Llega el verano y con él las ganas de escapar de la rutina y emprendernos en un viaje que nos aleje por unos días de nuestra casa para vivir nuevas experiencias y descubrir nuevos lugares. Hay muchos que optan por destinos más calurosos como Andalucía o la costa Valenciana, sin embargo, los hay que prefieren evadirse del calor buscando la frescura del norte y qué mejor lugar para ello que Galicia.
Galicia enamora a todo aquel que la visita gracias a sus verdosos paisajes, sus playas y acantilados de película, así como su deliciosa gastronomía y su gente tan campechana que no te dejará irte sin regalarte lo mejor de su tierra. Tan solo 3 días te bastarán para caer rendido a los pies de este hermoso pedacito de la costa litoral.
Día 1: Ferrol
Ferrol es sin lugar a dudas una auténtica sorpresa para sus viajeros gracias a la larga historia y secretos que alberga. Esta ciudad lleva recibiendo desde la Edad Media a peregrinos del norte de Europa y de las Islas Británicas que llegaban al puerto de Ferrol después de navegar las frías aguas del norte para realizar el Camino Inglés a Santiago de Compostela. Aunque no seas un norteño y no tengas intención de hacer el Camino Inglés, Ferrol también te abrirá sus puertas para quedar guardado por siempre en tu lista de lugares a los que volver.
Te proponemos que te levantes temprano para aprovechar al máximo la mañana. Disfruta de un buen desayuno, ponte unos zapatos cómodos y emprende tu aventura por Ferrol. Una buena opción para empezar tu mañana es visitar el Museo de la Construcción Naval, donde descubrirás todo lo que necesitas saber sobre Ferrol y su historia marítima. Después, te puedes dirigir al Barrio da Magdalena, declarado Conjunto Histórico-artístico, y donde te sumergirás en la corriente artística del Modernismo gracias a sus míticos edificios y casas gallegas.
Con tanta caminata y la llegada del mediodía posiblemente te entre un hambre de perros y qué mejor que Galicia para degustar la gastronomía de nuestro país. Un lugar ideal para hacerlo es el Puerto de Curuxerias o la calle de San Francisco, donde se localizan algunos de los restaurantes de mejor calidad de la ciudad. Mientras haces la digestión, puedes visitar el Castillo de San Felipe, declarado Bien de Interés Cultural, y después elegir alguna de las playas de Ferrol para pasar la tarde como la famosa Playa de Doniños, perfecta para practicar surf.
Día 2: A Coruña
A Coruña es conocida como la ' ciudad de cristal ' gracias a sus edificios repletos de galerías y asombrosas vidrieras de la época modernista que te quitarán el hipo. Pero si de algo puede presumir A Coruña es de tener dos de las mejores playas urbanas de España: Riazor y Orzán. Así que qué mejor plan que visitarlas, una, por la mañana y otra, por la tarde, tú decides.
Los habitantes de A Coruña son famosos por vivir de lujo, así que te proponemos que por un día te conviertas en un auténtico coruñés. Comienza la mañana tomándote un café en la Plaza de María Pita y después, pasea por la zona de los Cantones donde admirarás las famosas ventanas de vidrio. También puedes dar un largo paseo por su Paseo Marítimo, considerado como uno de los más extensos de Europa. En su recorrido te encontrarás con una gran variedad de lugares de interés como puede ser el Castillo de San Antón o la milenaria Torre de Hércules.
Esta ciudad gallega cuenta con interesantes museos como el de Bella Artes, de las Ciencias, el Domus o el Museo Arqueológico, situado en el ya mencionado Castillo de San Antón, que puedes visitar durante la tarde. Un plan fantástico, sobre todo si vas con tu pareja, es culminar tu visita por A Coruña viendo el atardecer en los románticos jardines de San Carlos. Si vas con familia o amigos no te preocupes porque también puedes visitar el jardín Méndez Nuñez, que se encuentra en el centro de la ciudad.
Día 3: Santiago de Compostela
Tu estancia en Galicia se acaba y qué mejor forma que despedirte pasando tu último día en Santiago de Compostela. Es considerada por la UNESCO como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, así que esto ya es un buen motivo para visitarla. Aunque se suele asociar al Camino de Santiago, lo cierto es que esta ciudad tiene muchos más motivos para conocerla, en especial durante los meses de julio y agosto, cuando hay multitud de conciertos al aire libre, cines y talleres para niños y adultos.
Tal y como dicen mucho gallegos, Santiago de Compostela más que una ciudad es un 'pueblo grande' y está dividida en dos distritos: la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva. Puedes perderte por las laberínticas calles de granito y plazas que conserva el casco antiguo, así como sus iglesias románicas y barrocas. Por el contrario, la Ciudad Nueva está repleta de apartamentos estudiantiles, pero también de bares y restaurantes con mucho ambiente.
Si necesitas un respiro, el parque la Alameda es un lugar ideal, ya que es el espacio verde más emblemático de Santiago. Puedes caminar por el Paseo de Ferradura y observar la catedral a lo lejos. Por su parte, el parque San Domingos de Bonaval también es otro parque popular de esta ciudad que no te puedes perder.
Cuando el hambre apriete, dirígete a la zona de la Rúa do Franco y la Plaza del Obradoiro donde podrás degustar las delicias gallegas como el marisco y el pulpo o las tapas de croquetas o tortillas que suelen servir con cada vino, caña o refresco que te pidas. También puedes conocer el Mercado de Abastos donde se mezcla el ambiente rural y tradicional con la elegancia y la modernidad, pero donde sin lugar a dudas encontrarás algunos de los mejores productos de Galicia. Y como no podía ser de otra manera, no te puedes ir de Santiago sin visitar su histórica, monumental y asombrosa catedral, que cada año recibe a miles de peregrinos y que emociona a todo aquel que la visita.