Otoño es una de las mejores épocas para viajar para aquellas personas a las que les encante ver un paisaje otoñal en la naturaleza. Además, existen diversos lugares ideales en el mundo a los que acudir para contemplar en su máximo esplendor los colores anaranjados, rojizos y marrones que esta estación del año proporciona.
Aunque bien es cierto que algunas voces críticas creen que es mejor acudir a estas vistas en plena primavera con todo floreciendo, no hay que negar la belleza que puede mostrar un lado no tan visto en el plano turístico. Otro detalle a tener en cuenta es que en otoño las temperaturas bajan poco a poco, algo que echa para atrás a los turistas, por lo que es menos probable encontrarse con lugares totalmente abarrotados y que apenas dejan apreciar la localización.
Irlanda es uno de esos países que es bonito en cualquier época del año y que merece la pena visitar por todas las cosas que tiene para ofrecer. Dublín, Cork, Galway, Limerick... son ciudades que ofrecen mucho para ver y que no tienen perdida para conocer mejor a los habitantes del país, pero la naturaleza del país es una de sus mejores bazas y realmente aquello que nos imaginamos al pensar en cómo es Irlanda.
Si Irlanda es tu país fetiche y quieres saber dónde puedes contemplar las mejores vistas en esta época del año, sigue leyendo para encontrar los lugares perfectos en Irlanda para disfrutar de la estampa otoñal y sumergirte del todo en la cultura local.
1Connemara
El escritor Oscar Wilde no se equivocaba cuando apodó a este lugar como "belleza salvaje". Esta región sería uno de los puntos clave que visitar en nuestra ruta por las bellas postales otoñales de Irlanda. Se encuentra en la costa oeste de Irlanda y al norte podemos encontrar la Bahía de Clew, al este Lough Mask y Lough Corrib, y al sur la conocida Bahía de Galway.
En Connemara, las tradiciones son algo primordial en todos los aspectos: gastronomía, música, educación... Su patrimonio cultural es realmente increíble. Incluso esto también se puede apreciar en el idioma, ya que se habla irlandés, aunque la mayoría de la gente también domina el inglés, por lo que no te preocupes por no entender su lengua. Además, es de sobra conocida la amabilidad de los irlandeses.
Qué ver en Connemara
El Parque Nacional de Connemara es una de las bellezas que esconde esta región, mostrando una Irlanda rural, y para recorrerlo, nada mejor que empezar el recorrido por Diamond Hill. Así, se puede encontrar el Atlántico a un lado del sendero, y al otro las montañas Twelve Ben.
Pero si también te gusta la arquitectura y la historia, este es tu sitio. En la orilla de Lough Pollacopall aparece la Abadía de Kylemore, erigida por Mitchell Henry para su esposa Margaret en 1871. Para desgracia del hombre, su esposa murió tan solo tres años después y este la entregó en un mausoleo en el bosque. A pesar de que después se convirtió en un convento y un colegio, nunca se olvidó esta historia de amor.
Por qué visitar Connemara
Así, en esta región se puede encontrar naturaleza, patrimonio, música, gastronomía, historia... lo tiene todo para ser una preciosa escapada otoñal y para disfrutar en cualquier compañía, sumergiéndote en todo aquello que puede ofrecer Irlanda alejado de las ruidosas ciudades. No dudes y apunta este lugar en tu lista para no perderte una de las joyas del país.
2Kilbroney Park
Kilbroney Park es un parque que se encuentra dentro del bosque Rostrevor en Irlanda del Norte. Este ofrece una gran variedad de facilidades y servicios como áreas para picnic, zona de juego para niños o camping. Así, en esta inmersión en la naturaleza no tendrás que olvidarte del todo de las ventajas de la ciudad y podrás disfrutar de bonitas vistas y un aire de lo más natural.
Qué ver en Kilbroney
El parque cuenta con un recorrido por el bosque de dos millas, y al final de él se pueden apreciar la amplias vistas del lago Carlingford y el 'Área de Excepcional Belleza Natural' de Morne, el cual está especialmente protegido para su conservación debido al valor de sus paisajes. Kilbroney Park se encuentra dentro del amplio bosque de robles Rotrevor, un antiguo bosque de 16 hectáreas que es reserva natural nacional y área de especial conservación, donde se puede encontrar robles, fresnos, campanillas y muchos otros tipo de arboles y plantas.
También, en este mismo lugar se pueden encontrar varios arboles llamativos por su edad, como un pino de Monterey de 200 años, un roble sésil de 500 años o un roble de Turquía que cuenta con 200 años y que se dice que es uno de los más fotografiados del parque. Un auténtico recorrido por la historia de la naturaleza que a día de hoy aún se conserva.
Cloughmore Stone
Además, dentro de este mismo bosque se podrá encontrar uno de sus mayores atractivos, 'Gran Piedra' o 'Cloughmore Stone', una roca en el terreno que pesa 30 toneladas y que se encuentra a unos 300 metros de altura sobre la ciudad de Rostrevor. La Edad de Hielo fue lo que la colocó allí, aunque las leyendas locales cuentan que la piedra fue arrojada allí por el gigante irlandés Finn Mac Cool durante una pelea con un gigante escocés, creando también el lago Neagh sacando un trozo de tierra del suelo.
Por qué visitar este lugar
Como hemos visto, en este parque se puede encontrar todo tipo de naturaleza sin separarte de las comodidades de la ciudad. Las vistas al lago Carlingford son impresionantes y se puede disfrutar de ellas en las rutas de senderismo junto al río, fáciles para todo tipo de públicos. Además, 'Gran Piedra' es algo que hay que ver, al menos, una vez en la vida.
3Killiney Hill
Killiney Hill Park es una colina situada a 153 metros de altura, desde donde se pueden apreciar las vistas a la ciudad de Dublín (ya que se encuentra muy cercana a esta), el Mar de Irlanda, Montañas de Gales, Montañas de Wicklow y la zona de Bray.
Al estar especialmente cerca de Dublín, si visitas la ciudad merece la pena pasarte por este parque con grandes vistas. Además, cuenta con un parking de coches gratuito en la parte trasera y una zona de columpios para los niños. También hay una cafetería donde poder comprar comida y bebida, situada en la entrada peatonal, al otro lado del parking.
Qué ver en Killiney Hill
Así, en su interior se puede encontrar varios senderos donde poder pasear, hacer footing e incluso, escalar. En el camino a lo alto de la colina existe una ruta llena de paredes de roca y vegetación por todos los lados, para que la subida se haga mucho más amena y de una dificultad moderada.
Además de las vistas, hay dos cosas que llaman fuertemente la atención a todo el que pasea por allí: el obelisco y la pirámide. Ambas están cercanas la una de la otra, y esta última es imperdible en tu visita a este lugar. Fue construida en 1852 por Robert Warren, el entonces dueño de la finca, y la gente de allí también la llama 'Piedra de los Deseos'. Según esta interpretación, un deseo se hace realidad cuando la persona rodea todos los escalones de la pirámide, sube al pináculo superior y, mientras mira hacia el Oratorio de San Begnet en la isla Dalkey, expresa su deseo. Si en tu próximo viaje visitas este lugar, no pierdas la oportunidad de pedir tu deseo.
Dalkey
Si te sobra tiempo y quieres saber más sobre los irlandeses, no dejes de hacer una parada en Dalkey, el pueblo más cercano a este lugar, donde podrás degustar la cerveza irlandesa y conocer más de la vida en él. Además, los sábados por la mañana en la calle principal de Dalkey se pone un mercadillo donde degustar diferentes tipos de comida.
Por qué visitar este lugar
Killiney Hill es un auténtico oasis de naturaleza a unos pocos kilómetros de la ciudad. Es válido para aquellos que quieran dar un paseo, pero también para hacer escalada, ya que la colina tiene muchos caminos además del principal. Es ideal para familias por el parque infantil con el que cuenta y tiene bancos y zonas amplias de césped por todos lados. Las vistas hacen que sea un sitio ideal para hacer fotografías y su vegetación hace que te sientas en medio de un bosque.
4Bahía de Murlough
La Bahía de Murlough es uno de los lugares imprescindibles en esta lista sobre qué visitar en Irlanda. Está situada en el condado de Antrim y es muy conocida por su gran belleza, ya que a la lejanía se pueden apreciar dos islas, Rathlin y el Mull of Kintyre. Además, este fue uno de los escenarios utilizados para la grabación de la serie Juego de Tronos, siendo las llamadas Islas de Hierro en la serie.
Esta bahía se encuentra a lo largo de una ruta costera llamada 'La Calzada de Gigante' y también es famosa por todo lo relacionado con su flora y su fauna, un auténtico paraíso de naturaleza para los más amantes de este tipo de turismo. Además, parada obligatoria para aquellos que se dedican a hacer la ruta de Juego de Tronos, que por supuesto también pasa por algunos lugares españoles.
Qué ver en la Bahía de Murlough
Esta bahía se encuentra dentro del Parque nacional de Murlough, una reserva natural que consta de una playa de dunas de arena que fueron formadas hace más de seis mil años. Es propiedad de la 'National Trust' y está gestionada como primera reserva natural de Irlanda desde el año 1967. En tu visita a este lugar podrás caminar para apreciar el paisaje e, incluso, contemplar las aves que la rodean en el borde de Dunrum Bay y las montañas de Mourne.
Además cuenta con varias características que hacen de ese lugar un sitio imprescindible:
- Esta Bahía da lugar a una de las mejores playas que hay en el condado
- Su hibernación de aves silvestres es muy importante
- Tiene una gran cantidad de caminos y paseos marítimos que recorren las dunas
- Es considerada la mayor extensión de dunas de Irlanda
Por qué visitar este lugar
En esta reserva se podrán observar dunas, playas, flora, fauna, montes, bosques e incluso ruinas de diferentes periodos históricos. Es la primera reserva natural en Irlanda y tiene una gran cantidad de senderos y pasajes para poder observar a las aves, clave en la belleza de este lugar. Además, se puede dormir en la Reserva Natural Murlough, en antiguas casas de viudas de pescadores del siglo XIX transformadas en cabañas con todo tipo de confort.
5Acantilados de Moher
Para finalizar con esta lista no podían faltar los Acantilados de Moher, una de las principales atracciones turísticas en Irlanda y que ganan intensidad en los meses otoñales. Se trataría de una zona de acantilados situados en la costa del Océano Atlántico y se compone de, aproximadamente, ocho kilómetros de extensión y alturas que pueden llegar a los 216 metros. El paisaje natural es tan impresionante que fue nominado para formar parte de las 7 Nuevas Maravillas de la Naturaleza y, al igual que la Bahía de Murlough, las aves son protagonistas del lugar.
Qué ver en los Acantilados de Moher
El paisaje que ofrecen estos acantilados es escarpado y presenta entrantes y salientes en la pared rocosa. Estos acantilados tienen ocho cabos y unas paredes negras casi verticales que asustan hasta a aquellos intrépidos que no dudan en asomarse al vacío. Nada más llegar podrás ver un centro para visitantes en el que hay una exposición que explica la formación del espectacular paisaje y una proyección en 3D que da pistas de cómo ven las aves la naturaleza del lugar.
Los Acantilados tiene una zona protegida, para poder verlos con cautela, y luego comienzan caminos de tierra sin la protección de la pared de láminas de roca que solo están destinados para los más atrevidos. En el siglo XIX, Cornelius O'Brien construyó un mirador sobre los acantilados para los visitantes, llamado la torre O'Brien. Así, desde allí se podrá observar la costa de Connemara, las islas Aran o la bahía de Galway.
Distintas formas de ver el paisaje
Además de caminar por sus senderos para poder contemplar todos aquellos kilómetros de los que está compuesto este lugar, hay personas que optan por otro tipo de 'turismo' en los Acantilados de Moher. Actualmente existen paseos en barco para verlos desde el océano. Salen de Doolin y de Liscannor y son una bonita opción si eres un apasionado del mar. Por otra parte, y si quieres recorrer algo más de Irlanda, hay una ruta de unos 20 kilómetros llamada 'Cliffs of Moher Coastal trail' que sale desde Liscannor hasta el pueblo de Doolin y que pasa por estos acantilados.
Por qué visitar los Acantilados de Moher
Además de sus impresionantes vistas, puede ser que estos acantilados te suenen de alguna que otra película. Aparecen en 'Harry Potter y el Misterio del Príncipe', en 'La hija de Ryan', o en el clásico 'La Princesa Prometida'. Sea como fuere, esta zona esta llena de historias de todo tipo y merece una visita par poder decir que has conocido aquello que merece la pena de Irlanda.