Frente a la costa de Senegal, y dentro de la región macaronésica, se encuentra el archipiélago de Cabo Verde, un conjunto de islas de origen volcánico que dan forma a la República de Cabo Verde, estado soberano insular del continente africano que es independiente de Portugal desde 1975. En los últimos años se ha configurado como un destino turístico clave en el Atlántico, contando con numerosos paquetes que unen, incluso, ciudades portuguesas como Lisboa con una extensión en algunas de las islas del archipiélago, como Isla de la Sal, demostrando que los lazos lusos del pasado siguen muy presentes. De hecho, el idioma oficial del país es el portugués. La hospitalidad y alegría que transmiten estas islas ha conseguido que se ganen el apodo de " sonrisa de África ", por lo que un viaje para conocerlas hará sin duda que te olvides del estrés diario. Playas paradisíacas, naturaleza, paisaje volcánico y pueblos pintorescos forman parte de la experiencia inolvidable que vivirás en Cabo Verde.
Datos de interés de Cabo Verde
Antes de viajar a Cabo Verde, además de saber que el idioma oficial es el portugués como ya hemos comentado, también tienes que tener presente otros datos. Uno de los más importantes de todos es que es necesario un visado para poder acceder al país, que tiene un coste de cerca de 45€ y hay que solicitarlo a la Embajada o Consulado de Cabo Verde en España, que cuenta con sedes en Madrid, Gran Canaria y Galicia. Sin embargo, también en algún aeropuerto internacional caboverdiano se puede obtener pagando 25€, pero no tienes la posibilidad de estar más de 30 días en el país.
Por otra parte, la moneda oficial es el Escudo, que mantiene un tipo de cambio fijo con el Euro, equivaliendo 1€ a 110,265 escudos caboverdianos. Es recomendable llevar divisas, aunque muchos comercios aceptan euros. Finalmente, destacar que Cabo Verde cobra un impuesto turístico de 2€ por persona y noche y que no es necesario estar vacunado de ninguna enfermedad para entrar al país, aunque recomiendan las de fiebre amarilla, Hepatitis A y B, Fiebre Tifoidea y Tétanos-Difteria.
Cuándo viajar a Cabo Verde
Aunque la temperatura media de todo el año es de 24ºC, siempre hay épocas mejores y peores para planear una escapada a Cabo Verde. Si estás dudando cuándo ir a este maravilloso conjunto de islas atlánticas, de noviembre a julio es el momento perfecto. Cabo Verde cuenta con un clima tropical propio de la región macaronésica en la que se integra junto a las Islas Canarias, Azores y Madeira, por lo que los meses que os proponemos son los mejores porque coinciden con la denominada época seca, cuando las lluvias no son tan frecuentes como de agosto a noviembre y hay mayor probabilidad de contar con días soleados. Del mismo modo, hay que tener en cuenta que hay una gran diversidad climática dentro del propio archipiélago, ya que las zonas de interior tienen un clima más extremo que las de la costa como tal.
Qué ver y hacer en Cabo Verde
Isla de Sal, Boa Vista, Santiago, Fogo, São Vicente, Santo Antão, Brava, Maio y São Nicolao son las islas que se visitan cuando se realiza un viaje a Cabo Verde. En ellas se pueden hacer multitud de actividades, no solo ir a la playa a disfrutar de las aguas turquesas, sino también disfrutar la naturaleza salvaje y auténtica que todavía preservan y multitud de actividades de Turismo Activo, como el surf entre los meses de diciembre y marzo. Además, cada isla presenta atractivos particulares que las hacen especiales y se pueden visitar todas ellas utilizando las líneas de ferry o avión que las conectan entre sí.
Isla de Sal, playas y resorts paradisíacos
La isla más plana de todo el archipiélago de Cabo Verde es Sal, además de ser por la que pasan los viajeros para disfrutar del sol y la playa, ya que no se pueden hacer planes culturales en ella porque escasean los monumentos más allá de las minas de sal de Pedra de Lume. Santa María es el principal núcleo urbano de la isla y donde se encuentran los hoteles, muchos de ellos resorts al más puro estilo caribeño.
Es en este municipio donde, además, se ubica una de las playas más frecuentadas por los turistas por ser la más extensa de todas y en la que menos viento hace. Una de las actividades más recurrentes por los visitantes en Sal es alquilar un quad y recorrer parte de la isla, destacando el paseo por las dunas de Ponta de Sino. Pero, sin duda, Buracona es el lugar por el que obligatoriamente hay que pasar para disfrutar de un día de buceo en Olho Azul o Blue Eye, una de las grutas marinas más espectaculares del mundo por la que asoma un halo de luz que deja al descubierto el color azul turquesa de las aguas.
Boa Vista, el paraíso de Cabo Verde
Si las playas de Sal te parecen el paraíso en la Tierra, eso será porque todavía no has pisado las de Boa Vista. En esta isla el turismo todavía no está excesivamente extendido, por lo que es mucho más tranquila que la anterior. La playa más concurrida, y seguramente la más extensa de todas, es la de Chaves, cuya arena dorada contrasta con el azul turquesa de las aguas atlánticas de esta isla, asomando también tímidamente el color verde que aportan las palmeras Phoenix Atlantica famosas en Boa Vista.
Otra playa por la que tienes que pasar es la de Curral Velho, puramente salvaje, prácticamente vacía siempre y en la que puede que te topes con alguna tortuga que llegue hasta ella para desovar. Esto último no es extraño, ya que los fondos marinos de Boa Vista acogen a la mayor parte de las tortugas del archipiélago.
São Vicente, ambiente musical
La segunda isla más grande de Cabo Verde es São Vicente. Su capital, Mindelo, es un buen rincón para disfrutar de una jornada de compras, ya que cuenta con n umerosas tiendas y comercios de artesanía local para llevar algún recuerdo a casa. Esta isla no es especialmente frondosa, concentrándose la vegetación en el Monte Verde, al que acuden cientos de turista para practicar senderismo y disfrutar de panorámicas de ensueño.
Sin embargo, São Vicente es famosa por el festival de música que tiene lugar cada mes de agosto en Bahía das Gatas, mientras que el resto del año este rincón de la isla es un desierto, siendo pocos los que se acercan a conocer su laguna verde.
Santiago, la isla más grande de Cabo Verde
En Santiago, isla verde montañosa en la que las precipitaciones son recurrentes, se encuentra la capital del país, Praia, y el Aeropuerto Internacional Nelson Mandela, hecho que hace que muchos viajeros aprovechen para conocer alguno de sus rincones. En Santiago no existen muchas playas paradisíacas de arena fina y dorada, sino prácticamente lo contrario, destacando la de Ribeira da Prata, que se caracteriza por ser negra y de aguas oscuras.
Sin embargo, se ve rodeada de una naturaleza salvaje que le aporta mucho encanto junto a los verdes cocoteros con los que cuenta. El senderismo es uno de los pasatiempos de los turistas durante su estancia en Santiago, especialmente desarrollado al norte de la isla es la salvaje Serra Malagueta, protegida con la distinción de Parque Natural. Esta reserva de origen volcánico cuenta con numerosas especies de flora y fauna endémicas, hecho que demuestra que disfrutarás de un paseo en un lugar único.
Fogo, ambiente volcánico
Aunque todas las islas de Cabo Verde son de origen volcánico, Fogo es la más potente de todas, además de ser también la más alta de todas las del sur del archipiélago, alcanzando el Pico Fogo casi los 3.000 metros. Es una isla viva que en 2014 vivió la última erupción volcánica, aunque actualmente no hay peligro para su visita. La actividad por excelencia es el senderismo, siendo muchos los turistas que, a modo de exploradores, se acercan hasta Chã das Caldeiras, una caldera volcánica que ocupa buena parte de Fogo y en la que se pueden encontrar pintorescas aldeas dentro de ella.
Brava y Maio, contraste de ambientes
Ambas se localizan al sur del archipiélago, estando en extremos diferentes, lo que hace que sus entornos también sean muy distintos entre sí. Mientras que a Brava se le conoce como "la isla de las flores" por la gran cantidad de vegetación colorida que se puede encontrar en ella, algo poco usual en el resto de isla, Maio es desierto en estado puro con presencia de bosques aislados. No es casual el apodo de Brava, y es que los turistas que visitan todas las islas de Cabo Verde llegan a afirmar que es la más bonita de todas, aunque los que buscan tranquilidad se quedan en las playas paradisíacas de Maio.
São Nicolao, naturaleza, pesca y agricultura
La economía de esta isla localizada al norte del archipiélago es puramente agrícola y pesquera. Son pocos los turistas que todavía se acercan a São Nicolao, aunque quienes lo hacen se enamoran de su belleza natural. El Parque Natural do Monte Gordo es el punto más alto, siendo perfecto para hacer trekking junto a alguno de los guías locales que te pueden acompañar en las caminatas y que van contándote las curiosidades de la zona o explicándote las diferentes especiales de flora y fauna que te vas encontrando. Esta isla de Cabo Verde no es la mejor para disfrutar del mar, pero cuenta con las piscinas naturales de Lagoa que, sin duda, harán que te relajes del día de senderismo.
Santo Antão, la isla del grogue y el café
Para llegar hasta Santo Antão hay que tomar un ferry desde el puerto de São Vicente, siendo la duración del viaje de 40 minutos aproximadamente. Una vez que se llega, lo primero que llama la atención es la cordillera que divide en dos a la isla, encontrándose en ella el pico más alto de todo el archipiélago, Tope de Coroa. Se trata de una isla para disfrutar también de paseos entre naturaleza, aunque lo que también llama la atención son las plantaciones de café o de caña de azúcar, utilizadas para la elaboración del grogue, una bebida alcohólica al estilo del aguardiente muy típica en Cabo Verde. El atardecer desde Punto do Sol será la postal con la que cierres tu excursión a Santo Antão y uno de los recuerdos más mágicos de tu visita a este archipiélago del Océano Atlántico.