Cada vez son más los viajeros que buscan volver a las raíces de lo auténtico, viajar a un lugar en donde se respire naturalidad y puedan relajarse por unos instantes de los protocolos y formalismos que exige el día a día. El termalismo es una de las principales vías de escape para muchas personas que necesitan alejarse de la rutina diaria para recuperar fuerzas y volver a darlo todo a la vuelta del viaje. Una de las opciones más interesantes en España para este tipo de turismo es Castilla Termal, una cadena de hoteles balneario de cuatro y cinco estrellas que desde 2004 ha conseguido eliminar el estrés de miles de huéspedes que ya han pasado sus diferentes habitaciones repartidas por distintos puntos de la geografía española.
El denominador común de todos los establecimientos de Castilla Termal y símbolo de excelencia y diferenciación respecto a otras marcas hoteleras es la calidad de las aguas termales y la importancia histórica, cultural y arquitectónica del edificio en el que se emplazan. Con un inventario conformado por varios hoteles repartidos entre las comunidades de Cantabria y Castilla y León, el grupo Castilla Termal ha sabido conquistar la paz interior de muchos viajeros que buscan en estos hoteles la calma que diariamente en su jornada de trabajo no tienen. Una vez que tienes claro tu objetivo, solo queda escoger el hotel que más se ajuste a tus necesidades. Nosotros te damos las claves de cada uno de ellos, tú solo elige.
Castilla Termal Balneario de Olmedo
Fue el primero de los edificios que se integraron a la red Castilla Termal, en concreto en 2004, cuando comenzó la remodelación y restauración del antiguo Convento de Sancti Spiritus o del Espíritu Santo. Este conjunto monacal fue fundado en el siglo XII y es un edificio de estilo mudéjar. Una de las grandes curiosidades históricas es que fue uno de los primeros monasterios femeninos que se fundaron en España, pasando por él personajes tan ilustres como Santa Teresa de Jesús o la Reina Juana I de Castilla, conocida por todos como "La Loca". Sin embargo, el lamentable estado de las dependencias obligó a sus últimas moradoras a abandonarlo en 1978, trasladándose al Monasterio de Nuestra Señora de Vico.
Contaba la leyenda que bajo los centenarios suelos del Convento de Sancti Spiritus existían unas aguas curativas que antaño eran utilizadas para sanar. Tras buscarlas en el subsuelo, aparecieron y, desde entonces, son utilizadas en tratamientos termales y de belleza para los huéspedes que pasan por el que es el primer hotel balneario de 4 estrellas de Castilla. Uno de los elementos más destacados del Balneario de Olmedo es el llamado " Claustro Termal ", las principales piscinas del conjunto que se han emplazado en el patio por el que durante siglos caminaron y oraron en paz las monjas moradoras del convento.
Otro de los puntos fuertes de este histórico manantial es el Patio Mudéjar, donde han construido un circuito termal de contrastes con los que poder mejorar la circulación sanguínea, descongestionar las vías respiratorias o eliminar toxinas corporales. Un rincón espectacular desde el punto de vista arquitectónico en el que poder descargar toda la tensión mientras pasas de aguas de 20ºC a las de 38-40ºC. Con un total de 82 habitaciones, unas noches de alojamiento son prácticamente obligatorias para poder descubrir todos los secretos termales del Balneario de Olmedo, además que desde aquí podrás realizar también excursiones culturales en una región cargada de historia gracias a la cercanía que la villa vallisoletana tiene con otras como Mediana del Campo.
Castilla Termal Burgo de Osma
El Castilla Termal Burgo de Osma fue el segundo gran edificio de Castilla que se sumó a esta red de hoteles y balnearios. Se encuentra situado en el majestuoso complejo renacentista de la Universidad de Santa Catalina, que estuvo activa desde el siglo XVI hasta el XIX y fue uno de los centros de saber más importantes de su tiempo en la submeseta norte. La fachada o su patio son algunos de los elementos arquitectónicos más destacados, sobresaliendo por el exquisito gusto plateresco que presentan, propio de la época en que fue construido. Los estudiantes se han cambiado por turistas que buscan aprender en ella el arte de la relajación y la paz a través de las aguas de sus más de 1.500 metros cuadros de superficie termal.
No habría sido posible el establecimiento de este portentoso balneario si debajo del patio de la universidad no hubieran sido encontradas aguas termales mineromedicinales, como así fue. Este manantial de más de un millón de litros diarios es la fuente de la que beben algunos espacios como la Pisicina Termal, que se encuentra debajo del claustro del edificio y cuya tenue luz invita a dejarse llevar todavía más por la tranquilidad del rumor del agua.
Algunos de los viajeros que han visitado todos los establecimientos de Castilla Termal llegan a afirmar que el de El Burgo de Osma es el más especial de todos. El hotel cuenta con 70 habitaciones y una buena oferta gastronómica que complementa a los servicios termales. Siguiendo la estela de su antecesor, el Balneario de Olmedo cuenta también con una Sala de Contrastes, aunque en este caso recreada tomando como referencia la herencia mozárabe de la ermita de San Baudelio de Berlanga, localizada también en la provincia de Soria, dándole un toque todavía más local al complejo.
Castilla Termal Balneario de Solares
El tercer establecimiento que se sumó a la cadena Castilla Termal fue el Balneario de Solares, en el año 2006. Es uno de los símbolos por excelencia del termalismo en España, ya que su trayectoria se remonta al siglo XVIII, momento en el que están datadas las primeras referencias de la existencia de un balneario en ese mismo lugar al que acudían distinguidas personalidades de la zona e, incluso, de Francia. Durante el siglo siguiente se vivió la época de esplendor del balneario, siendo el momento en el que se construye uno de los edificios que ha llegado hasta nuestros días, la Casa de Baños, en 1827.
Ese primitivo edificio de mediados del XIX se presenta elegante a sus huéspedes gracias a las posteriores ampliaciones que se llevaron a cabo, destacando la construcción del hotel en 1902 bajo el diseño de Lavín Casalís. Restauraciones recientes han conseguido que este complejo recupere la gloria de sus tiempos pasados, haciendo gala del estilo victoriano que caracteriza su fina e impoluta arquitectura, a la altura de otros balnearios europeos que se levantaron también en esos años. Hoy en día, nuevos edificios construido recientemente acompañan al primitivo palacete, formando un conjunto de 113 habitaciones, varias piscinas, salones y jardines que enamoran a los viajeros que pasan por él.
Cada día, cerca de tres millones y medio de litros de agua salen de las profundidades terrestres a una temperatura que ronda los 30ºC para ayudar a mejorar la vida de quienes se remojan en ellos. Unos llegan buscando reencontrarse con su paz corporal, mientras que les hay también que se suman a esa ola termal para mejorar problemas de salud, como reuma, bronquitis o gastritis. Sin embargo, también hay hueco para los tratamientos de belleza en el Balneario de Solares. Las aguas del manantial de Fuencaliente sirven para todo y para todos, un completo que deja nuevo a todo el que las prueba.
Castilla Termal Monasterio de Valbuena
No solo es la joya de la corona del enoturismo de Ribera del Duero, puesto que forma parte de las raíces de la historia vinícola de esta región, sino que también es el gran tesoro de la familia Castilla Termal y el último en unirse a ella. Un hotel de cinco estrellas cuyo lujo y elegancia contrasta con la sencillez y humildad que caracterizaba la vida de los monjes que habitaron este monasterio cisterciense de estilo románico y elementos góticos. Construido en el siglo XII, es un espectacular complejo turístico formado por hotel, bodega y zona termal que ha revalorizado la oferta turística de esta zona de Valladolid.
No llegan a 80 y se quedan solo en 79. Ese es el número de habitaciones que configuran este exclusivo hotel que tantas pasiones ha levantado entre los viajeros de la zona, en parte gracias a la importancia que con el paso de los años está tomando Ribera del Duero y sus vinos. Un oasis de paz que se ha gestado con las aguas del manantial de San Bernardo del que se extrae, a casi 400 metros de profundidad, las aguas minerales y medicinales con las que se llenan las piscinas termales o la sala de contrastes. Quizás esta última estancia es la más espectacular del balneario, puesto que se encuentra en una capilla gótica del siglo XIII cuya iluminación en tonos azulados hará que te sientas totalmente relajado. De frío a caliente y de caliente a frío, tendrás que pasar por ella, puesto que te dejará sin palabras.
Muchos son los turistas que querrían pasar a contemplar este maravilloso edificio del patrimonio religioso de Castilla, que cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural. Este es otro hecho más que invita a pasar un fin de semana en el Castilla Termal Monasterio de Valbuena, donde podrás reencontrarte con la paz interior gracias a sus aguas termales, su oferta gastronómica y sus confortables habitaciones, al tiempo que disfrutas desde dentro de un auténtico diamante en bruto de la arquitectura románica y gótica. Sin duda, la unión perfecta que explica el éxito de los establecimientos de Castilla Termal.