El otoño es una de las épocas del año más bonitas. A pesar de que sucede al verano, que se traduce en sol, buen tiempo, playa y vacaciones, los meses de la caída de las hojas de los árboles, de los atardeceres de colores rojizos, de la vendimia, de las primeras lluvias y nieves y de las tardes de sofá, peli y chocolate caliente también tienen su encanto. Después de guardar al fondo del armario las chanclas y alpargatas, sacamos las botas de nuevo y las ganas de salir a pasear para disfrutar del aire puro renovado que se respira después de una buena tormenta. Madrid no es una excepción para vivir todas estas sensaciones y en la capital y sus alrededores hay multitud de lugares que se convierten en pura magia durante el período otoñal.
Hayedo de Montejo
Como en otoño los días son más cortos, ya que hay menos las horas de luz, hay que tener todo listo y preparado cuando preparamos una escapada. Lo mismo ocurre con el Hayedo de Montejo, uno de los parajes naturales más espectaculares de la Comunidad de Madrid y cuyo importante valor ha provocado que se regulen el número de visitas que pueden acceder a él. Por ello, conviene reservar con antelación el pase a este increíble paisaje de la Sierra del Rincón, que se sitúa al norte de la región limitando con la provincia de Guadalajara.
El Hayedo de Montejo cuenta con más de 250 hectáreas de hayas, las más meridionales del continente europeo, siendo su importancia y riqueza la que ha conllevado que sea declarado Reserva de la Biosfera. Los colores verde y amarillo son los protagonistas de este encantador paraje natural donde podrás reencontrarte con la Naturaleza en todo su apogeo. El silencio acompaña tus pisadas por este bosque de hayas con el temor de que con ellas puedas estropear algún elemento que debilite su grandeza. Los árboles te abrazarán con sus ramas, mientras que el viento pondrá la nota musical necesaria para hacer perfecta esta excursión.
Peñalara
Una de las escapadas más recurrentes de los madrileños a lo largo de todo el año, no solo en otoño, es la que hacen a Peñalara. Se trata del pico más alto de la Comunidad de Madrid, por lo que ya solo con esta excusa bien merece la visita. Sin embargo, durante los meses de septiembre a diciembre cobra especial vida, puesto que las lluvias hacen que vuelva a brotar su magia con la misma fuerza que el agua que emana de las cascadas de la zona.
- Este macizo montañoso se encuentra integrado en el Parque Natural de la Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara, que a su vez pertenece al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama
- Se accede a Peñalara a través del Puerto de Cotos.
- A diferencia del paraje natural anterior, en Peñalara necesitarás buena y abundante ropa de abrigo, ya que las temperaturas suelen ser muy bajas, siendo normal encontrarse con nieve en las cimas cuando se visita.
Senderismo en Peñalara
El senderismo es la mejor opción para descubrir todos los rincones de este majestuoso parque natural que supera las 760 hectáreas de extensión y que limita con la provincia de Segovia. Gracias a ellas se pueden descubrir otros atractivos turísticos de la reserva, como así es la Laguna Grande de Peñalara, que destaca por su origen glaciar y su imponente tamaño, los picos de Dos Hermanas, situados al sur del recinto, o los riscos de los Claveles o los Pájaros. El Parque de Peñalara sobresale también por ser lugar de interés ornitológico, ya que en él se pueden observar buitres o águilas imperiales. Si te estás preguntan cómo llegar a Peñalara, la línea C9 de Cercanías que se toma en Cercedilla te deja en el propio Puerto de Cotos, mientras que acudiendo hasta Rascafría vía carretera podrás tomar la M-604 y aparcar antes de entrar al parque.
La Pedriza
El granito es símbolo y estandarte de La Pedriza, otro de los parajes naturales madrileños que os proponemos para disfrutar del otoño. Al igual que ocurría con Peñalara, este paisaje rocoso forma parte del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, ocupando algo más de 3.200 hectáreas del mismo y perteneciendo al término municipal de Manzanares El Real, donde también puedes aprovechar para visitar el famoso castillo que en él se conserva. La Pedriza es un lugar en el que dejarse llevar por la imaginación, intentado dar vida con ella a las formas rocosas que te irás encontrando mientras paseas por sus senderos.
La cercanía con las áreas urbanas ha provocado que se haya degenerado la zona hasta el extremo de que se hayan introducido prohibiciones, como regular el acceso de vehículos o no poder bañarse en los lagos o pozas de la zona. No obstante, todavía se puede seguir disfrutando de este impresionante paisaje gracias a los programas de senderismo y escalada que se pueden hacer en él. Si no tienes coche para llegar hasta la zona, el autobús 724 que sale desde el Intercambiador de Plaza de Castilla de Madrid te lleva hasta La Pedriza, el escenario perfecto en el que recrearse con las sensaciones otoñales.
Campo del Moro
Uno de los lugares en los que poder sentir los colores del otoño en la propia capital es el Campo del Moro. Además de los parques de El Retiro o El Capricho, Madrid cuenta con otros muchos rincones verdes en los que también poder disfrutar de esta bonita estación del año, como así es el lugar del que os hablamos. Se encuentra situado detrás del portentoso Palacio Real y muy cerca de la Estación de Príncipe Pío. Paseando entre centenarios árboles que te ocultarán la visión del palacio podrás sentir por un momento que te has alejado del trasiego de la capital, mientras tus pisadas resuenan en los mojados caminos de piedra y tierra.
Aunque en nada se parece al Hayedo de Montejo, Peñalara o La Pedriza, ya que no es un paraje natural como tal, el Campo del Moro no podía faltar en esta lista porque se trata de uno de los parques más tranquilos de Madrid en el que poder sentir los colores del otoño. Está alejado de las zonas más concurridas por los turistas y son pocos los que se acercan hasta él. Entre especies arbóreas de más de 150 años y pavos reales despuntan también dos fuentes que no pueden faltar en todo jardín que acompaña a un palacio real. Un paseo por el Campo del Moro antes de subir a tomar un chocolate con churros hasta alguna cafetería tradicional del centro de la capital es el plan perfecto para disfrutar de una tarde de otoño en Madrid.