calle del Prado, tiene su origen en los inicios del siglo XIX como consecuencia de la situación política, social y cultural entre 1808 y 1814 al producirse la invasión napoleónica. Tras esto, en 1820 se instauró en España un régimen constitucional, dando paso al llamado trienio liberal durante el cual las mentes ilustradas vieron la necesidad de afianzar en el país una mentalidad liberal mediante el debate y la discusión abierta. De esta forma, surge el llamado Ateneo Español, fundado en aquel mismo año, como una iniciativa de Juan Manuel de los Ríos.
Entrada del Ateneo de MadridEl Ateneo surge así como una sociedad defensora de la libertad de pensamiento y de su expresión a través de la libre discusión. Cuando en 1823 se restauró otra vez la monarquía absoluta, aquellos liberales tuvieron que marcharse a Londres, pero en 1835 se funda el Ateneo Científico y Literario, al que más tarde se añadirá el epíteto de Artístico.
La libre discusión en las tertulias, el debate abierto o las conferencias dieron cada vez más protagonismo a la actividad intelectual, lo que potenció una vida cultural febril y apasionada. Todo ello hizo que la biblioteca del Ateneo fuera adquiriendo cada vez más importancia, siendo ésta su mayor tesoro.
Por todo ello no es de extrañar que el Ateneo de Madrid se convirtiera en un eje de referencia cultural inexcusable y que por él hayan pasado a lo largo de su existencia, premios Nobel, presidentes de Gobierno y autores de renombre de la generación del 98, del 14 y del 27, como fue el caso de Federico García Lorca.
El Teatro Español y la estatua de Lorca en la Plaza de Santa Ana
Tras su paso por la Residencia de Estudiantes y los cafés de la época, llegamos al gran hogar teatral del granadino, el Teatro Español, situado en la Plaza de Santa Ana. En su fachada podemos encontrar el nombre de García Lorca junto a otros de los dramaturgos más importantes de nuestro país, como Lope de Vega, Calderón de la Barca, Valle Inclán, Zorrilla o Tirso de Molina, entre otros.
Fachada del Teatro Español en la Plaza de Santa AnaEn 1929 Lorca se marchó a Nueva York, lo que le llevó a escribir más adelante 'Poeta en Nueva York', y en junio de 1930 regresó a Madrid, año en el que el autor estrenó su obra ' La zapatera prodigiosa ' en el Teatro Español. Desde entonces, este se convirtió en uno de los teatros clave de la vida de Federico García Lorca, ya que acogió algunas de sus obras más destacadas como ' Yerma ' en 1934, la cual le otorgó un triunfo arrollador al granadino.
Asimismo, cabe mencionar el Teatro Beatriz, que se encontraba en la Calle Claudio Coello nº 47 en Madrid y donde Lorca estrenó una de sus obras más famosas: ' Bodas de sangre '.
Estatua de Federico García LorcaEn honor al autor, frente al teatro, justo en la Plaza de Santa Ana, encontramos una estatua de Federico García Lorca con una alondra en sus manos a punto de echar a volar hacia el Teatro Español. Esta fue erigida a petición del entonces director del teatro, Miguel Narros, y fue realizada en bronce por el escultor Julio López entre 1984 y 1986. A la estatua le acompaña una lápida caliza blanca en la que encontramos inscrito " Madrid, a Federico García Lorca ".
El Teatro Eslava
La mítica discoteca de Madrid, situada en la céntrica Calle Arenal, fue mucho antes de convertirse en una de las salas de fiestas y conciertos más conocidas de la capital, el Teatro Eslava, lugar donde se representaron obras de teatro y zarzuelas.
Inaugurado el 30 de septiembre de 1871, Bonifacio Eslava fue el impulsor de la obra y se creó con el objetivo de ser un lugar de conciertos y almacén de instrumentos musicales. Tiempo después, el teatro cambió de propietarios y se convirtió en la discoteca Joy Eslava, la cual se inauguró la noche del 24 de febrero de 1981, siendo un éxito absoluto y convirtiéndose en uno de los principales puntos de encuentro de la movida madrileña. Actualmente, después de una remodelación, vuelve a sus orígenes siendo renombrada como Teatro Eslava de nuevo.
El Teatro Eslava en la Calle Arenal en MadridSin embargo, lo que muchos no saben es que en la conocida Sala Joy Eslava, donde artistas, tanto nacionales como internacionales, han actuado, es que autores de la literatura española como Valle Inclán o Antonio Gala estrenaron en el Teatro Eslava varias de sus obras. De hecho, Federico García Lorca estrenó en 1920 en este teatro ' El maleficio de la mariposa ', su primera obra teatral, escrita en verso y protagonizada por una cucaracha y una mariposa. La obra no fue bien recibida por el público de la época y fue un fracaso absoluto, lo que llevó a Lorca a alejarse del teatro por un tiempo y a centrarse en la poesía, escribiendo obras como 'Romancero gitano' y 'Poema del cante jondo'.
Calle Alcalá 96, la última casa de Lorca en Madrid
Para poner punto final al Madrid de Federico García Lorca, puedes recorrer la Calle Alcalá de la capital y llegar al número 96, donde se erige un edificio verde que no podrás pasar por alto. Allí encontrarás en la fachada una placa que recuerda el paso del autor granadino por la ciudad, ya que dicho edificio fue su última vivienda en Madrid antes de volver a Granada.
Placa en la fachada del edificio situado en el número 96 de la Calle Alcalá en MadridLorca vivió en la quinta planta de este edificio en la Calle Alcalá entre 1933 y 1936 y fue allí donde escribió una de sus obras más famosas y aplaudidas: 'La casa de Bernarda Alba'.
