Airbnb es una aplicación en la que puedes alquilar un piso o apartamento de forma más asequible que a través de alguna agencia de viajes. Una de sus particularidades es que el arrendador y sus inquilinos no tienen por qué verse en persona, y sus servicios pueden ir desde una simple noche en una vivienda hasta convertirse en el alojamiento de un viaje en sustitución de un hotel u hostal.
¿Cómo nació Airbnb?
Joe Gebbia, Brian Chesky y Nathan Blecharcyk, los fundadores de Airbnb, empezaron con este modelo de negocio en 2008. La idea inicial de este negocio era ofrecer un servicio de alojamiento de una noche con desayuno incluido, en el que su propia casa fue el caldo de cultivo para probar su funcionamiento.
Para obtener algo de financiación del negocio, que vieron enseguida como alternativa a los hoteles por la caída de sus precios, también incluso vendieron cereales como parte del desayuno que se incluía en la tarifa, lo que aumentó relativamente sus ingresos. Su total éxito tuvo que esperar ocho años, hasta que Paul Graham, uno de sus inversores, invirtió en la empresa, con un valor de 30 millones de dólares en 2016.
¿Qué puedes hacer en Airbnb?
La versatilidad de Airbnb es similar a las búsquedas que se realizan a través de agencias de viajes, ya que la compañía no posee ninguna propiedad, sino que simplemente es el intermediario entre el solicitante de la vivienda y su arrendador. Para poder iniciar la búsqueda, debes abrir una cuenta, que puede hacerse de forma simple y gratuita. También debes ingresar información personal y sobre la localización en la que deseas establecerte.
Airbnb cuenta actualmente con viviendas en más de 65.000 ciudades, y, al clicar sobre el lugar escogido, podrás realizar un barrido en función de preferencias como el precio, la zona y otros requisitos previos. En los datos que aparecen en cada una de las ofertas también figuran si tiene ascensor o no, si ofrecen desayuno, wi-fi, ascensor e incluso planchas, además del número de dormitorios que se ofrecen (aunque en algunos anuncios solo se ofrece un dormitorio), si está permitido o no fumar y si se admiten mascotas.
Algo muy importante a la hora de contratar un servicio con Airbnb son las horas de llegada y salida, estipuladas también en el anuncio. Por lo general, las horas de entrada se realizarán por el mediodía o la tarde y las salidas por la mañana o mediodía, ya que son servicios generalmente de una noche, aunque varía en función del anuncio. Dentro de los datos que se pueden encontrar figuran también los métodos de pago aceptados (cabe destacar que los pagos en Airbnb no se realizan en metálico) y si existe o no posibilidad de reembolso en el caso de anular la suscripción.
También, en cada anuncio, tendrás acceso a las críticas que han hecho algunos usuarios que se han alojado en la vivienda, algo útil para conocer de forma aproximada si los servicios que se prestan son los adecuados.
Cómo solicitar una vivienda en Airbnb
Una vez hayas decidido qué tipo de habitación deseas (individual o doble) o qué apartamento es el que se ajusta a lo que buscas, es turno de que hables con el propietario de la vivienda. Este será quien decida admitir tu perfil o no para su alojamiento. Este método asegura al arrendador elegir inquilinos que sean de su confianza, aunque también ha habido casos de discriminación racial u homófoba por este procedimiento.
En el caso de que desees alquilar una habitación, puedes asegurarte de que el inquilino que solicita tu vivienda a través de la verificación de su cuenta y las referencias que otros arrendadores han hecho de él. Y, sobre todo, en el caso de que por cualquier causa te genere dudas alquilarle la vivienda, rechaza la reserva. Además, también es aconsejable que en todo momento la conversación y los pagos se realicen a través de la aplicación, algo útil en el caso de posibles infortunios.
Las reservas deben realizarse con un mínimo de antelación para que el propietario de la vivienda pueda aceptarla, por lo que es frecuente los rechazos de reservas en propietarios que, aunque tengan disponibilidad para los días siguientes, las rechacen por falta de antelación para preparar la habitación.
Seguros para el anfitrión
Los beneficios que Airbnb genera a través de este negocio son las comisiones que realiza tanto a los inquilinos (un 6% del coste del alquiler de la vivienda) como a los propietarios (un 3% de los beneficios generados por la transacción). No obstante, en ocasiones, los propietarios no se arriesgan a arrendar por los días que dure el alquiler por miedo a que generen desperfectos muy superiores al precio pagado por el alquiler.
Para ello, Airbnb cuenta con un seguro de protección para el anfitrión que ofrece hasta un millón de dólares por el incidente causado y alojamiento frente a reclamaciones por desperfectos en la propiedad derivados de una estancia con inquilinos que lo han solicitado a través de la aplicación. Este seguro incluso a veces no únicamente abastece al propietario, sino también a la comunidad de vecinos en caso de que esta lesión también esté adscrita a una zona común.
Airbnb también vende experiencias
Si bien Airbnb es una app conocida por el alquiler de viviendas a bajo coste, ha sabido reiventarse y no ofrecer únicamente habitaciones o pisos completos a sus clientes, sino también puede intercambiar experiencias, es decir, rutas guiadas o habilidades que el anfitrión puede brindar a sus clientes y sacar provecho de ello.
Las 'experiencias' que se ofrecen a través de Airbnb son de diferentes índoles, desde rutas gastronómicas, visitas guiadas y turísticas en el caso de que los clientes procedan de ciudades y países de fuera, rutas culturales... y cualquier habilidad o desempeño en el cual el anfitrión comparte con sus clientes lo que conoce o sabe hacer y, además, obtiene también un beneficio económico.