Si hay un destino turístico que despunta en Sudamérica es Buenos Aires. La capital de Argentina no es solo una de las ciudades más grandes del continente, sino también de las más visitadas. Comprar los vuelos, reservar el hotel, preparar el itinerario por sus calles, decidir dónde comer o qué hacer en los tiempos libres son algunas de las decisiones que toman los viajeros que se desplazan hasta este rincón. Son muchas las cosas que tienen que preparar para disfrutar de unas estupendas vacaciones en la ciudad de la furia.
Una de las tentaciones de los turistas es limitarse a visitar solamente el centro de Buenos Aires, donde se reúnen con el resto de visitantes venidos de todas las parte del mundo. Esto ocurre sobre todo con aquellos que no planifican con antelación las actividades que quieren hacer en la capital argentina. Sin embargo, tanto para evitar aglomeraciones como para descubrir esos atractivos y lugares que solo conocen los porteños, lo mejor es salir del itinerario turístico tradicional y acercarse hasta zonas como el barrio de Chacarita, cerca del centro de la ciudad y lindando con otros distritos populares como Villa Crespo y Palermo.
Sobre el barrio de Chacarita
Las primeras referencias históricas de Chacarita se remontan a principios del siglo XVII. El nombre de este barrio de Buenos Aires proviene del diminutivo de "chacra", voz quechua que significa "granja". El distrito era conocido como Chacarita de los Colegiales, ya que toda la zona era la chacra de un colegio de la Compañía de Jesús, aunque actualmente se conoce simplemente como Chacarita.
Este barrio de la capital de Argentina se situó en el imaginario de la población y los visitantes por un cementerio, por curioso que parezca. Debido a la fiebre amarilla que azotó a la ciudad entre las décadas de 1850 a 1870, además del brote de cólera que se vivió entre 1867 y 1868, hubo que construirse rápidamente un nuevo camposanto en el que dar sepultura a las víctimas, que se contaron en más de 14.000 fallecidos. Aunque se proyectó como algo provisional, se acabó convirtiendo en el gran cementerio de Buenos Aires, y en él han sido enterrados también grandes personalidades de sociedad argentina, siendo todo un punto de peregrinación para curiosos y fans.
Chacarita, un barrio gastronómico
Para poder ser conocido más allá del cementerio en el que están sepultados tantos personajes ilustres, Chacarita ha incorporado nuevos circuitos gastronómicos, con restaurantes de autor y propuestas jóvenes y creativas, haciendo de él un nuevo destino en la ciudad. En este barrio de Buenos Aires, la población local disfruta de todas sus novedades y los turistas recién llegados a la ciudad pueden descubrir el ocio porteño en toda su magnitud.
Dónde comer en Chacarita
En el terreno más gastronómico, cabe destacar que Buenos Aires se ha convertido en una ciudad muy heterogénea, y en Chacarita encontramos la prueba. En este barrio no solo se encuentran restaurantes que sirven asados y las tradicionales parrillas de Argentina, sino que aglutina algunos de los mejores restaurantes en los que degustar comidas internacionales.
- Apu Nena
Apu Nena es la propuesta asiática de Christina Sunae en Chacarita. El concepto del restaurante es el de tapas asiáticas y platos para compartir. Con una mezcla de recetas de la abuela de Christina, otras tradicionales y algunas inventadas, cada día los comensales encuentran una experiencia única, pues cocinan con los productos de los que disponen en cada momento.
- Donnet
Un vegano especializado en todo tipo de hongos. Así es Donnet, un restaurante que utiliza productos de temporada en todos sus platos, incluidos los postres. Sin duda, esta es una de las grandes bazas con las que se presenta a los comensales que recibe, ya no solo porque esta política es totalmente acorde con el concepto del local, sino porque también desarrolla una iniciativa sostenible con el entorno.
- Lekeitio
Quienes visitan País Vasco cuando organizan un viaje por el norte de España, además de enamorarse de los salvajes paisajes, también lo hacen de su seductora gastronomía. Platos llenos de fuerza, con sabor a mar y a la buena tierra, los preferidos de los paladares más exigentes. Quienes están de paso por Buenos Aires, deben pasarse por Lekeitio para recordar estas sensaciones. Este restaurante vasco añade además un toque oriental con raciones de sabores de Euskadi y Filipinas, sidra, cerveza tirada artesanal y buenos vinos.
Tomar una copa en Chacarita
Después de disfrutar de una buena cena, nada mejor que pasear por el barrio y seguir conquistando los sabores de Chacarita, pero ahora los de sus copas, licores y combinados. La noche es pura juventud en este distrito de Buenos Aires, contando con una oferta de encantadores locales en los que disfrutar de un buen trago antes de regresar al hotel. Seguro que, sin necesidad de pasarse mucho, cogerás mejor el sueño.
- Vermutería La Fuerza
La Fuerza está considerado por la revista Time como uno de los 100 lugares por lo que hay que pasar en Buenos Aires. Este bar, creado por un grupo de amigos, tiene por principal atractivo el vermú. Sí, has leído bien.
Aunque se trata de la bebida estrella de los domingos en España, también en la capital de Argentina ha empezado a extenderse. En la vermutería La Fuerza puedes disfrutar de esta bebida que está elaborada por los mismos dueños con cepas locales.
- Sodería Sifón
Sifón es otro de los locales por los que también deberías pasar. Este establecimiento rinde homenaje a la soda, al haberla incluido en todos sus cócteles. Aunque es un lugar al que acuden muchos porteños al afterwork y con amigos, también hay hueco para los turistas y que se sientan como unos habitantes más.
- Whiskería Sede
Después del vermú o de la soda, la tercera propuesta se centra en el whisky, al bebida estrella de este local. Sede presenta una oferta de coctelería clásica y de autor, en la que también se puede disfrutar del tapeo y platos para degustar, catas y hasta un servicio de locker de guardado de botellas para reabrirlas en la próxima visita.