La capital del norte de Tailandia está a tan sólo unas horas en tren de Bangkok pero nada tiene que ver su revuelo y ajetreo. Esta ciudad que en su día albergó la capital del pueblo Lanna, arrebatado a por birmanos durante el reino de Siam, presenta un gran casco histórico lleno de templos sin igual, calles que son propias de los pueblos perdidos en la montaña y grandes áreas comerciales. Esta mezcla de tradición y modernidad, barullo y tranquilidad, hace que sea una de las capitales más visitadas del país Tai, sobre todo en las épocas del año más propicias para acercarse.
- La mejor época para visitar la ciudad es de noviembre a febrero, donde las temperaturas son suaves y las lluvias escasas.
- Las temperaturas más cálidas llegan de marzo a junio alcanzando los 35°, coincidiendo con el periodo de lluvias monzónicas (llueve mucho durante un breve periodo de tiempo). Si viajas en esta época lo mejor es coger un hotel con piscina para sobrellevar el calor y la humedad.
- En abril se celebra el Songkram, una de las fiestas más importantes del país y con gran interés turístico, así que hay que ser previsor a la hora de reservar hotel en esos días dado que los precios suben considerablemente.
A diferencia de otras ciudades como Chiang Rai o Pai, los alojamientos aquí son un poco más caros. La mejor zona es dentro de la muralla de la ciudad. Un hotel medio sobrepasa los 30 euros por noche con desayuno estilo bufé incluido.
Día 1La ciudad antigua, sus templos y un masaje tailandés
Comenzar la visita a la ciudad antigua adentrándose dentro de sus murallas donde se encuentran los templos más relevantes. En sus calles se pueden ver numerosos grupos de turistas, fieles y monjes. Como en todos los templos de esta región hay que guardar ciertas normas: silencio en el lugar de la oración, descalzarse al entrar, no apuntar con los pies al Buda (a la hora de sentarse siempre de rodillas ) y vestir con decoro (hombros y rodillas cubiertas).
Museo Popular de Lanna
Esta situado en un edificio de estilo colonial tailandés y recrea la vida del pueblo Lanna con una serie de exposiciones de tamaño real. Es recomendable visitarlo antes de comenzar la ruta de los templos. Así se puede entender la historia de este pueblo, su arquitectura, simbolismo e iconografía de forma más profunda. La entrada cuesta 90 THB y abre de 8.30 a 17.30h.
Wat Phra Singh
Este es uno de los templos más venerados de la ciudad. Cuenta con un gran santuario cubierto con un mosaico. Lo preside un gran Buda dorado. Muchos peregrinos acuden para venerar una imagen de Buda con forma de león en una capilla situada en un lateral del templo. Al pasear por el recinto merece la pena detenerse en la biblioteca elevada situada sobre un pabellón de teca. La entrada vale 20 THB y el horario es de 5 a 20h.
Wat Chedi Luang
No es un templo tan imponente como el anterior pero al arquitectura que lo rodea tiene mucha personalidad. El famoso Buda Esmeralda que se puede visitar en Bangkok, ocupó la hornacina de este templo hasta el siglo XV. Hoy en día se puede ver la réplica. En el centro hay una figura del un Buda sedente con un discípulo a cada lado y en las capillas traseras del complejo hay un buda reclinado y sedente de influencia china con esculturas de elefante. Aunque lo que más llama la atención de este templo es la charla diaria con los monjes bajo el árbol central del patio. Puedes hablar en inglés con un monje, intercambiar opiniones y recibir consejos. Esta actividad atrae a infinidad de viajeros. La entrada es gratuita aceptando donativos y el horario de 6 a 18h.
Wat Phan Tao
Es uno de los templos más pequeños pero a la vez de los que más personalidad alberga. Construido con teca, con una gran sala de oraciones y una imagen de un Buda dorado. La imagen de los monjes con sus túnicas naranjas y el color marrón del templo es una estampa digna de admirar. Además es uno de los principales centros de la celebración del Visaka Bucha, cuando los monjes prenden miles de lámparas alrededor de los estanques. La entrada gratuita y el horario de 6 a 18h.
Wat Chiang Man
Es el templo más antiguo datado en el siglo XII y contiene imágenes de los guardianes de la ciudad. Lo mandó construir el fundador de la ciudad Phaya Mengrai y tiene un altar típico de los antiguos pueblos de Lanna. Es gratutio y mantiene el mismo horario que los otros templos.
El mercado de Talat Warorot y Ton Lam Yai
Es uno de los más grandes de la ciudad. Situado a las orillas del río ya que históricamente todos los productos agrícolas llegan en barca y se vendían directamente. Podrás ver a miles de tailandeses regatear por cualquier producto, masajes y puestos de comida y fruta. Es un lugar ideal para reponer fuerzas, sobre todo cuando cae el sol y el mercado se vuelve efervescente. Justo cuando finaliza éste comienza el mercado Talat Ton Lam Yai, el principal mercado de flores de la ciudad. Simplemente por ver flores autóctonas y respirar esa mezcla de jazmin, orquídeas y rosas.
Un buen masaje tailandés
Terminar el día con un buen masaje tailandés es lo mejor después de haber hecho unos cuantos kilómetros de turismo. Pero son tantos los lugares que lo ofrecen que a veces es difícil saber elegir el adecuado. Hay dos que destacan en la ciudad: Lila Thai Massage donde por 250 THB tienes masajes de una hora con trato profesional y una carta disponible en inglés o el Women Massage Center. Este centro ha sido creado para la inserción de mujeres en riesgo de exclusión o que han salido de la cárcel, a las que se les ha formado y tiene muy buena acogida en la ciudad. Es necesario reservar a primera hora de la mañana para tener hueco.
Día 2. Subida al Doi Suthep y visitar el santuario de elefantes
Templo Wat Phra That Doi Suthep es uno de los más sagrados de Tailandia. Desde él se puede ver la ciudad desde las alturas y en todas las escuelas se estudia su leyenda. Es un ejemplo de arquitectura propia del norte del país fundado en 1383 por el rey Naone. En lo alto de los 360 escalones se encuentran los árboles del pan, pequeños santuarios, jardines de piedra y monumentos, entre ellos, la famosa estatua del elefante blanco. Los peregrinos hacen cola para realizar las ofrendas en el centro del complejo y hay un centro de meditación que ofrece programas para turistas. Para llegar hasta él se puede coger una furgoneta compartida, que es el transporte habitual del Chiang Mai, más que los Tuk tuk. El trayecto puede salir por 50 THB y te dejan a los pies de las escaleras.
Las cascadas de Mon Tha Tha
Según se baja de Doi Suthep y tras parar en el mirador, hay una desviación que te llevan a las cascadas de Mon Tha Than. Hasta las 16.30h cobran una entrada de 100 THB, algo caro para los precios thais. Por lo que lo ideal es ir por la mañana al templo, comer algo en el mirador y a partir de esa hora bajar a las cascadas y darse un baño.
El santuario Elephant Nature Park
Fue uno de los primeros santuarios para elefantes rescatados en la zona. Se prioriza el bienestar animal, están sueltos, con libertad en todo momento, permitiéndoles formar sus propios grupos familiares e interactuar sin ninguna restricción. Si eres amante de los animales, este es un lugar para disfrutar, dándoles de comer y bañándolos. La entrada es bastante cara unos 65€, entra la comida y el traslado al parque. Merece la pena si quieres vivir una experiencia de este tipo, respetando al animal y su entorno.
El mercado nocturno
Terminar el día visitando este mercado al lado del río, degustando en algún puesto callejero los famosos platos de curry verde y regatear a la hora de comprar algún suvenir.