España es uno de los destinos preferidos por los turistas internacionales para disfrutar del sol y la playa. No obstante, nuestro país no solo cuenta con bonitas y bucólicas calas en las que darse un chapuzón para refrescare del calor, sino que también es posible encontrar en zonas del interior diversos rincones en los que olvidarse por unos instantes de las altas temperaturas estivales que, cada vez con más frecuencia, afectan a la región sur del continente europeo. Sin embargo, la exigencia de los viajeros implica que cada vez con más frecuencia se decanten por verdaderos paraísos en los que el agua se entremezcla con la vegetación y vivos colores. Descubre a continuación 6 paradisíacos lugares de España en los que vivir una experiencia inolvidable.
1Playa de La Granadella (Jávea, Alicante)
Situada en el municipio alicantino de Jávea, la Playa de La Granadella es una de las calas más escondidas de todo el Mediterráneo. Sus aguas cristalinas contrastan con el color verdoso de los pinos que rodean este maravilloso enclave. Se trata de una playa de grava que ha sido elegida en varias ocasiones como la mejor de España, además de haber sido escenario para rodajes. Este increíble paraje de la Costa Blanca se encuentra enmarcado dentro del Parque Forestal de La Granadella y su acceso se lleva a cabo a través de la Carretera Cabo de la Nao.
Qué hacer en Playa de La Granadella
Una de las ventajas de acudir hasta esta espectacular cala de la costa alicantina es que cuenta con bandera azul, todo un símbolo de la calidad de sus aguas y que asegura también el respeto con el medio ambiente. En el reciento se pueden disfrutar de buenos restaurantes en los que degustar deliciosos arroces que incluyen buenos mariscos, además de ser tan perfecto para realizar deportes acuáticos como el snorkel o el buceo. Al terminar el baño, muchos aprovechan para hacer algo de senderismo y subir hasta el castillo del parque.
2Isla de Tabarca (Alicante)
Sin salir de la provincia de Alicante encontramos otro de los destinos más paradisíacos de España : la Isla de Tabarca. Es una de las muchas formaciones insulares que se pueden encontrar en la Comunidad Valenciana, aunque es la única de que está habitada, pero su población no alcanza ni lo 100 habitantes. Su historia se remonta al reinado de Carlos III, cuando ordenó fortificarla para acoger una colonia de pescadores genoveses que se encontraban presos en Tabarka (Túnez). Además de por su patrimonio cultural, los turistas se desplazan a este paraíso del Mediterráneo para disfrutar de sus aguas, las primeras en ser declaradas Reserva Marina en España.
Cómo llegar a la Isla de Tabarca
En la Isla de Tabarca, los turistas disfrutan mayoritariamente de sus playas de arena fina y sus aguas de azul intenso y cristalino, nadando también hasta algunos de los islotes que están cercanos a ella. Para poder llegar hasta este paraíso mediterráneo, únicamente se puede acceder en catamaranes o lanchas rápidas que parten desde los puertos de Santa Pola, Alicante, Torrevieja y Benidorm. Sin embargo, conforme más dista cada una de estas ciudades de la isla, más caro será el trayecto y de mayor duración. A pesar de ello, merece la pena pasar un día en este recóndito lugar del viejo mar europeo.
3Cala Macarella (Menorca)
Otro de los grandes paraísos del mar Mediterráneo es Menorca. La isla más oriental del archipiélago balear es visitada anualmente por todos aquellos que buscan vacaciones en las que disfrutar de la playa, la naturaleza, la buena gastronomía y la cultura, pero en un ambiente tranquilo, sosegado y respetuoso con el medio ambiente. Sus calas se caracterizan por contar con arena fina, escondidas y alejadas de los entornos urbanos, y con aguas cristalinas y turquesas en las que poder contemplar la flora y fauna que habita en ellas. De entre todas ellas, la gran mayoría de los visitantes se decantan por Cala Macarella.
Una cueva submarina en Cala Macarella
Para poder llegar a la que muchos consideran que es la mejor cala de Menorca, una forma muy sencilla de hacerlo es en autobús desde Ciutadella, ya que desde hace algunos años hay restricciones de acceso con vehículos particulares en el período estival. Posteriormente, hay que caminar cerca de 15 minutos para poder poner un pie en la fina arena y contemplar sus aguas turquesas. En esta espectacular playa también se puede disfrutar de una cueva submarina en la que los más valientes deciden llevar a cabo una jornada de buceo y disfrutar de las profundidades de Menorca, otro verdadero paraíso.
4Playa de Gulpiyuri (Llanes, Asturias)
Declarada Monumento Natural, la Playa de Gulpiyuri es una de las más bonitas del Cantábrico, por lo que no podía faltar en esta lista de paraísos de España. Una de sus principales peculiaridades es que no tiene conexión directa con el mar, por lo que se presenta como una laguna cuyas aguas acceden por debajo de un abrupto acantilado. No sobresale precisamente por su gran extensión, lo que le convierte todavía más en un entorno paradisíaco en el que olvidarse de la rutina del día a día. Rodeada de verdes praderas, se localiza cerca de Llanes, por lo que no se puede dejar pasar la oportunidad de visitarla.
Cómo acceder a la Playa de Gulpiyuri
Para poder llegar hasta la Playa de Gulpiyuri, lo primero que hay que saber es que no cuenta con buena accesibilidad. Un camino agrícola conduce a los más aventureros hasta ella, pero posteriormente hay que bajar por un terraplén hasta el propio arenal. Aunque se encuentra escondida, cada vez son más los que conocen este paraíso asturiano en el que no encontrarán servicios de restauración, ni tumbonas ni sombrillas, por lo que todo hay que llevarlo de casa. Sin embargo, la ausencia de todas estas prestaciones le convierte en un lugar en el que verdaderamente poder desconectar.
5Ría de Aldán (Pontevedra)
Aunque si hablamos de paraísos y Galicia seguramente nos vienen a la mente las Islas Cíes, incluidas en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas, hay otro entorno que también deja boquiabiertos a los turistas que lo visitan. Se trata de la Ría de Aldán. Aunque recibe este nombre, realmente no se puede catalogar como una ría ya que verdaderamente es un entrante profundo que se localizada entre la Ría de Pontevedra y la Ría de Vigo. Este secreto de las Rías Baixas puede presumir además de contar con aguas algo más cálidas que las de otros puntos de la zona, lo que también atrae a los turistas de la región.
La Ría de Aldán y sus espectaculares playas
Uno de los grandes secretos de la Ría de Aldán es que está conformada por decenas de playas, todas ellas diferentes entre sí. Cada una cuenta con sus propias características que les hacen ser únicas, además de que también son varias las que pueden presumir de contar con el distintivo de la bandera azul, asegurando su calidad. De entre todas ellas, cabe destacar la Playa de Areabrava, que es la más extensa de todas, la Playa de Arneles, todo un refugio de lo seguidores de la vela, la Playa de Areacova, cuyas aguas cristalinas hacen las delicias de los bañistas, o la Playa Lagoelas, que es puramente salvaje y poco accesible.
6La Fontcalda (Tarragona)
Conocida popularmente como la Fuente de los Chorros, La Fontcalda es un balneario natural que se encuentra situado cerca de Gandesa, una localidad de la provincia de Tarragona. Sus aguas medicinales atraen cada vez más a los amantes del turismo de salud, que disfrutan al aire libre y rodeados de salvaje naturaleza de termas en las que poder descargar estrés y ansiedad de la rutina diaria, además de reconfortar músculos y articulaciones. La temperatura del agua emana a 28ºC, por lo que nadie se resiste a disfrutar de un relajante baño.
El balneario natural de La Fontcalda
Después de haber disfrutado de un paseo y una mañana de senderismo, lo mejor para reponer fuerzas y espíritu es ponerse el bañador y disfrutar del balneario de La Fontcalda. El entorno ha sido adaptado para que los bañistas puedan disfrutar de estas aguas medicinales que contienen cloruro, carbonato cálcico, sulfato de magnesio y cloruro sódico. Además, no solo en verano es posible bañarse en estas termas, sino que también en invierno son muchos los que se atreven a meterse en ellas.