Cuando la gente piensa en sus próximas vacaciones, los cruceros son una opción en alza y cada vez son más los que eligen pasar sus días de descanso a bordo de una ciudad flotante. La gran cantidad de servicios que incluyen estos inmensos barcos y su llamativo 'todo incluido' pueden hacer que unas vacaciones más pasen a convertirse en las mejores de tu vida.
Sin embargo, si no se organiza de la forma correcta, un viaje en crucero puede convertirse en una pesadilla marítima que arruinará el que se suponía que iba a ser el mejor momento del año. Pero no te preocupes, con una serie de consejos y guías, todo saldrá a pedir de boca y de lo único de lo que tendrás que preocuparte es de que tu copa siempre esté bien llena.
No te olvides de las excursiones
Si bien es cierto que dentro de la nave no necesitarás nada para sentirte en el paraíso, y que más de una vez ni querrás pisar tierra firme, recuerda que una de las ventajas de realizar este tipo de viajes es que puedes visitar un lugar diferente cada día. Sin embargo, en la mayoría de compañías no se incluyen las excursiones en el precio del crucero. Por ello, si quieres sacar el máximo provecho a tus vacaciones, deberás acordarte de asegurar tus salidas para disfrutar de las ciudades a las que se atraca.
A la hora de hacerlo, tienes dos opciones: contratarlas por tu cuenta o hacerlo a través de la misma compañía con la que se realiza la travesía. Si lo haces de forma autónoma, deberás pensar en las necesidades que puedes llegar a precisar para empezar a gestionarlas cuanto antes. A veces, el crucero atraca en el puerto de una ciudad pequeña o con poco interés turístico que muy posiblemente no te interese ver, por lo que se debe contratar un medio de transporte para acudir al lugar que realmente interesa visitar. Por otro lado, es posible que debas reservar con antelación la entrada a algún museo importante si no quieres pasarte la mayor parte del tiempo que te dejan permanecer en tierra guardando una cola.
Existen empresas especializadas en excursiones de cruceros que ofrecen los mismos servicios a un coste menor, pero si no quieres complicarte, lo más sencillo es acordar con la empresa naviera los paseos que se quieren contratar, aunque pueda inflar un poco más el precio final del viaje. Normalmente, se ofrecen diferentes tipos de packs y planes para una misma excursión, con precios más altos y bajos que se adaptan a todas las necesidades. Además, las personas que han contratado las salidas con la organización del crucero, son las primeras en desembarcar y, por lo tanto, pasan más tiempo en el lugar que se visita.
Precisamente el tiempo es otro asunto con el que se debe tener especial cuidado a la hora de acordar un plan de excursiones por nuestra cuenta. El crucero parte a una hora determinada del puerto en el que se encuentra, y no esperará a nadie a no ser que se trate de asuntos muy urgentes. Por ello, si vas a viajar fuera de la ciudad en la que el barco ha echado el ancla, debes asegurarte de que llegarás, como mínimo, con 45 minutos de antelación antes de que el crucero zarpe, ya que las puertas empiezan a cerrarse una media hora antes de la salida.
No te preocupes si te has despistado y has olvidado negociar las excursiones antes de subir al buque. En casi todos los cruceros se pueden adquirir los packs de excursiones una vez a bordo, aunque en ocasiones esto acaba repercutiendo en el precio de las mismas. Además, si te consideras un alma libre, recuerda que también existe la opción de bajar del barco por tu cuenta y disfrutar del sitio en el que ha anclado utilizando tus dos piernas como transporte.
Cuidado con el precio
Teniendo en cuenta la gran cantidad de servicios que recoge el navío y la totalidad de sitios que se van a visitar, el precio que se paga por el viaje puede parecer una ganga, ¡pero cuidado! Si no te fijas, el coste de tus vacaciones puede abultarse hasta límites insospechados. Entre las prestaciones que se incluyen en el importe del crucero se encuentran la comida, el alojamiento y los espectáculos y demás instalaciones de entretenimiento como la piscina, la discoteca o el gimnasio. Sin embargo existen algunas tasas que no se incluyen en el precio y que, tarde o temprano, tendrás que abonar.
Las propinas, los impuestos de embarque, el seguro o ciertas bebidas son algunas de las cosas que correrán por cuenta de tu bolsillo. Si te has ayudado de una agencia de viajes para contratar el crucero, es muy posible que la empresa se haya ocupado de gestionar todo esto para ofrecerte un precio cerrado en el que sí se pueden incluir algunos de estos gastos adicionales. En cambio, si reservas tus vacaciones por tu cuenta, no debes olvidarte de preguntar por estos asuntos a la hora de negociar con la naviera. El servicio de habitaciones, la solicitud de marcas concretas de comida o bebida, la lavandería, peluquería o los otros comercios de la embarcación también requerirán de una inversión extra para poder hacer uso y disfrute de los mismos.
Pero, de igual modo que existen servicios no incluidos en el coste del viaje, se encuentran otros muchos que, a diferencia de lo que se suele pensar, sí lo están. Aparte del buffet libre, seguro que hay algún que otro restaurante con servicio de mesa que también está contemplado en el costo final del crucero. El puesto de comida de la piscina, el jacuzzi y las instalaciones deportivas también podrán ser disfrutadas por todos los pasajeros del barco sin tener que apoquinar ni un céntimo de más.
En cualquier caso, aunque la mayoría de empresas funcionan de igual modo, pueden presentar variaciones más o menos importantes en sus tarifas. Lo mejor es que, en momento de duda, preguntes sin miedo a cualquier miembro de la tripulación, que estará encantado de poder ayudarte en todo lo que pueda.
No te pases de equipaje
'¿Qué me llevo?' es la típica pregunta que nos asalta a todos antes de comenzar a preparar la maleta para un viaje. En el caso de los cruceros, la duda se puede tornar más agobiante al ser varios los aspectos que se han de tener en cuenta. Para facilitar el ya de por sí complicado proceso de hacer el equipaje, se debe tener en cuenta que en los cruceros existen algunos menesteres que son obligatorios, recomendables, innecesarios o prohibidos portar a bordo del barco.
- Obligatorios: a la hora de embarcar, necesitarás toda la documentación que se haya solicitado en el momento de reservar el crucero. Dependiendo de la compañía, suelen ser el DNI y el pasaporte, más los billetes o localizadores que justifiquen tu compra del viaje. En el caso de barcos que incluyen transportes en avión, se pueden solicitar credenciales extra que también serán obligatorias presentar. Una vez estés a bordo, se te adjudicará una tarjeta de embarque que deberás guardar durante toda la travesía, con la que se hará vida dentro del navío (con esa tarjeta se entra y se sale del barco y se adquieren las bebidas y comidas del 'todo incluido'). La demás documentación se puede guardar en la caja fuerte del camarote, pero, aunque no sea obligatorio, es muy conveniente llevar consigo el DNI o pasaporte cada vez que se baje del barco.
- Recomendables: evidentemente, el tipo de ropa que metas en la maleta a la hora de partir dependerá, en gran medida, del clima que haga en los destinos que vas a visitar. Sin embargo, hay algunos imprescindibles que no puedes olvidar meter en tu equipaje. Siempre agradecerás haber llevado contigo un bañador, unas chanclas y unas gafas de sol; y en el extremo opuesto, un chubasquero o paraguas que ojalá no haga falta utilizar. Infórmate de si se va a celebrar alguna fiesta temática a bordo. Las más comunes suelen ser la cena de gala con el capitán y una fiesta de blanco, por lo que debes traer de casa un traje elegante y algo de ropa blanca.
Aunque en la mayoría de navíos encontrarás jabón y champú en los baños de los camarotes, se recomienda llevar de casa porque a veces las cantidades no son suficientes. Tampoco puedes olvidarte de portar contigo unos zapatos cómodos para los paseos y un chándal o ropa deportiva por si te entran las ganas de hacer deporte en el gimnasio.
- Innecesarios: a pesar de que nadie te va a prohibir llevarlos contigo si así lo deseas, hay unos cuantos menesteres que no vas a necesitar meter dentro de tu maleta. Las toallas son uno de ellos, tanto las de baño como las de la piscina. En el aseo del camarote encontrarás toallas de distintos tamaños que se cambiaran tantas veces lo requieras. En la piscina, normalmente te la ofrecerá un miembro de la tripulación. Pero cuidado, en algunos cruceros esa toalla queda bajo tu custodia durante la travesía, y si la pierdes tendrás que abonar su valor.
Tampoco te preocupes por cómo quedará tu pelo por la humedad que supone pasar un tiempo en alta mar, porque en casi todos los cruceros encontrarás un secador de pelo en el aseo del camarote. Otros objetos que puedes encontrar son gel y champú, material de costura o diferentes tipos de utensilios para acomodar tu ropa, dependiendo de la compañía con la que se viaje.
- Prohibidos: si no quieres que tus vacaciones acaben antes de lo esperado, asegúrate de que entre tu equipaje no llevas ninguno de los objetos que prohíbe portar la compañía. La lista puede variar de una empresa a otra, pero generalmente quedan vetadas todas las armas y cualquier cosa que pueda utilizarse como tal : tijeras, elementos afilados o cortantes (las cuchillas de afeitar y los cortaúñas si están permitidos), bates, etc. Las planchas de la ropa tampoco están permitidas dentro del barco, pero si te preocupa que tu atuendo quede arrugado puedes acudir a la lavandería para que lo planchen.
Se debe mencionar que, evidentemente, los aparatos electrónicos no recibirán cobertura en alta mar, y la conexión a Internet de los cruceros suele ser de muy poca calidad. Por ello, si no quieres sustos en tu factura, será mejor que mantengas el modo avión mientras estés a bordo de la nave.
Disfruta del viaje
Llegó el gran día. Está todo preparado, ya has reservado tus excursiones, tienes en la maleta todo lo que necesitas y te dispones a cruzar la puerta de embarque. Ya estás dentro, y ahora ¿qué? La inmensidad de cosas que puedes hacer dentro de un crucero puede hacer que te sientas abrumado y que florezca en ti un deseo de no perderte nada. Antes de ir mirando el reloj cada cinco minutos, recuerda que estás de vacaciones y que la mayoría de espectáculos se llevan a cabo en, al menos, dos turnos diferentes para que todos los pasajeros puedan disfrutar de ellos.
Para que estés al tanto de todas las actividades que se van a realizar durante el viaje, la mayoría de compañías reparte por todos los camarotes un diario de abordo que informa de todos los eventos y pasatiempos que se celebrarán al día siguiente. Ten en cuenta que los cruceros se comparan con pequeñas ciudades flotantes, por lo que es probable que a lo mejor no puedas o no quieras experimentar todas las vivencias que un barco de estas dimensiones puede ofrecerte. Sopesa las opciones y decídete por las que más te atraigan y llamen la atención porque, al fin y al cabo, son tus vacaciones en el mar.