El norte de España siempre es una buena opción. Montañas de impresión, valles llenos de encanto, paisajes verdes a rabiar, pueblos y ciudades que enamoran, gastronomía de altura, y el mar Cantábrico, con esa intensidad y esa fuerza tan suya. Todo eso se puede encontrar en Cantabria, un destino para perderse y disfrutar de una escapada mágica.
Y allí se encuentra el Palacio de la Helguera, situado en los Valles Pasiegos, a dos pasos de Torrelavega o Puente Viesgo y a menos de media hora de Santander. Helguera Palacio Boutique Antique, que es como se llama este establecimiento hotelero de altura, se asienta en la localidad cántabra de Las Presillas, un lugar perfecto para la tranquilidad. Para llegar hasta allí no hay carteles, pero con un GPS se puede acceder perfectamente.
Nada más aparecer por la zona te puedes dar cuenta ya de lo que te espera. En un bucólico valle de un verde rabioso tan propio de la cornisa cantábrica se asienta una casa solariega que ordenó construir en el siglo XVII el Conde de Santa Ana de las Torres, mano derecha del Virrey de Perú, y que se terminó en el siglo XVIII.
Las cuatro fachadas del edificio principal son de sillería y todavía se conservan los suelos de madera de roble y olmo, los techos con artesonado y la escalera de piedra, que está ornamentada con el escudo de la familia Ceballos, a la que perteneció el citado aristócrata que encargó la construcción del palacio.
En el jardín delantero se puede contemplar una fuente con la cabeza de un león, unos hermosos naranjos, que si es temporada, los verás cargados de naranjas, y por supuesto se admira la fachada principal, donde al escudo de los Ceballos se une otro de Santiago Matamoros que fue incorporado posteriormente. Si bien es una casa de indianos, no se corresponde con la imagen que se tiene de otros edificios de una construcción posterior y que son más habituales en Asturias, pintados de vivos colores y con palmeras.
Tras admirar el jardín delantero y la fachada, toca entrar en el edificio principal de La Helguera, de planta cuadrada, y cuyo interior fue reformado por orden de Malales Martínez Canut, que adquirió la residencia ya en el siglo XXI y lo convirtió en lo que es hoy: el Helguera Palacio Boutique & Antique.
Si bien en la planta baja destaca un agradable salón por el que se accede a la recepción, y donde se puede tomar algo, la joya del palacio es el salón que se encuentra en el primer piso, la planta noble. Se trata de una estancia decorada por Malales Martínez Canut en el que mezcla estilo clásico y contemporáneo, todo muy armónico, y que muestra que este lugar tiene una doble finalidad. Por un lado es hotel, y por otro es anticuario. Buena parte de las piezas mostradas se pueden adquirir por los clientes si llegan y se enamoran de algo en concreto.
No se sabe si adquirió algo, pero sí que estuvo alojado allí. Alberto de Mónaco pernoctó en La Helguera en 2022 junto a miembros del Gobierno del Principado de Mónaco para honrar a su tatarabuelo, Alberto I de Mónaco, en el bicentenario de su fallecimiento. Lo hizo allí, en Cantabria, porque su antepasado fue benefactor de la excavación de la Cueva de El Castillo, yacimiento arqueológico con pinturas del Paleolítico Superior en Puente Viesgo. Esta joya es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
El salón cuenta con una zona de comedor magistralmente decorada y con otra de estar con sofás, una amplia mesa y una chimenea perfecta para los días más fríos. Es un lugar ideal para leer, para charlar y para tomar algo mientras se disfruta de un espacio tan confortable y hermoso en el que se respira paz y tranquilidad.
La Experiencia Helguera
La llamada Experiencia Helguera permite no solo alojarse en el exquisito palacio, sino disfrutar también de la gastronomía que allí se sirve. En los terrenos de la propiedad se construyó para la apertura del hotel en 2021 un edificio anexo para el servicio de restauración. Allí se encuentra el restaurante Trastámara, que ofrece desayunos, almuerzos y cenas de la máxima calidad en un entorno lleno de calidez y confort. Si el tiempo acompaña, se puede vivir la experiencia en la terraza con vistas a las montañas y a los verdes prados cántabros que rodean el Palacio de la Helguera.
Pero hay más. Años antes de levantar el edificio del restaurante, el propietario anterior ordenó erigir otras edificaciones perfectamente integradas con la casa solariega. En ellas están, por un lado, las habitaciones superiores, y por otro, la piscina cubierta, que tiene incluso chimenea, y un gimnasio para practicar un poco de deporte durante la estancia. También hay sauna seca y húmeda y un jacuzzi.
La joya de la corona de la zona exterior es sin lugar a dudas la piscina infinity, ubicada junto al edificio en el que se emplaza la cubierta, y donde poder gozar del buen tiempo, cuando toca, con unas bonitas vistas.
La mejor gastronomía en el restaurante Trastámara
Este lugar ofrece para quien lo desee pensión completa, aunque también se pueden degustar los platos del restaurante Trastámara sin alojarse en La Helguera. Su chef, Renzo Orbegoso, está al cargo de la gastronomía, que es sin duda otra de las grandes experiencias de Helguera Palacio Boutique & Antique.
Entre las recomendaciones de la carta se encuentran guiso de verdinas con calamar fresco del Cantábrico, anchoas de Santoña, jarrete de lechazo glaseado con su jugo reducido y chalotas, laminado de carne roja, pimientos cristal y patatas risoladas o la lubina asada, vinagreta de tomate, setas Shitake y alga Codium.
Y para el postre, nada mejor que la tarta tatín de manzana a la minute o el 'Como Oro Para Chocolate', un cierre perfecto para que los amantes del dulce coronen una magnífica cena. Si tienes ganas de más, o de relajarte con un buen vino, puedes hacerlo en el Chiki Bar del Palacio, un tranquilo y agradable espacio situado en la planta baja del edificio principal.
Las 11 habitaciones del Palacio de la Helguera
Helguera Palacio Boutique & Antique es el lugar ideal para escapar de la masificación. Si deseas tranquilidad, este escenario es perfecto para ti. A ello ayuda que solo tenga 11 habitaciones, cada una con un nombre distinto.
Algunos de los nombres son inventados, como Barón de Puerto Rico, y otros son reales, como Marquesa de Casa Hermosa, pero todos ellos están vinculados en mayor o menor medida con la historia del palacio o con la familia propietaria. 9 de los dormitorios están en el edificio principal, en la casa solariega, mientras que las otras dos, que tienen salón y chimenea, se encuentran en las caballerizas.
- Duque de Wellington : Esta suite con terraza es una de las superiores de las caballerizas. Cuenta con sala de estar y chimenea, amplios ventanales y entradas a los jardines.
- Regente Gabriel Císcar : La otra suite con terraza de las caballerizas cuenta con salón propio y chimenea y destaca por su mobiliario europeo del siglo XVIII.
- Virreina de Nueva España : Esta suite cuenta con piezas de origen francés y un amplio vestidor de roble.
- Peregrino Revuelta : Esta suite es íntima, espaciosa y con chimenea.
- Condesa de la Camorra : Cuenta con vistas al valle, réplicas de los lavabos del Titanic y telas de corte oriental. Es una junior suite.
- Conde de la Gomera : En esta junior suite puedes dormir bajo un dosel de travesaños de madera y despertarte con la luz de sus ventanas abuhardilladas.
- Marquesa de Casa Hermosa. Se trata de una colorida junior suite con recibidor propio y vestidor.
- Barón de Puerto Rico : Destaca por su aire fresco y luminoso, está revestida de entelados florales y adornada con muebles italianos y cuenta con una bañera en un lado de la habitación. Es una junior suite.
- Don Juan Osorio : Esta floreada junior suite destaca por su creatividad y diversidad de espacios.
- Conde de las Torres : Esta junior suite era la habitación del Conde original del Palacio de la Helguera. Es de estilo clásico y se adorna con muebles de madera noble.
- Caballero Ros de Ursinos : Con categoría Deluxe, este cuarto abuhardillado, tan elegante como sobrio, es individual y está pensado para escapadas en solitario.
Visitas imprescindibles desde La Helguera
Más allá de Santander, que siempre es una opción perfecta, o de los cercanos Puente Viesgo y Caldas de Besaya, con sus aguas termales, o la costera Suances, quien se aloje en el Palacio de la Helguera tiene que apuntarse estos lugares para redondear la experiencia:
Comillas
Esta localidad costera es una de las joyas de Cantabria y se encuentra a una media hora desde el hotel. Allí puedes admirar el Palacio de Sobrellano, de estilo neogótico y que fue construido entre 1882 y 1884 por orden del primer Marqués de Comillas. A su lado se alza la Capilla-Panteón de los Marqueses de Comillas, y frente a ambos edificios se encuentra una verde pradera desde la que admirar la majestuosidad de estos monumentos.
Muy cerca de allí se erige El Capricho, una de las tres edificaciones que Gaudí dejó fuera de Catalunya junto a la Casa Botines de León y al Palacio Episcopal de Astorga. Además, cerca del mar se alza el monumento al Marqués de Comillas, con vistas sobre el Cántabrico y un buen lugar para acercarse a las playas y acantilados de esta localidad norteña.
Santillana del Mar
No muy lejos de Comillas está Santillana, la famosa villa de las tres mentiras porque ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Aquí se encuentran el Museo y Fundación Jesús Otero, el Museo de la Tortura, y sobre todo la Colegiata de Santa Juliana, de cuyo nombre deriva Santillana. Lo mejor es dar un paseo por esta localidad empedrada llena de encanto.
Cartes y Riocorvo
La calle principal de Cartes, el Camino Real, está plagada de casas señoriales que adornan este hermoso paseo. Tampoco te puedes perder el Torreón de Cartes y la Casona Quijano-Rasa, del siglo XVI y que se convirtió en casa consistorial.
Muy cerca de Cartes se alza Riocorvo, un pueblo muy pequeño, pero muy bonito. Para admirarlo hay que acercarse al Camino Real, donde se construyeron una serie de casas de piedra en la que la mayoría están blasonadas al haber sido residencias de familias de importancia. Cartes y Riocorvo son dos lugares perfectos para dar un paseo aprovechando tu estancia en Helguera Palacio Boutique & Antique.