El buen tiempo, la rica gastronomía y los tesoros que encierra el sur de España siempre han sido, son y seguirán siendo una buena excusa para disfrutar de una bonita y agradable escapada a cualquiera de sus maravillosas provincias. Lugares que presumen por liderar entre los destinos más bonitos y demandados de todo nuestro país y que, a su vez, se vuelven tentadores de ser visitados por millones de turistas cada año.
Y razones no faltan para constatar que lo que se dice es cierto. De esta forma, y teniendo a la provincia de Córdoba como protagonista de nuestras próximas líneas, realizaremos un pequeño y, a la vez, profundo recorrido por las poblaciones cordobesas que consiguen emocionar a cada uno de nuestros destinos. ¿De qué manera? Emocionándonos con sus bellos paisajes, deleitándonos con ricos manjares y sumergiéndonos en la historia propia de cada lugar.
Una experiencia inolvidable que te llevará a descubrir rincones que, seguro, no esperabas que pudieran emocionarte tanto. Así, y teniendo en cuenta la cantidad de lugares maravillosos que puede encerrar la provincia de Córdoba, hemos querido centrarnos en sus 5 pueblos más bonitos mostrándoos la esencia más pura de cada uno de ellos.
Nuestro viaje comienza ya...
Priego de Córdoba
Una visita a Córdoba no sería lo mismo sin Priego de Córdoba, una de las poblaciones más bonitas de toda España, instalada junto al Parque Natural de las Sierras Subbéticas, no estuviera entre las principales paradas más recomendadas de esta provincia andaluza. Y es que una vez te encuentras allí, los motivos para justificarlo parece que sobran. Atractivos naturales e históricos que consiguen ese enganche fiel con el turista y que acaban haciendo que sus impresiones se tornen deseosas por multitud de personas en el mundo.
Primeramente, por pasear con orgullo la etiqueta de 'Ciudad del Agua', con motivo del gran número de manantiales posibles de encontrar en su entorno, lo que le hace añadir un toque de atractivo a la esencia que se respira en sus alrededores; y, por otra parte, por haber sabido conservar la pureza de sus lugares más acogedores y emblemáticos, con una ruta en la que el estilo barroco se presenta como máximo protagonista. Así, no podrían faltar, por supuesto, las paradas en:
- La Iglesia de la Aurora
- El castillo
- El Barrio de la Villa
- La Fuente del Rey
- La Fuente de la Salud
- El Balcón del Adarve
- El Huerto de las Infantas
¡ Un auténtico espectáculo cultural y natural !
Zuheros
Encanto y pureza son dos de los adjetivos que mejor definen nuestra siguiente propuesta cordobesa: Zuheros. Un pueblecito de apenas 650 habitantes en el que los paisajes verdes del Parque Natural de las Sierras Subbéticas y la esencia característica de sus calles le han hecho convertirse, con el tiempo, en Bien de Interés Cultural, en la modalidad de Conjunto Histórico Artístico. Sin duda, un auténtico espectáculo para todos los sentidos en el que entran en juego factores muy diversos y atractivos.
Comenzando, como no podía ser de otra forma, con la joya que corona la cumbre de este maravilloso rincón cordobés: el castillo de Zuheros. Una fortificación erigida sobre un pequeño risco por la dominación musulmana en el siglo IX, posteriormente conquistada por el rey Fernando III, desde la que se pueden divisar increíbles panorámicas de la zona. Aunque no se trata del único lugar con vistas de infarto, no. Los miradores de las Villas, del Bailón y de las Escominillas conseguirán que Zuheros quede grabado en tu memoria por siempre.
Pero más allá de sus razones ligadas al mundo de la naturaleza, también saltan a la palestra motivos tradicionales e históricos que animan a recorrer, sin apenas pensarlo, los casi 80 kilómetros que separan a esta población de Córdoba ciudad. Por un lado, recorriendo sus estrechas y acogedoras calles, entre las que descubrir rincones como la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, el Museo Arqueológico y la casa museo del pintor Francisco Poyato -entre otros-; y, por otra parte, adentrándose en sus más arraigadas tradiciones, como la recogida y cultivo del olivo, la fabricación del queso ecológico y la ganadería. Así, una vez finalizada la visita en Zuheros, también aconsejamos conocer la Cueva de los Murciélagos, a unos 4 kilómetros de distancia del pueblo.
Luque
La Cueva de los Murciélagos, última visita en el recorrido por Zuheros y sus alrededores, será el punto de partida para nuestro próximo destino. Una pequeña población que también destaca por disponer de la belleza del Parque Natural de las Sierras Subbéticas como protagonista de sus paisajes y que se instala a apenas 15 minutos de estas conocidas cuevas. Así, una vez llegados al que es considerado como uno de los pueblos más antiguos de la comarca cordobesa, lo primero que despierta la curiosidad de cualquiera de sus visitantes es conocer tanto su historia como aquellas reliquias pasadas que destacan entre su tesoro más valioso.
Y es que, a pesar de que el pueblo de Luque tan solo exija medio día para poder ser completamente explorado, sus puntos más característicos te harán admirar aún más la esencia de uno de los puntos más emblemáticos de esta peculiar provincia española. No obstante, resulta obligatorio descubrir lugares tan bonitos en Luque como la Plaza de España, la iglesia parroquial y el castillo medieval de Albenzaide, además de empaparse de su rica cultura gastronómica. Asimismo, y cuando te encuentres en las proximidades del castillo, no olvides detenerte un momento y admirar el paisaje que te rodea, con su particular mar de olivares y su panorámica a la sierra subbética como protagonistas de la escena. Porque Luque es, sin duda, un lugar en el que disfrutar con los cinco sentidos.
Baena
Muy cerca también de nuestra anterior parada, aunque ya apartados del Parque Natural de las Sierras Subbéticas, aparece otro de los pueblos más bonitos y reconocidos de esta provincia española. Se trata nada más y nada menos que de Baena, un municipio español instalado a unos 20 minutos en coche de Luque, y a apenas una hora de la capital, en el que es posible admirar auténticas reliquias históricas y delicias tan características como el aceite. De esta forma, no es de extrañar que lugares como el Museo del Olivar y el Aceite, el Museo Histórico y Arqueológico Municipal y el Parque Arqueológico de Torreparedones -este último a unos 20 km de distancia de Baena- se tornen completamente imprescindibles en esta visita.
Aunque además de estas tres visitas clave, parece que Baena también tiene guardadas muchas más sorpresas de las que uno se puede llegar a imaginar. Iniciando este viaje, como no podía ser de otra manera, con un recorrido por sus orígenes y su propia historia desde el Castillo de Baena, una pieza que data del siglo IX y que constituye una de las reliquias más antiguas de la población. Más adelante, llegará el momento de indagar sobre estilos arquitectónicos a través de edificaciones como:
- La Iglesia Parroquial de Santa María La Mayor
- La Iglesia Conventual Dominica de Madre de Dios
- La Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe
- La Plaza de Santo Domingo
Un auténtico espectáculo que invita a vivirlo en primera persona.
Iznájar
Y con otro paisaje de película se presenta nuestro nuevo destino cordobés. Se trata de Iznájar, uno de esos pueblos que con su simple naturalidad y cercanía consigue atraparte por completo. Tanto que te será difícil no recordar de por vida el que es conocido como uno de los pueblos más bonitos de Andalucía. Aunque más allá de las imágenes que uno puede llegar a encontrar de este precioso rincón cordobés, hace falta viajar hasta allí para admirar y probar de primera mano el calor y el aroma tan especial que desprende.
Así, de primera mano, lo que más sorprende al llegar a Iznájar es tanto el lugar en sí sobre el que se establece este hermoso pueblo, frente al embalse, como su disposición en lo alto de una colina, lo que le ayuda a acentuar su grandeza. Por ello, no es de extrañar que las imágenes más conseguidas de este rincón de Córdoba se consigan desde sus propios miradores, destacando el Mirador del Postigo, el Mirador de la Cruz de San Pedro o el Mirador de las Tres Cruces, desde donde se pueden divisar tanto los campos de olivos como diferentes puntos de dicho embalse.
Aunque, por supuesto, si hay un lugar que destaque por encima del resto en Iznájar, ese es su incondicional Patio de las Comedias. Uno de esos lugares en los que a uno tan solo le apetece sentarse y admirar cada detalle que le rodea, y que se ha convertido en una captura obligada e indispensable. Además, no hay duda de que el color azul intenso de sus maceteros acaba hipnotizando a todo el que allí se acerque. Por su parte, tampoco hay que dejar de visitar otros de sus atractivos como su histórico castillo, la plaza de Rafael Alberti, la torre de San Rafael y la Iglesia de Santiago.