Para muchas personas, el Carnaval es una de las fiestas más importantes del año. Por ello, cuando llega la ocasión, en las distintas ciudades todo está preparado y listo para dar comienzo a esta celebración. Durante esta fiesta, las calles se llenan de música, diversión y colores convirtiendo estas fechas en unas de las más esperadas. Disfraces originales, máscaras elaboradas con minuciosidad, trajes coloridos y muchos más elementos inundan las calles durante esos días.
Hoy en día el Carnaval es definido como una gran celebración con un toque caribeño. Sin embargo, su origen se sitúa en una fiesta pagana celebrada por los griegos y los romanos que con el tiempo se convirtió en toda Europa en un festival llevado a cabo por la Iglesia Católica Romana con el fin de señalar el inicio de la Cuaresma. En sus inicios, esta fiesta era conocida con el nombre " carne de despedida " o "abandonar la carne", debido a esta tradición mediante la cual era obligatorio para todos los habitantes del pueblo dejar de comer carne el viernes de Cuaresma.
Finalmente, aunque son muchos los lugares donde se celebra el Carnaval, algunos destacan por encima de otros al ser considerados por la gran mayoría de personas como los mejores que existen. Por esto motivo, muchas personas emprenden un viaje a estos destinos con el fin de disfrutar de sus vacaciones en el mejor ambiente de Carnaval.
Carnaval de Tenerife
Su celebración va aproximadamente del 12 al 18 de enero. Su agradable temperatura y su gran ambiente hacen que se haya convertido en uno de los destinos más solicitados para marcharse de vacaciones. La fiesta se alarga durante varios días consecutivos pero si hay algo que nadie quiere perderse es la coronación de la Reina del Carnaval, un momento muy importante para los residentes de la isla. En definitiva, son aproximadamente 5 millones de personas las que emprenden un viaje hasta Tenerife para vivir esta fiesta que destaca por la música, las reinas del Carnaval, los desfiles, los disfraces y finalmente, el entierro.
Carnaval de Venecia
Es considerado uno de los Carnavales con más caché y a su vez, más solicitados. La elegancia, el lujo en la estética y los trajes clásicos del siglo XVII junto con sus originales máscaras son los protagonistas durante esta celebración que trata de retratar con colores plata o dorados la majestuosidad de aquella época. Para muchas personas, es por lo tanto, la oportunidad para viajar a Venecia y disfrutar de unas vacaciones rodeados de un ambiente festivo que va desde el 27 de enero hasta el 13 de febrero. Aunque son dos semanas de Carnaval, los días más importantes son cerca del final de la fecha, ya que es entonces cuando más música, diversión y máscaras se podrán encontrar en sus calles.
Carnaval de Río de Janeiro, Brasil
Esta fiesta es una oportunidad para emprender un largo viaje hasta Brasil, ya que es en Río de Janeiro donde el Carnaval se vive con mayor intensidad. Según el libro Guinness de los récords, la celebración en esta ciudad es la más grande de todo mundo. Y aunque para gustos colores, no queda duda de que en este lugar la alegría y el color son los protagonistas a niveles extremos. En Río de Janeiro son cuatro los días quedar esta celebración sin pausa, reuniendo a multitud de personas y expertos en samba que deleitan a los allí presentes con sus dotes.
Trajes llamativos, carrozas, alegría, sensualidad y diversión es todo lo que ocurre durante esta fiesta que comienza el 9 de febrero y termina el 14 de febrero. Finalmente, otra de las cosas que hacen que el Carnaval destaque en esta ciudad son las ya conocidas competiciones de samba en la calle que llevan a cabo los bailarines de distintas escuelas de la ciudad. Todo un espectáculo para aquellos que quieren vivir unos días de vacaciones a lo grande.
Carnaval de Oruro, Bolivia
Aunque es uno de los grandes desconocidos por muchos europeos, este Carnaval es considerado uno de los más peculiares de toda Latinoamérica y del mundo entero. La ciudad boliviana celebra una fiesta que es considerada mitad religiosa mitad pagana, mezclando así las tradiciones de los indígenas y de los españoles. Desde el año 2001, Oruro es Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco. Algo que ha hecho que muchas personas emprendan un viaje hasta este lugar durante la celebración del Carnaval. Los desfiles, las coreografías, las danzas de origen afroamericanas y muchas cosas más están presentes durante estos días.
Aunque estas son cuatro ciudades de las más espectaculares para viajar durante Carnavales, existen muchos otros lugares que son reconocidos por su llamativa celebración. El Carnaval de Barranquilla (Colombia) también dedica sus días a las danzas y a la música con carácter colombiano haciendo que muchas personas que lo han vivido una vez, decidan regresar. En España, el Carnaval de Cádiz y el de Sitges son otros dos de los más recomendados para esta fiesta.
En Cádiz, se destaca el sentido del humor, los concursos de coplas, los coros, las comparsas y la gracia de las chirigotas. Mientras tanto, en Sitges destaca la exhibición de la creatividad estética, la riqueza del vestuario, el maquillaje, los desfiles fantasía...Y finalmente, no muy lejos de España, en Francia, se encuentra el conocido y prestigioso Carnaval de Niza. Con más de un millón de visitantes su tema principal son las flores. Todo el mundo acude a una conocida batalla de flores donde los más jóvenes lanzan pétalos en una guerra plagada por el color. Cabezudos, carrozas, confeti, flores frescas...Todo un espectáculo para pasar unos días de fiesta.
Finalmente se puede concluir con que son muchas las posibilidades y los destinos que existen para vivir los días de Carnaval, siendo unos más costosos que otros por el propio desplazamiento. El Carnaval se consolida como un festejo popular que comprende los tres días anteriores al miércoles de ceniza, día en que empieza la cuaresma en el calendario litúrgico cristiano o católico. Y aunque en cada ciudad o lugar del mundo pueda llevarse a cabo esta celebración de distintas maneras, todas coinciden en el hecho de que es un período de permisividad, celebración y aunque siempre en el buen sentido, de cierto descontrol.