Dublín es una ciudad llena de historia. La historia que escribieron los vikingos y la han seguido escribiendo los irlandeses con el paso de la historia, un pueblo con tradición y personalidad. Además de todo ello, decir Dublín también es decir pubs, música en directo y cerveza, mucha cerveza . Y de entre todas las cervezas habidas y por haber hay un tipo y una marca que nos retrotrae a la capital irlandesa: la Guinness.
La Guinness es una marca de cerveza negra seca de tipo stout originaria de Irlanda. Allá por el Siglo XVIII, Arthur Guinness empezó a fabricar esta cerveza negra seca en la ciudad de Leixlip, a veinte kilómetros de Dublín. El propio Guinness arrendó una cervecería abandonada en Dublín, con un contrato de 9000 años y solo 45 libras al año. Diez años después de la apertura de esa fábrica, en 1769 Guinness comenzó a exportar su producto hasta convertirse en una de las cervezas más famosas de todo el mundo.
Y esa fábrica ubicada en la St James's Gate Brewery de Dublín se ha convertido ahora en la Guinness Storehouse, un almacén de siete plantas adaptado para las visitas de miles y miles de turistas. El 'Storehouse' se abrió en el año 2000 y se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de la capital de la República de Irlanda. Prácticamente todos los visitantes que recibe la ciudad deciden a pasar unas horas descubriendo la historia de la archiconocida cerveza Guinness. En Bekia Viajes te damos todas las claves para aprovechar al máximo tu visita a la fábrica de Guinness.
Lo primero de todo es adquirir las entradas para la fábrica. Es recomendable comprarlas con antelación vía Internet pues nos ahorraremos unos euros y, además, tendremos preferencia a la hora de escoger turno de visita. Porque sí, hay que reservar hora para evitar aglomeraciones. La entrada, adquiriéndola con al menos un día de antelación y por la web de la fábrica (www.guinness-storehouse.com), nos puede costar entre 18,5€ y 20€ -en la puerta nos costaría unos 25€-. Además del precio obtendremos varias ventajas: acceso rápido y sin esperas y una pinta gratuita, refresco para menores de edad-, así como la opción de hacer un pedido de vasos personalizados y de reservar la Experiencia Connoisseur.
Planta baja: la historia y los ingredientes
Una vez ha llegado el día de nuestra visita lo único que nos queda es descubrir el maravilloso mundo de Guinness. Iniciaremos nuestra visita en la planta baja, donde podremos ver una introducción a los ingredientes usados en la elaboración de la cerveza negra. Hay una espectacular fuente en forma de cascada y pequeño estanque que emula el agua de las Montañas de Wicklow, usado para fabricar la Guinness.
Igualmente, también veremos, siempre de forma visual y con explicaciones detalladas, los otros ingredientes como son el lúpulo, la cebada y la levadura, así como la historia de la cerveza. En este 'ground floor' también podremos pasar por la Arthur Guinness Gallery, con cuadros e ilustraciones de los protagonistas de la marca en el pasado.
Primera planta: la fabricación de la Guinness
Ya en el primer piso podremos ilustrarnos en cuanto al proceso de fabricación de la cerveza, con exhibiciones a tamaño natural de las diferentes fases: fabricación de los barriles, fermentación, transporte del producto... En relación a esta última etapa podremos descubrir las locomotoras, barcos y barcazas que se usaban para el transporte de la cerveza. Además, también podremos ver un molino, un tostadero, un alambique y barriles gigantes de madera.
En este mismo nivel también está el monumento 'Made of More', representativo de Guinness. Se trata de una emulación de una pinta de cerveza hecha en cerámica y a gran escala, con diferentes ilustraciones y grabaciones sobre la marca.
Segunda planta: descubre cómo degustar una Guinness
El segundo piso está dedicado al entretenimiento corporativo. En realidad, es el más pesado, el que menos atracciones nos ofrece. Lo más interesante es la 'Taste Experience'. Se trata de una especie de cata de cerveza Guinness. Entraremos en una sala acondicionada, en cuanto a temperatura y olor, por grupos y allí un especialista nos guiará en la degustación de la cerveza negra: cómo servirla, tiempo de reposo, cómo olerla, cómo saborearla, temperatura ideal... el olor a cebada os embriagará.
Tercera planta: publicidad e interactividad
Siguiendo nuestra escalada hacia la cima del 'Storehouse', encontraremos mucho entretenimiento en la tercera planta. Se trata de un piso dedicado a la publicidad de Guinness.
En él podremos ver cómo han ido evolucionando los anuncios de la marca irlandesa a lo largo de la historia, con recreaciones tridimensionales, pantallas gigantes, archivos interactivos, pequeños concursos... así como figuras e ilustraciones icónicas de anuncios pasados. ¡Incluso podrás componer tu propia música tocando un arpa digital táctil!
Cuarta planta: aprende a servir la pinta perfecta
La interactividad prosigue en la cuarta planta donde podremos aprender a servir la pinta perfecta. Con la ayuda de un profesional podremos servir nuestra propia cerveza. Seguro que con los consejos del personal nos queda una pinta sensacional, con su espuma, su sabor, textura... Asimismo, en este nivel podremos disfrutar previa reserva y pago aparte de la entrada- de la Connoisseur Experience, donde podrás saborear una gran variedad de Guinness bajo la tutela de un maestro.
Quinta planta: momento de reponer fuerzas
Ya en el quinto nivel desaparece todo lo que podemos denominar 'museo'. Este piso está destinado a la restauración: podremos reponer fuerzas en Arthur's Bar, un tradicional pub irlandés, en el Brewer's Dining Hall, tipo autoservicio, o en un restaurante más formal como es el Gilroy's Restaurant.
Séptima planta: las mejores vistas de Dublín y una buena pinta de Guinness
Y ya llegamos a la cima. Omitiendo el sexto piso se pasa de largo directo hacia arriba- por fin hemos llegado al séptimo piso, más conocido como 'Gravity Bar' (bar de gravedad). Llega el momento de relajarse y disfrutar de las mejores vistas de la ciudad de Dublín, con un mirador de 365 grados hacia la capital irlandesa. Además, podremos tomarnos nuestra pinta gratuita y seguir probando diferentes cervezas hasta que nos hartemos. Aquí os doy una recomendación personal: en caso de que no os guste demasiado el sabor de la cerveza negra tiene un gusto peculiar que no agrada a todo el mundo- podéis pediros dos 'halfs' (medias), una de la tradicional Guinness negra y otra de la Hop House 13, la cerveza 'lager' de Guinness.
Para acabar nuestra visita conviene echar un vistazo en la tienda oficial. Allí podremos comprar nuestro recuerdo de la 'Guinness Storehouse'. Así pues, en solo unas horas nos hemos podido empapar del mundo Guinness, de una de las marcas de cerveza más conocida y consumida, hablando de cervza negra, de todo el mundo. Su historia, su fabricación, su evolución... ¡e incluso servir tu propia pinta! Y es que decir Guinness es decir pasión por la cerveza, esa pasión que se vive en Dublín y esa pasión que vamos a poder vivir muy de cerca en nuestra visita a la capital irlandesa.