La arquitectura está tomando un gran protagonismo en el mundo del vino, donde la tradición es la aguja fundamental del reloj que marca el paso del tiempo del sector. Aunque catar el sabor y calidad de los vinos es el principal motivo que atrae a los turistas que se acercan a las diferentes bodegas en las que se producen y fermentan, también la propia construcción es un motor de interés vez más recurrente e importante. Frank Gehry, Richard Rogers, Santiago Calatrava o Norman Foster son algunos de los arquitectos que han asentado las trazas y pilares de muchas de las bodegas españolas, un país en el que el enoturismo atrae cada vez más a un mayor número de viajeros, ya sean nacionales o internacionales, como americanos, ingleses o australianos. Descubre a continuación las 10 bodegas más bonitas de España que no deberías perderte si tu pasión es la arquitectura además del buen vino.
Ysios
El arquitecto valenciano Santiago Calatrava dejó su huella en la Denominación de Origen de Rioja con el diseño de la Bodega Ysios, inauguradas en el año 2001, sumándose a otras muchas obras que llevan su huella y repartidas por todo el mundo, como la estación de la zona cero de Nueva York o la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Se trata de una construcción vanguardista localizada en la localidad vasca de Laguardia, en la región de Rioja Alavesa, que se ha integrado a la perfección con la Sierra de Cantabria. La figura ondulada del cuerpo del edificio es lo que más llama la atención de los turistas que se acercan a conocer estas instalaciones vinícolas, en donde se elabora uno de los vinos más exquisitos de la región, Ysios Reserva, cuyo color tinto rubí avanza su elegante sabor y aroma.
Marqués de Riscal
Uno de los símbolos por excelencia del enoturismo riojano es Bodegas Marqués de Riscal. Sus vinos son algunos de los más afamados del mundo, contando con una tradición que se remonta al siglo XIX. Situadas en Elciego (Álava), forman parte de la Ciudad del Vino en el que se encuentra un innovador edificio recuerda al del Museo Guggenheim de Bilbao. ¿Casualidad? Lo cierto es que ambos edificios comparten el mismo arquitecto, Frank Gehry. Sin embargo, y un error común que se comete, es pensar que esta emblemática y moderna obra de serpentinas formas hechas a base de titanio se corresponde con el de la bodega, cuando realmente se trata del hotel que se encuentra dentro de ella, un complejo de más de 40 habitaciones que se ha convertido en el lugar perfecto en el que pernoctar durante la ruta vinícola por la región riojana.
Portia
Vidrio, hormigón, acero y madera son los cuatro ingredientes con los que el reconocido arquitecto Norman Foster levantó una de las bodegas más vanguardistas de la Ribera del Duero. Gumiel de Izán, en la provincia de Burgos, es la pequeña localidad a la que peregrinan amantes del vino y de la arquitectura para contemplar con la vista y saborear con el gusto la espectacular Bodega Portia, "el corazón de una flor con tres pétalos" como la definió el propio Foster, y sus afamados vinos. La modernidad de sus instalaciones, que despuntan rodeadas de cepas y viñedos, se enfrenta al gótico y barroco de la iglesia de la localidad, conviviendo los tres estilos en un mismo entorno de ricos contrastes. El interior de la bodega sorprende tanto o más que el exterior y con su visita te darás cuenta de la fuerza que la arquitectura ha ganado en el mundo del vino.
Protos
En pleno corazón de la Ribera del Duero, como así es Peñafiel, se encuentra Bodegas Protos, cuyos blancos y tintos se vienen produciendo desde 1927. Desde entonces, sus vinos han ido ganando peso en el mercado nacional e internacional, lo que les llevó a aumentar sus instalaciones a comienzos del nuevo milenio, cuando encargaron al arquitecto italo-inglés Richard Rogers el diseño de esta ampliación. El que ha sido también mente pensante de otras obras en España como la T4 del Aeropuerto de Madrid dejó su huella en el jardín vinícola de Valladolid, levantando un edificio a los pies del medieval Castillo de Peñafiel formado por crujías abovedadas y que se conecta mediante dos túneles con las antiguas bodegas subterráneas excavadas en la colina donde se sitúa la fortaleza.
Cavas Codorniu
En Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona) se encuentra uno de los edificios modernistas más importantes del patrimonio catalán y que cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural. Se trata de Cavas Codorníu, diseñadas a comienzos del siglo XX por Josep Puig i Cadafalch, autor también de la Casa Amatller del barcelonés Paseo de Gracia, para acoger parte de la producción de esta empresa vinícola catalana cuyos orígenes se remontan al siglo XVI. El ladrillo es el material constructivo de este complejo que hoy hace las delicias de los turistas, siendo un espacio museístico con el que entender la elaboración del cava y la historia de Codorníu. Todo amante de la arquitectura modernista catalana tiene que pasar por estas fantásticas cavas que no podían faltar en nuestra lista.
La Geria
No solo el ser humano puede dedicarse a la arquitectura, también la propia naturaleza ejerce esta profesión, trazando auténticos conjuntos que no entienden de regla, cartabón ni lápiz, aunque siempre nosotros le echemos una mano para darle cierto orden. Así encontramos en Lanzarote la Bodega La Geria, cuyo edificio blanco contrasta con el abrupto paisaje volcánico, el que se encuentra la principal atracción de la finca, sus viñedos. Se cultivan en el manto de ceniza volcánica de las erupciones que se produjeron en el siglo XVIII, teniendo cada cepa su propio espacio circular. Los vinos que se catan en la bodega sorprenden a todos los turistas, que se suelen llevar algunas botellas de recuerdo a sus lugares de origen. Lanzarote es más que calas y el Parque Nacional del Timanfaya.
Tío Pepe
Bodegas Tío Pepe, localizadas en Jerez de la Frontera (Andalucía), ha sido en sucesivas ocasiones la más visitada de Europa y una de las principales a nivel mundial. Más de 150 años de historia se cargan a la espalda de González Byass, la empresa que gestiona esta marca reconocida a nivel mundial. Dentro del complejo se pueden encontrar diferentes pabellones, destacando la Real Bodega de la Concha, que fue c onstruida en 1869 a partir de unos bocetos del mismísimo Gustav Eiffel. Destacada también el Patio de Lepanto, rodeado de arcos y en donde se encuentra un aljibe. La visita incluye la degustación de vinos jerezanos y brandis, teniendo la opción también de añadir tapas o pinchos con los que acompañar la cata.
Sommos
En Huesca, en plena Denominación de Origen de Somontano, se encuentra Bodega Sommos, diseñada por Jesús Marino Pascual y cuyos cubos de acero surgen de la tierra aragonesa en mitad de un campo de viñedos en los que se cosecha la uva con la que producen sus vinos. Las formas y trazas de esta bodega han llegado incluso al logotipo de la empresa vinícola, que recrea el edificio en el que tiene su sede. Dentro de él, además de las bodegas como tal, también se encuentra un restaurante, dirigido por el chef Alfonso Mora, en el que se pueden celebrar bodas, siendo un marco más que incomparable para un día tan especial.
Marqués de Terán
En el pequeño pueblo de Ollauri, al noroeste de La Rioja, se encuentran las Bodegas Marqués de Terán. Fueron diseñadas por el arquitecto Javier Arizcuren e inauguradas en 2006, convirtiéndose en uno de los referentes vanguardistas del mundo vinícola y bodeguero, ya que se encuentras totalmente integradas en el paisaje, clavadas en la propia geografía montañosa de la Sierra de Cantabria que las rodea, lo que permite ahorrar tiempos y mejorar la temperatura interior. Estas bodegas se encuentran muy cerca de Haro, por lo que no hay excusa para visitarlas y dejarse sorprender por su espectacular arquitectura. De hecho, sus instalaciones son unas de las más modernas del mundo, habiendo conseguido reinventar el tradicional sistema de calados o bodegas subterráneas excavadas de los siglos XV y XVI en los que se elaboraban y mantenían los vinos.
Abadía Retuerta
La Bodega Abadía Retuerta se encuentra en Sardón de Duero, provincia de Valladolid. Pertenece a la región vinícola de Ribera del Duero y no podía faltar en esta lista. Aunque las instalaciones en las que llevan a cabo la elaboración de sus vinos, que cuentan con un importante reconocimiento y son muy cotizados en el mercado, no destaca de la misma forma que el resto de bodegas elegidas, la principal atracción es el hotel y restaurante de la finca, que se encuentra situado en un monasterio del siglo XII de estilo románico. Es una de las joyas de la arquitectura monacal vallisoletana, destacando su claustro, reconvertido en patio para los viajeros que se hospedan en él. Abadía Retuerta es un complejo en el que disfrutar al máximo del enoturismo, puesto que alojándote en este mismo establecimiento podrás contemplar desde la ventana de tu habitación los viñedos cuyo fruto son la base con la que elaborar los vinos, o bien recorrerlos a caballo. Además, el Restaurante Refectorio es Estrella Michelín, un motivo más para elegir este lugar como destino enoturístico de tus vacaciones.