Ubicado en una valle de la Serra de Tramuntana, en el norte de Mallorca, Deià es un pueblo al que los turistas que acceden a él no dejan indiferente. Es uno de los municipios de Baleares con mejores vistas y que mejores calas ofrecen a los turistas, especialmente para aquellos y aquellas amantes de las playas rocosas, una constante en municipios vecinos.
Su acceso montañoso puede dificultar su llegada en coche, por lo que el transporte público es quizá la mejor forma de llegar hasta Deià. Localizada a 30 kilómetros de distancia de Palma, la capital de Mallorca, se ha convertido en un pueblo próspero y propio de gente adinerada por el paisaje que le rodea y que ha servido de inspiración a escritores y artistas. Entre los monumentos emblemáticos y paisajes más bellos de Deià que no debes perderte, te enseñamos los que son de obligada parada en esta pequeña villa.
Son Marroig
Muy cercana a su municipio vecino, Valldemossa, Son Marroig es una colección privada originaria del archiduque Luis Salvador de Habsburgo-Lorena en el que se ofrecen distintas galerías con mobiliario del desaparecido noble, junto también a un catálogo de joyas y cuadros que se pueden encontrar en esta antigua vivienda.
Son Marroig también es el escenario tanto de celebraciones privadas como de conciertos y exposiciones artísticas que se realizan en el recinto. La cita más importante que acoge es el Festival de Musica de Deià, realizado normalmente entre finales de julio y principios de agosto, y que tiene a los recitales de música clásica como sus principales protagonistas, aunque también han acogido algunos conciertos de música tradicional mallorquina.
Monestir de Miramar
Este antiguo edificio religioso, también que comparte territorio con Valldemossa y Deià, fue fundado en 1276 por el famoso escritor de la literatura catalana Ramon Llull. En este convento vivían monjes franciscanos que aprendían árabe a fin de evangelizar el norte de África, aunque a posteriori otras órdenes religiosas han habitado también el recinto. Además, fue el primer territorio en el que se instauró la imprenta tras su invención por Gutenberg.
El cambio que sufriría este edificio no se haría realidad hasta 1872, en el que el Archiduque Luis Salvador también lo compró y restauró para corregir los daños que había sufrido durante siglos anteriores, aportando estilos arquitectónicos que se estaban adaptando en las corrientes de Italia y Francia. No obstante, se han conservado algunos elementos como el claustro gótico de Ramon Llull, con un diseño distinto al resto que atestigua su origen en el siglo XIII.
Sa Foradada
Uno de los paisajes más atractivos a nivel turístico de Deià y también de Mallorca es Sa Foradada, nombre que en español quiere decir 'la agujereada', en referencia al hueco que se puede contemplar desde distintos puntos de la isla en este acantilado. Precisamente, este agujero provocado por la erosión de las rocas ha servido de nido para aves como el águila pescadora.
Además, Sa Foradada es uno de los clásicos de excursiones en Mallorca por combinar el terreno montañoso de Deià con las buenas vistas del mar, y no ser terrenos demasiado escarpadas o de difícil acceso para quienes deseen llegar hasta allí. Se suele, por ello, realizar una escapada de aproximadamente media hora caminando desde el Miramar hasta el destino final, en el que se podrá también apreciar estos terrenos escarpados junto a una abundante vegetación y algunos animales que habitan en las afueras. También, al terminar este recorrido, los excursionistas pueden finalizar el asueto bañándose en la playa homónima.
Parroquia de Sant Joan Baptista
Uno de los edificios religiosos más importantes de este municipio de Baleares es esta iglesia, localizada en la parte más alta de la población. Construida en el siglo XIV, tuvo que ser reconstruida en el XVIII tras un incendio que afectó a su estructura. El edificio posee una arquitectura simple, con una única nave recta que periclita en una bóveda de cañón más amplia en el que se sitúa el altar.
En el interior del edificio también se puede ver el Museo Parroquial, con algunas muestras del arte religioso a partir del gótico y algunos documentos de interés histórico. También es oportunidad para visitar, al lado de la parroquia, el cementerio municipal, donde descansan los restos de personalidades como Robert Graves, erudito británico que pasó sus últimos años en el municipio. De hecho, en Deià también puede visitarse su fundación, que cuenta con documentos y objetos de interés sobre el escritor, que falleció en los años 80 en el municipio.
Llucalcari
Situada a tres kilómetros de Deià, está considerada como una pequeña población de este municipio. Está compuesto por un conjunto de edificaciones situadas en parte de la zona costera del pueblo. Entre los más destacados y famosos son la capilla de la Mare de Déu dels Desamparats, algunas torres defensivas empleadas a nivel estratégico militar y la casona d'Amunt. Llucalcari también es un punto de referencia en verano para aquellos amantes de las playas nudistas.
Playas en Deià
El principal reclamo por el que turistas y residentes acuden a Deià es por la variedad y calidad de sus playas y calas. La más conocida y con mayores visitantes en Baleares es Cala Deià, una playa que, pese a ser solo de 70 metros de largo y de rocas, es de gran reclamo por la calidad de sus aguas y su limpieza y por ser una zona recomendada para la pesca y el submarinismo en zonas más apartadas.
Es Canyeret es también una opción recomendada, además de ser uno de los puntos nudistas de Baleares. Su único inconveniente es que su acceso es algo más dificultoso, por lo que es apta solo para turistas que no les importa combinar senderismo con el mar. Otro punto aún más apartado en el pueblo es la cala de Es Cucó, un pequeño hueco de aguas cristalinas de rocas y que no suele ser muy transitado, ideal para aquellos que buscan tranquilidad y huir de la masificación. Además, la playa de Sa Foradada, del mismo estilo que las anteriores, es también una alternativa muy reclamada por quienes deciden pararse hasta este municipio con encanto.